El relato ideal
Los c¨®digos de la feminidad implican en general la abolici¨®n de unos deseos en favor de otros. La artista valenciana Mar Arza se blinda contra todo ese l¨¦xico y po¨¦tica que convierte a la mujer en un objeto est¨¦tico de contemplaci¨®n. Pero esa protecci¨®n es tambi¨¦n una transgresi¨®n, contra lo que es ser artista y contra lo que es ser mujer. La comprensi¨®n que tiene Mar Arza de que la artista pertenece, corporal y profesionalmente, a los m¨¢rgenes, tiene su sublimaci¨®n en una tierra de nadie -tierra de nada- que adolece de una codificaci¨®n, el comienzo y el absoluto de lo ideal.
Nada, nadie. P¨¢ginas en blanco, hojas de libro en un lenguaje de ausencias, una gram¨¢tica de ojos cerrados, manos relajadas, rostros borrosos, tejidos de zonas de la piel ambiguas, dif¨ªciles de localizar -en el dolor, en el placer- insisten en una lectura ¨ªntima del deseo. La "indecibilidad" de "en lugar de nada..." tiene ecos po¨¦ticos, de Emily Dickinson, o -por qu¨¦ no- de George Elliot, como ¨¢ngel de la destrucci¨®n.
MAR ARZA
'En lugar de nada'
Galer¨ªa Alonso Vidal
Fontanella, 13, s¨®tano Barcelona
Hasta el 15 de diciembre
La exposici¨®n de Mar Arza
en la galer¨ªa Alonso Vidal, en Barcelona, es una invitaci¨®n a las formas y usos de la imaginaci¨®n, en el vuelo expandido sobre un objeto, un no-libro. La artista escoge aleatoriamente p¨¢ginas de libros, recorta minuciosamente textos y frases, o destaca determinadas palabras -nada reiterada, nada era la herida, el cuerpo en vilo- que funcionan como material escult¨®rico.
Ese "barrido po¨¦tico" comporta la apertura de los l¨ªmites del lenguaje y la asunci¨®n de un nuevo c¨®digo que no est¨¢ por encima o por debajo de los aprendidos, sino simplemente, fuera. La p¨¢gina "ausente", vaciada, proyecta el relato "ideal" en el espacio imaginario del espectador.
Hay otros "objetos" que configuran, con una armon¨ªa natural, el universo ¨ªntimo de Arza. Tambi¨¦n est¨¢n hechos de ausencias, como la urna de Keats (T¨² / forma silenciosa, nos distraes de nuestro pensamiento / tal como lo hace la eternidad). Son m¨¢quinas del tiempo liberadas de su infinitud, justo en el mismo instante en que uno, frente al espejo, las convierte en momentos ¨²nicos. Urnas que contienen tejidos, y que, como los libros, est¨¢n absolutamente vac¨ªas y completamente colmadas.
El vac¨ªo. Met¨¢fora para una observaci¨®n limpia. Si experimentamos el lenguaje como algo compartido -y corrompido-, las obras de Mar Arza nos devuelven a los espacios no alienados, a irreparables lecturas que, aunque tortuosas, son las ¨²nicas capaces de aproximarnos a la eternidad. El nihilismo alegre encerrado en una urna griega.
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