Fulgores
Instrucciones para tener una experiencia rara: c¨®mprese (mejor a plazos) una cinta de correr y andar y h¨¢gale un hueco en el dormitorio. Las hay con diversas prestaciones, en funci¨®n del precio, pero basta con que tenga dos o tres velocidades para aumentar el ritmo una vez que se le hayan calentado los m¨²sculos. S¨²base a ella, p¨®ngala en marcha y comience a caminar. No le preocupe no ir a ning¨²n sitio; es m¨¢s, disfrute de la curiosa sensaci¨®n de andar sin desplazarse. Acepte el absurdo como parte del juego y extr¨¢?ese del curioso paisaje formado por la cama, el armario empotrado, el tocador, quiz¨¢ el gal¨¢n de noche con sus hombros desnudos y una corbata colg¨¢ndole de cualquier parte, a la manera de una v¨ªscera.
Cuando lleve diez minutos andando, aumente un poco la velocidad de la cinta y cierre los ojos. Ahora, mientras camina a ciegas, sufrir¨¢ la experiencia m¨¢s rara que quepa imaginar. Notar¨¢ enseguida que, m¨¢s que andar sobre una cinta m¨®vil, se mueve en realidad por el interior de usted mismo. No ver¨¢ nada, porque no hay nada m¨¢s oscuro que un cuerpo ni m¨¢s negro que la conciencia, pero enseguida comenzar¨¢ a percibir sonidos familiares, quiz¨¢ el ruido de un par de palas golpeando alternativamente a una pelota. Eso quiere decir que ha llegado usted a una playa, quiz¨¢ la playa de su infancia. A medida que avance, los golpes sonar¨¢n m¨¢s cerca de sus o¨ªdos. Quiz¨¢ tenga suerte y se produzca dentro de usted un fulgor, una especie de fuego fatuo que le permita ver por unos instantes a los jugadores: tal vez su padre y su hermano mayor, tal vez usted mismo y un amigo.
Quien habla de la playa, habla del patio del colegio. Las experiencias son de lo m¨¢s variado, depende de la concentraci¨®n que se ponga en el paseo y de la biograf¨ªa del usuario de la cinta. Hay personas que cuando llegan a uno de estos lugares prefieren reducir (siempre sin abrir los ojos) la velocidad del aparato y caminar a ritmo de paseo. Hay, por el contrario, quienes echan a correr. Corriendo mucho, si la cinta es muy buena, puedes llegar al ¨²tero mismo de tu madre en una sola sesi¨®n. Se recomienda volver a la realidad poco a poco. Algunas cintas tienen marcha atr¨¢s.
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