David L¨®pez asalta Parma

No necesitaba m¨¢s Osasuna, s¨®lo una victoria. Y la logr¨® contra un rival debil¨ªsimo, plagado de suplente y carente de imaginaci¨®n. Eso s¨ª, tuvo que ser David L¨®pez, desde dos lugares a los que est¨¢ poco habituado, el que marcara la diferencia. Primero, por la banda izquierda, donde Ziganda lo suele colocar, ¨¦l diestro cerrado, para suplir a Delporte. Despu¨¦s, en boca de gol y posici¨®n m¨¢s que dudosa, para culminar una jugada y centro de Soldado. Es decir, los papeles cambiados pero la efectividad intacta.

Hasta el primer tanto, no hab¨ªa sido un encuentro brillante. A los navarros les bastaba un empate y prefirieron no arriesgar. Siempre en formaci¨®n retrasada, el conjunto rojillo trat¨® de aprovecharse de la polivalencia de Soldado y Milosevic mediante pases err¨¢ticos y largu¨ªsimos. La idea era clara: no renunciar al ataque pero sin quitar el freno de mano, manteniendo el orden atr¨¢s. Para lograrlo, adem¨¢s, encontr¨® la ayuda de un rival absolutamente distendido por falta de objetivos y ya clasificado como primero de grupo antes del encuentro.

El equipo de Ziganza no renunci¨® al ataque pero tampoco quit¨® el freno de mano y mantuvo el orden

El hast¨ªo se generalizaba, con Valdo tratando de buscar algo de f¨²tbol ante la opacidad del resto de jugadores. Faltaba la espoleta y De Luc¨ªa, in¨¦dito desde el inicio, acab¨® por protagonizarla. Una cesi¨®n sencilla la convirti¨® en un desastre. David L¨®pez, desde fuera del ¨¢rea, cruz¨® el bal¨®n regalado por el guardameta y ¨¦ste entr¨® tras tocar el palo derecho de la porter¨ªa. Un disparo raso y dif¨ªcil que el riojano enhebr¨® con un golpe propio del billar. La poca presencia an¨ªmica de los parmesanos se diluy¨® con el gol. Adem¨¢s, la presi¨®n de Osasuna elimin¨® cualquier intento de revuelta transalpina. El segundo tanto de David L¨®pez, al borde del descanso, zap¨® las ¨²ltimas esperanzas del Parma, un conjunto en quiebra econ¨®mica, futbol¨ªstica y moral. Con un esquema borroso, sin verdaderos atacantes ni un centro de campo organizado, los italianos no pasaban de ser correosos pero inocentes.

La entrada de Paponi, un genuino ariete, fue el mejor revulsivo para su equipo. Por lo menos sirvi¨® para movilizar a sus compa?eros, que se aprovecharon de la relajaci¨®n osasunista, que se ve¨ªa en la siguiente ronda y prefer¨ªa no malgastar esfuerzos de cara a la Liga. Nekounam y Pu?al impusieron un comp¨¢s lento, al que no se llegaron a acostumbrar Valdo y David L¨®pez. As¨ª, con lentitud y pases cortos y eficaces, los minutos pasaban sin mayores preocupaciones. S¨®lo una aproximaci¨®n de Kutuzov, que mostr¨® una gran alegr¨ªa tras la salida de Paponi, perturb¨® a un aburrid¨ªsimo Ricardo.

Sin m¨¢s que hacer, los jugadores osasunistas optaron por un repliegue ordenado, m¨¢s por ahorro de energ¨ªas que por convicci¨®n. Incluso al trantr¨¢n, el equipo visitante dispuso de un par de ocasiones meridianas, erradas por Romeo, un mano a mano, y Valdo, en un remate desde dentro del ¨¢rea peque?a. Pero la ventaja era ya una realidad para Osasuna, que lleg¨® a ampliarla con un tanto de Juanfran tras jugada de Romeo y que certifica la quinta victoria consecutiva de los navarros en un mes plet¨®rico.