Putin reta a Europa con el gas
El control del Gobierno ruso sobre los proyectos energ¨¦ticos del pa¨ªs simboliza el deseo de volver a ser una gran potencia
Un proverbio ruso dice que el apetito llega o crece durante la comida, lo que se ha visto corroborado con el proyecto gasista y petrolero Sajal¨ªn-2. El Gobierno intenta, mediante el monopolio estatal Gazprom, controlar los proyectos energ¨¦ticos que se desarrollan en el pa¨ªs y de esa forma recuperar su antigua hegemon¨ªa. Si hasta hace poco Rusia presionaba a Royal Dutch/Shell para que Gazprom obtuviera una cuarta parte de Sajal¨ªn Energy, ahora el gigante de gas desea controlar el 50%. Para ablandar a Shell, que lidera el proyecto, los rusos no han vacilado en presentarle una millonaria cuenta por da?os a la naturaleza. Esas acciones del Kremlin se enmarcan en la estrategia de controlar los recursos energ¨¦ticos rusos.
El proyecto de Sajal¨ªn-2 comprende la explotaci¨®n de los yacimientos de Piltun-Astoj y Lunsk, en la plataforma continental de la isla de Sajal¨ªn, con reservas de 150 millones de toneladas de petr¨®leo y 500.000 millones de metros c¨²bicos de gas. Contempla, adem¨¢s, una planta de licuefacci¨®n de gas con una producci¨®n anual de 9,6 millones de toneladas, un terminal petrolero y un gasoducto que cruce la isla de norte a sur.
Para este proyecto se form¨® el consorcio Sajal¨ªn Energy, del que Shell tiene el 55%; Mitsui, el 25%, y Mitsubishi, el 20%. El presupuesto era de 12.000 millones de d¨®lares (9.174 millones de euros), pero el a?o pasado Shell pidi¨® aumentarlo a 22.000 millones. Esto provoc¨® la ruptura de las negociaciones de Shell y Gazprom, que hab¨ªan firmado un protocolo por el cual el monopolio ruso obten¨ªa el 25% de las acciones y a cambio el grupo anglo-holand¨¦s lograba el 50% del yacimiento de Zapolyarnoye Neocomian.
Las pretensiones de aumentar el presupuesto cayeron muy mal en el Gobierno, pues aceptarlas significaba que las ganancias que Rusia esperaba obtener con este proyecto se postergaban. Y es que, seg¨²n la Ley de Producci¨®n Compartida, el Estado comienza a recibir impuestos de las compa?¨ªas inversoras s¨®lo despu¨¦s de que ¨¦stas recuperen el coste del proyecto que desarrollan. En el caso de Sajal¨ªn-2, antes de la recuperaci¨®n de costes Rusia recibir¨¢ unos 30.000 millones de d¨®lares anuales; despu¨¦s, las ganancias estatales se disparar¨¢n en unos 2.000 millones.
El Kremlin, por boca del ministro de Industria, V¨ªktor Jristenko, volvi¨® a advertir esta semana de que el Estado no puede aceptarlo. Jristenko record¨® que Rusia acept¨® el proyecto en 1994, cuando "era d¨¦bil", de lo que se aprovecharon los inversores extranjeros, y que ahora no le parece justo.
Paralelamente, las presiones de la agencia rusa protectora de la naturaleza han ido en aumento, lideradas por Oleg Mitvol, vicejefe del organismo. Mitvol asegura que los da?os causados por Sajal¨ªn-2 al entorno de la isla se eval¨²an en 10.000 millones de d¨®lares, pero que ante los tribunales podr¨ªa exigir una compensaci¨®n del triple.
Todo esto ha hecho ceder a Shell, que ya est¨¢ dispuesta a aceptar que Gazprom se haga con el 50% de Sajal¨ªn-2. El grupo anglo-holand¨¦s se quedar¨ªa con el 25% m¨¢s una acci¨®n, mientras que las firmas japonesas ceder¨ªan el 10% de sus acciones cada una. Es decir, Mitsui acabar¨ªa con un 15%, y Mitsubishi, con un 10%.
Fuentes cercanas a Shell lamentan la situaci¨®n pero no ven demasiadas opciones, ya que los rusos han esperado a que est¨¦n empantanados con su dinero invertido en el proyecto para apretarles las tuercas. Ya es demasiado tarde para retirarse y, por supuesto, el gas sigue siendo necesario.
Yulia L¨¢tinina, columnista de N¨®vya Gazeta, comenta el clima inversor en Rusia con estas duras palabras: "?Qu¨¦ pensar¨ªa usted de un ladr¨®n que, presionando el ca?¨®n de una pistola en su nuca, le registra sus bolsillos al tiempo que le dice que tiene un excelente plan para un negocio conjunto pero que para que usted pueda tener el honor de invertir debe darle la mitad de su casa?".
Mientras tanto, Dmitri Medv¨¦dev, viceprimer ministro que encabeza el consejo de Gazprom y que en 2008 puede reemplazar al presidente Vlad¨ªmir Putin en el Kremlin, afirma que pronto habr¨¢ acuerdo con Shell. Y aunque nada dice del precio que el monopolio del gas piensa pagar por el 50% de Sajal¨ªn-2, la prensa escribe que Gazprom no desembolsar¨¢ ni un solo rublo. Seg¨²n la agencia oficial Tass, lo m¨¢s probable es que Gazprom pague la parte que le corresponde despu¨¦s de que el proyecto comience a producir, con las ganancias que obtendr¨¢ de la venta del gas licuado que debe comenzar a enviar a Jap¨®n en 2008. Todav¨ªa queda por ponerse de acuerdo en el valor del paquete que obtendr¨¢ Gazprom. Los analistas estiman que el monopolio ruso pedir¨¢ un descuento debido a los problemas medioambientales.
Las armas del Kremlin
Gazprom, una de las 10 primeras compa?¨ªas del mundo por valor burs¨¢til, simboliza las ambiciones de Rusia de volver a ser una gran potencia. Ahora que ha perdido liderazgo militar, el Kremlin quiere recuperar la grandeza utilizando sus recursos energ¨¦ticos: gas y petr¨®leo. Si hace unos a?os se hablaba de la necesidad de reformar Gazprom, dividi¨¦ndola en varias empresas, hoy se rechaza categ¨®ricamente esa posibilidad, afirmando que equivaldr¨ªa a destruirla.
En lugar de disminuir las proporciones de la compa?¨ªa, las han aumentado, y ahora Gazprom se ha convertido tambi¨¦n en una de las principales petroleras rusas. Anteayer se anunciaba un acuerdo con Lukoil, la n¨²mero uno del pa¨ªs, para crear una empresa mixta que comprar¨¢ activos energ¨¦ticos en Rusia y el extranjero.
Si el Kremlin ha utilizado a Gazprom para presionar a los pa¨ªses vecinos, en Rusia usa a Oleg Mitvol, vicejefe de la agencia de protecci¨®n de la naturaleza, para convencer a los inversores extranjeros de que cedan ante Gazprom. Para que las amenazas se tomen en serio, Rusia ha contratado a Mark Stephens, el abogado que represent¨® a Greenpeace en su batalla con Shell a mediados de los noventa, para un posible proceso contra Shell por multimillonarios da?os a la naturaleza de Sajal¨ªn. Mitvol tambi¨¦n tiene en el punto de mira el proyecto Sajal¨ªn-1, operado por ExxonMobil, y a Total, que tiene un proyecto en el yacimiento ¨¢rtico de Jariaga. Est¨¢ claro que el Kremlin no admite ning¨²n proyecto exitoso en el que no participe el Estado.
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