"Vencer¨¦is, pero no convencer¨¦is"
El Paraninfo de la Universidad de Salamanca fue testigo, el 12 de octubre de 1936, del enfrentamiento de Miguel de Unamuno con el general de la legi¨®n Jos¨¦ Mill¨¢n Astray, una agria discusi¨®n que acabar¨ªa suponiendo el arrinconamiento del intelectual en los ¨²ltimos meses de su vida.
Durante la celebraci¨®n del D¨ªa de la Raza de 1936, como as¨ª se llamaba entonces al 12 de octubre, Unamuno, que hab¨ªa apoyado p¨²blicamente la sublevaci¨®n militar de julio de ese a?o, critica duramente la rebeli¨®n de los militares contra el Gobierno legal republicano, tras una serie de discursos de otros oradores que atacaban a lo que denominan la anti Espa?a. Unamuno acaba sus palabras contra el alzamiento con la c¨¦lebre frase de "Vencer¨¦is pero no convencer¨¦is. Vencer¨¦is porque ten¨¦is sobrada fuerza bruta, pero no convencer¨¦is porque convencer significa persuadir".
El general de la legi¨®n Jos¨¦ Mill¨¢n Astray, presente en la sala y ac¨¦rrimo detractor de Unamuno, hab¨ªa tomado anteriormente la palabra para, en un modo acalorado, exclamar a gritos: "A m¨ª la Legi¨®n", "Viva la muerte" y "Abajo la inteligencia". Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n, tambi¨¦n presente en los actos de celebraci¨®n, matiza: "?Viva la inteligencia, mueran los malos intelectuales!".
El general Mill¨¢n Astray se?ala a Carmen Polo, esposa del general Francisco Franco, y le dice a Unamuno: "Coja del brazo a la se?ora". El escritor sale del lugar junto al obispo de la di¨®cesis, Enrique Pla y Deniel, y es acompa?ado hasta su casa por Carmen Polo y la guardia personal de ¨¦sta. Horas despu¨¦s, la corporaci¨®n municipal salmantina se re¨²ne de forma secreta y decide expulsar a Unamuno, que conservaba su acta de concejal, del Ayuntamiento.
Desde ese momento, el escritor sufre las represalias del bando sublevado. El 22 de octubre Franco firma el decreto de destituci¨®n de Unamuno como rector de la Universidad de Salamanca. Le quedan apenas dos meses de vida, y sus ¨²ltimos d¨ªas los pasa bajo arresto domiciliario, seg¨²n Fernando Garc¨ªa de Cort¨¢zar, en un estado de desolaci¨®n, desesperaci¨®n y soledad.
Muere en su domicilio de Salamanca el 31 de diciembre de 1936.
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