Voluntad y belleza
Construyeron la Gran Muralla y la Ciudad Prohibida; inventaron la p¨®lvora, los espaguetis y el papel moneda, y c¨®mo no, tambi¨¦n el concepto de cuerpo de ballet acad¨¦mico con su consecuente ense?anza y profesionalizaci¨®n en su tradici¨®n propia, s¨®lo que casi mil a?os antes que el desarrollo hom¨®nimo occidental.
Quiz¨¢ por todo eso y mucho m¨¢s s¨®lo los chinos, su minuciosidad y su dedicaci¨®n, son capaces de levantar un edificio virtual de esperanza y belleza como el espect¨¢culo de la compa?¨ªa de artistas discapacitados, que antes de esta fugaz aparici¨®n en Madrid ya ha pasado por sitios como la Scala de Mil¨¢n y el Kennedy Center de Nueva York. En todas esas plazas sucedi¨®, como anteayer en Madrid, que la magia y la calidad art¨ªstica se iban bastante por encima de las particularidades f¨ªsicas de los int¨¦rpretes, algunas verdaderamente dram¨¢ticas en s¨ª mismas. Mientras en muchos otros pa¨ªses se hacen muy dignos esfuerzos en este mismo terreno de integraci¨®n a trav¨¦s de las artes esc¨¦nicas de personas con distintas discapacidades, nadie lo ha llevado ni tan lejos ni a tal perfecci¨®n como China, y es as¨ª que la compa?¨ªa es reconocida como imagen emblem¨¢tica de los m¨¢s de 600 millones de personas discapacitadas que hay en el mundo.
Compa?¨ªa China de Artistas Discapacitados
Mi sue?o. Danzas tradicionales de China; fragmentos musicales varios; escenas extra¨ªdas de la ?pera de Pek¨ªn. Palacio de Deportes de Madrid, 4 de enero.
La ausencia de decorados tradicionales en la representaci¨®n de Madrid (artesan¨ªa en la que los chinos son verdaderos y exquisitos maestros) le quit¨® un cierto empaque a la velada, y que la parafernalia de iluminaci¨®n ultramoderna no es capaz de sustituir totalmente. Con un formato cercano a la revista y alg¨²n excesivo metraje teniendo en cuenta el numeroso p¨²blico infantil que llenaba el grader¨ªo, lo mejor y m¨¢s destacado son sin duda los n¨²meros de danza coral.
La dinast¨ªa Wan
Hay uno especialmente rese?able, sacado del remoto pasado: la dinast¨ªa Wan cuyas evoluciones geom¨¦tricas para un cuerpo de baile de 24 mujeres asombra todav¨ªa por su perfecci¨®n. Otra escena muy elaborada es la extra¨ªda del repertorio cl¨¢sico de la ?pera de Pek¨ªn y que recrea la danza marcial de dos guerreros en la oscuridad y en clave humor¨ªstica, con la particularidad de que ambos danzantes acr¨®batas son sordomudos y el conjunto orquestal son todos invidentes. La ¨²nica explicaci¨®n posible de que esto llegue a tal perfecci¨®n coreogr¨¢fica se plasma en un v¨ªdeo previo donde largas y pacientes horas de ensayo consiguen unificar un cuadro de sonido y movimiento ejemplar.
Mi sue?o se abre con el cuadro emblem¨¢tico de la diosa de los mil brazos, un prodigio de coordinaci¨®n y poes¨ªa dif¨ªcilmente olvidable y que es la mejor demostraci¨®n de la voluntad de los artistas y de la pujante actualizaci¨®n contempor¨¢nea de la milenaria cultura china.
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