Telef¨®nica retir¨® m¨¢s de 7.500 cabinas en 5 a?os por su falta de rentabilidad
Las llamadas han ca¨ªdo a la mitad desde 2002 por la competencia del m¨®vil y los locutorios
La cabina telef¨®nica est¨¢ en v¨ªas de extinci¨®n. Telef¨®nica ha retirado alrededor de 7.500 cabinas (el 11,7%) en cinco a?os por su falta de rentabilidad. La competencia del tel¨¦fono m¨®vil y de los locutorios ha provocado que las llamadas caigan a la mitad desde 2002. Adem¨¢s, el vandalismo y los robos le cuestan a Telef¨®nica 22 millones de euros al a?o, el 10% de lo que ingresa. Y es que 19.000 de las 55.000 cabinas no cubren ni su mantenimiento. Telef¨®nica, que est¨¢ obligada a prestar ese servicio, ha pedido al Gobierno que se cree un fondo entre todas las compa?¨ªas para costear ese d¨¦ficit.
El actor Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez lo tendr¨ªa m¨¢s dif¨ªcil si quisiera volver a rodar La cabina, obra maestra de la televisi¨®n que contaba la angustiosa aventura de un ciudadano atrapado en un tel¨¦fono p¨²blico. En los nuevos barrios no hay ni una y Telef¨®nica ha retirado m¨¢s de 7.500 cabinas en los ¨²ltimos cinco a?os, por su escasa rentabilidad y por el elevado coste de mantenimiento debido al vandalismo y a los robos.
As¨ª, si en 2001 contaba con 63.508 cabinas en la v¨ªa p¨²blica, a finales de 2005, el n¨²mero se hab¨ªa reducido a 56.055, seg¨²n los ¨²ltimos datos oficiales de Telef¨®nica Telecomunicaciones P¨²blicas (TTP), filial del grupo que explota este negocio. Durante el pasado a?o tambi¨¦n sigui¨® retirando cabinas, por lo que el n¨²mero de tel¨¦fonos en la v¨ªa p¨²blica en estos momentos est¨¢ por debajo de los 55.000, es decir, 8.500 menos que hace seis a?os.
Dos son las causas para esta retirada. La primera, es que la gente ya no llama desde las cabinas principalmente por la competencia de la telefon¨ªa m¨®vil. La extensi¨®n del uso de los celulares ha provocado una ca¨ªda interanual sostenida de la facturaci¨®n del orden del 15% desde hace ya a?os. En 2007 se estima que se cursar¨¢n la mitad de llamadas y minutos que en 2002. Es decir, que en s¨®lo cinco a?os, el negocio ha ca¨ªdo a la mitad, seg¨²n las estimaciones de Telef¨®nica.
La otra gran competencia a la cabina es el locutorio, que ha atra¨ªdo al p¨²blico inmigrante. S¨®lo en 2005, el tr¨¢fico telef¨®nico vendido en estos establecimientos ha crecido un 46,3%, con m¨¢s de 1.200 locutorios y 7.200 l¨ªneas contratadas.
As¨ª que la telefon¨ªa m¨®vil y el locutorio explican que, pese al incremento de la poblaci¨®n en m¨¢s de cuatro millones de habitantes procedentes de la inmigraci¨®n, el n¨²mero de cabinas no pare de bajar. Y es que 19.000 de las 55.000 cabinas (el 34%) que hay en la v¨ªa p¨²blica son deficitarias, es decir, que con los ingresos no cubren sus costes de mantenimiento.
El otro gran problema es el vandalismo y los robos. Telef¨®nica estima que los hurtos y la reparaci¨®n de las cabinas le cuesta al a?o 22 millones de euros, alrededor del 10% de la recaudaci¨®n que obtiene.
Por eso no es de extra?ar que ninguna empresa est¨¦ interesada en explotar el negocio de las cabinas, pese a que ese servicio est¨¢ liberalizado desde 1994. De hecho, otras compa?¨ªas como Retevisi¨®n o Euskaltel, que en su d¨ªa instalaron cabinas, las han ido retirando.
A Telef¨®nica tampoco le interesa el negocio, pero tiene que prestarlo en virtud de las obligaciones del servicio universal del antiguo monopolio, que garantiza a los ciudadanos unos servicios m¨ªnimos de telecomunicaciones, independientemente de cu¨¢l sea su lugar de residencia.
En teor¨ªa, y seg¨²n la legislaci¨®n vigente, ese servicio universal debe ser costeado por todos los operadores a trav¨¦s de un fondo que nunca se ha llegado a constituir. Pero en la pr¨¢ctica, s¨®lo recae sobre Telef¨®nica, que por este concepto le reclama al Estado m¨¢s de 123 millones de euros en 2005, y m¨¢s de 2.000 millones desde 1999.
Multas por no dar cambio
Para agravar el problema, el Ministerio de Industria ha comenzado a sancionar a Telef¨®nica porque las cabinas no dan cambio: si uno introduce un euro y la llamada cuesta s¨®lo medio, se quedan con el resto.
La sanci¨®n prevista es de 3.000 euros por cada cabina inspeccionada y, por el momento, la operadora ya ha recibido una primera multa de 48.000 euros.
Telef¨®nica defiende que en ning¨²n pa¨ªs del mundo las cabinas devuelven cambio, como si de una m¨¢quina expendedora se tratase. La raz¨®n que aduce es que es muy dif¨ªcil mantener un cajet¨ªn operativo, dado que las cabinas est¨¢n en la calle y el volumen de las mismas es enorme, y sometidas en frecuentes ocasiones a actos vand¨¢licos, lo que no har¨ªa otra cosa que atraerlos a¨²n m¨¢s.
La operadora se?ala adem¨¢s que las cabinas telef¨®nicas de la mayor¨ªa de los pa¨ªses del entorno europeo no admiten siquiera el pago de llamadas con moneda. Francia y B¨¦lgica, por ejemplo, s¨®lo admiten el pago con tarjeta.
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