Todo en funci¨®n de Zigic

El partido se acab¨® muy pronto. Dur¨® unos 60 minutos, aproximadamente. A partir de ese momento ya no existi¨® el f¨²tbol en El Sardinero. Y, sin embargo, el gol y la victoria del R¨¢cing llegaron mucho m¨¢s tarde, en el 89, cuando parec¨ªa mantener un pacto de no agresi¨®n con la Real Sociedad. El colegiado rompi¨® el presunto trato y castig¨® al cuadro donostiarra con un penalti cometido, a su juicio, sobre Zigic.

Nadie quer¨ªa perder en Santander, lo que explica la desafortunada tarde de ambos contendientes. El Racing, que no disimula una dependencia extrema en el juego a¨¦reo y rematador del gigant¨®n serbio, gan¨® gracias a ¨¦l. Tiene as¨ª m¨¢s argumentos para insistir en adelante en la misma estrategia, por simple y arcaica que parezca en estos tiempos. Salvo alguna diablura de Munitis (muy apagado) y un par de internadas de Serrano por la banda izquierda, todo el esfuerzo racinguista se redujo a colgar balonazos a Zigic desde todas las esquinas del campo. ?ste, unas veces, los cabecea directamente; otras, se los prepara para disparar a puerta sin dudarlo. As¨ª fabric¨® tres ocasiones de gol. Poco m¨¢s hizo el conjunto de Portugal: su juego fue transparente, predecible y pertinaz, siempre orientado a la torre de la Liga.

La Real estuvo en tris de neutralizar la empecinada estrategia rival. Con una cierta obcecaci¨®n por no salir derrotada, rode¨® con tres futbolistas al ariete de 202 cent¨ªmetros, junt¨® mucho todas las filas y busc¨® s¨®lo mediante desplazamientos largos la porter¨ªa de To?o. Cuando el equipo de Lotina parec¨ªa que iba a culminar una nueva jornada sin perder -las tres ¨²ltimas hab¨ªa alternado dos victorias con un empate-, le lleg¨® el mazazo del penalti a Zigic.

Hasta entonces s¨®lo cre¨® tres oportunidades claras de gol. Un cabezazo peinado de Gari y dos disparos de Jesuli. La Real volvi¨® a adolecer del control del juego, algo que es ya una constante enfermiza desde que traspas¨® a su ¨²ltimo organizador, Xabi Alonso. As¨ª, hizo las cosas al rev¨¦s. En los contragolpes abus¨® de los toques y, cuando tuvo al rival colocado, trat¨® de llegar al ¨¢rea en dos pelotazos. Por m¨¢s que los c¨¢nones digan lo contrario, siempre eligi¨® la soluci¨®n m¨¢s confusa y est¨¦ril.

Y as¨ª ocurri¨® que a Kovacevic nunca le ofrecieron una oportunidad para marcar. Lleva 15 meses sin marcar y pasar¨¢n otros tantos si no cambia el juego de ataque de su equipo. Con todo, y una nueva derrota en su casillero, lo m¨¢s positivo es que, desde la llegada de Lotina, la Real es un equipo que nunca est¨¢ desarbolado. Concede muy pocas ocasiones al adversario. Casi nunca pierde el sitio en la defensa, las ayudas son constantes y todos juegan muy agrupados, cuestiones que el t¨¦cnico vizca¨ªno parece haber inculcado a sus jugadores. La asignatura pendiente es la ofensiva, en la que deber¨¢n contribuir las tres incorporaciones (los argentinos V¨ªctor L¨®pez y Germ¨¢n Herrera y el brasile?o Savio), que ayer no pudieron estrenarse con la camiseta txuriurdin.