Se?ora presidenta
Fr¨ªa, preparada, calculadora, Hillary Clinton es la primera mujer que planea concurrir a la jefatura de la superpotencia planetaria
Bush-Clinton-Bush... ?Clinton? ?Se culminar¨¢ la alternancia de dos familias en la Casa Blanca? ?Se colocar¨¢ por primera vez al frente de Estados Unidos, de la superpotencia, del imperio planetario, una mujer? La carrera ha comenzado: desde ayer, Hillary Rodham Clinton es la primera mujer que planea concurrir a unas elecciones presidenciales. Como tal, se la medir¨¢ con dos varas: la que corresponde a los pol¨ªticos, hombres, y la que la juzgar¨¢ como mujer.
Dicen quienes la analizan, y ni son escasos ni llevan pocos a?os haci¨¦ndolo, que su imagen de persona fr¨ªa y calculadora- que resultar¨ªa perjudicial para un pol¨ªtico masculino- puede ser uno de sus principales activos, si finalmente el partido le concede en las primarias a?adir a su nombre una cifra: 2008.
Creci¨® en un ambiente republicano, y en 1968 se pas¨® a las filas dem¨®cratas
Como princesa de hielo, nombre adjudicado por el humorista Jay Leno, tendr¨ªa terreno ganado en un mundo de hombres, ya que el p¨²blico no ver¨ªa en ella a un ser emocional, sino a un ser humano m¨¢s duro de lo que la "sabidur¨ªa convencional" concede que puede ser una mujer.
Bajo esa dureza, los votantes creen tener garantizado que Hillary cuenta con las cualidades necesarias para ejercer el liderazgo del cargo pol¨ªtico m¨¢s importante del planeta.
De la aut¨¦ntica Hillary Rodham se sabe poco. Su biograf¨ªa dice que naci¨® en Chicago el 26 de octubre de 1947, por lo que cuenta con 59 a?os. Su padre, que intent¨® ser un boxeador profesional y acab¨® creando una f¨¢brica de estampados textiles, fue instructor militar en la II Guerra Mundial. Pol¨ªticamente ultraconservador y de personalidad tir¨¢nica, Hugo Rodham consider¨® que las asignaturas del colegio de su hija deber¨ªan de ser muy f¨¢ciles el d¨ªa que la ni?a de sus ojos llev¨® excelentes notas del colegio. Cuando en casa alguien comet¨ªa el crimen de olvidar tapar el dent¨ªfrico, el se?or Rodham lo arrojaba por la ventana para que el "culpable" fuera a buscarlo.
Creci¨® en un ambiente republicano y fue una goldwater girl en 1964, apoyando en su campa?a al icono conservador Barry Goldwater, en la carrera presidencial que gan¨® el dem¨®crata Lyndon B. Johnson. En 1968 abandon¨® el partido del elefante y se uni¨® a las filas dem¨®cratas. Puede que su cambio tuviera que ver con que por aqu¨¦l entonces conoci¨® al que ser¨ªa su marido y el 42? presidente de la historia de Estados Unidos: Bill Clinton. La joven Rodham curs¨® estudios universitarios en un centro exclusivamente femenino, Welleley, y en Yale, donde se licenci¨® en Derecho. Fue en aquellos d¨ªas, ya fascinada por Clinton, cuando abraz¨® un feminismo m¨¢s o menos radical y se adhiri¨® al ala izquierdista del Partido Dem¨®crata.
En 1974 trabaj¨® en el equipo de juristas que prepar¨® el impeachment [proceso de destituci¨®n presidencial] contra Richard Nixon, colabor¨® en decenas de campa?as pol¨ªticas y, ya en Arkansas, ayud¨® a Bill a alcanzar los puestos de fiscal del Estado y gobernador. Durante toda la carrera pol¨ªtica de su marido ha desempe?ado un papel crucial, pero salt¨® a la escena p¨²blica en 1992, cuando durante la primera campa?a presidencial ambos tuvieron que luchar para sobrevivir al esc¨¢ndalo sobre las alegaciones de Gennifer Flowers de que hab¨ªa tenido una relaci¨®n amorosa con Clinton cuando ¨¦ste era gobernador. No ser¨ªa el primero. M¨¢s bien s¨®lo el principio de un camino que se volver¨ªa humillante y amargo y que su esposo, ahora en la retaguardia, se ha propuesto llenar de p¨¦talos de rosas para hacerse perdonar. Los Clinton aparecieron juntos en el programa de televisi¨®n 60 Minutes para hablar de su matrimonio. Fue su primer "apoyo incondicional a su hombre".
Sobre la ¨¦poca del esc¨¢ndalo de M¨®nica Lewinsky, la senadora lo ha contado todo, para evitar preguntas en el futuro. En su libro Living history reconoci¨® haberse quedado sin aire y llorado hasta agotar las l¨¢grimas cuando Bill le confes¨® haber tenido una "intimidad inapropiada" con la becaria Lewinsky. ?Hab¨ªa sido ella la ¨²ltima persona en enterarse? La prensa los ten¨ªa acorralados y la vida hogare?a resultaba tan tensa que Hillary asegura en su libro que tan s¨®lo el perro Buddy estaba dispuesto a tratar con Bill Clinton.
Los republicanos la tildan de mezquina y vengativa. Y ponen como ejemplo el despido de un mayordomo de la Casa Blanca que cometi¨® el desliz de telefonear a Barbara Bush, anterior primera dama. Ella aleg¨® que se trataba de su promesa electoral de reducir en un 25% el personal dom¨¦stico. Se defendi¨® como una gata cuando la acusaron de sectaria y record¨® que tomaba el t¨¦ como miembro de un grupo religioso de mujeres, entre las que se encontraba la esposa de James Baker, fact¨®tum de las Administraciones de Reagan y de Bush padre, y jefe de operaciones del actual presidente Bush en la batalla jur¨ªdica que decidi¨® en Florida el resultado electoral de 2000.
En los ¨²ltimos seis a?os, Hillary Rodham ha ido escalando posiciones en el Senado de EE UU, que, con sus 100 miembros, es considerado el "club m¨¢s exclusivo del mundo". Para esc¨¢ndalo de los dem¨®cratas, se permiti¨® votar a favor de la guerra en 2003 y defender d¨ªas despu¨¦s de iniciada la guerra al entonces secretario de Defensa Donald Rumsfeld al ser acusado de haber enviado insuficientes tropas a Irak.
Desde posiciones m¨¢s conservadoras, ha ido desliz¨¢ndose hacia el centro en busca de la Casa Blanca. Aunque los republicanos dicen estar tranquilos, porque a pesar de que Hillary guste a la izquierda, ha sido eternamente odiada por la derecha. Su personalidad es todav¨ªa un enigma. Su aire sincero y casi mojigato, que le vali¨® el apodo de Santa Hillary cuando era primera dama, choca con el retrato de malvada que hacen de ella los republicanos, que la han acusado incluso de asesinar a Vice Foster, el colaborador presidencial que se suicid¨® en 1993. Puede que en la vida privada sea un misterio. Pero est¨¢ fuera de duda que Hillary Rodham Clinton ha demostrado en el terreno profesional un talento fuera de lo com¨²n.
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