Menos irregulares en el campo
El proceso de normalizaci¨®n de inmigrantes acopla la demanda y la oferta en las campa?as agr¨ªcolas
Algo est¨¢ cambiando en Andaluc¨ªa. Ja¨¦n ha vivido este a?o una experiencia que en Huelva se conoce desde hace un lustro: las colas de trabajadores inmigrantes en busca de un tajo en el campo est¨¢n menguando. Y hay se?ales que lo indican: la red de albergues para temporeros en Ja¨¦n, que pronto cerrar¨¢ sus puertas con el final de la recogida de la aceituna, apenas ha tenido una ocupaci¨®n del 50%. Y en Huelva, los asentamientos chabolistas de trabajadores irregulares se han reducido dr¨¢sticamente, pasando de alojar a 3.500 personas en 2001 y 2002, a unas 50 este mes, seg¨²n Huelva Acoge. Los expertos se?alan a la normalizaci¨®n en los proceso de contrataci¨®n como causa fundamental para el cambio.
Al contrario de otras provincias, en Ja¨¦n los empresarios se han mostrado hasta ahora esquivos a contratar for¨¢neos para la campa?a ole¨ªcola. Esa circunstancia ha provocado, a?o tras a?o, un importante desajuste en el mercado laboral. Como resultado, decenas de inmigrantes sin papeles pululaban por las calles esperando una oportunidad de trabajo y un techo. "La influencia del proceso de normalizaci¨®n de inmigrantes ha sido determinante", apunta Pedro Marcos, secretario de la Federaci¨®n Agroalimentaria de UGT en Andaluc¨ªa. Marcos valora tambi¨¦n los mensajes lanzados desde el Foro de la Inmigraci¨®n para que los inmigrantes que no estuvieran regularizados se abstuvieran de venir a la campa?a olivarera porque no iban a ser contratados.
El n¨²mero de trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social era, a finales de 2006, de 188.324, 100.000 m¨¢s que en 2002. Durante el proceso de normalizaci¨®n de inmigrantes, hace ahora dos a?os, el Gobierno aprob¨® 75.449 residencias en Andaluc¨ªa. En Ja¨¦n, ya en 2006 se observ¨® un descenso del 40% en el n¨²mero de inmigrantes llegados, algo que se relacion¨® con la escasa cosecha. Este a?o, la campa?a ha sido algo mayor, pero el n¨²mero de inmigrantes tampoco ha crecido.
En cuanto a los trabajadores no regularizados, su contrataci¨®n es un riesgo real para los empresarios, ya que se exponen a sanciones de hasta 12.000 euros. Pero, entonces, ad¨®nde han ido los inmigrantes ilegales? "Van a otros sectores con campa?as m¨¢s largas", responde Luis Carlos Valero, gerente de Asaja Ja¨¦n, sin precisar el destino.
Uno de esos lugares ha sido, en a?os pasados, Huelva. Los expertos saben que los trabajadores sin regularizar son una masa flotante de personas que suelen seguir un ciclo cerrado. As¨ª, muchos de los que hoy pisan el suelo jiennense, har¨¢n lo posible para llegar los pr¨®ximos d¨ªas a Huelva, donde comienza la campa?a de la fresa. Despu¨¦s probar¨¢n suerte en L¨¦rida, con la recogida de la manzana, la pera y el melocot¨®n. Tras esa parada, acudir¨¢n a La Rioja para intentar cobrar algo de la vid. Y de vuelta a Ja¨¦n, donde pasar¨¢n parte del invierno para apostar otra vez por la aceituna.
Los trabajadores no regularizados que se acerquen a Huelva son conscientes de que tampoco all¨ª lo van a tener f¨¢cil. Desde 2000 se han generalizado las contrataciones en los pa¨ªses de origen. Es decir: s¨®lo trabaja el que acude a Espa?a con un contrato en una mano y un billete de vuelta a su pa¨ªs en la otra.
La mayor¨ªa de los 'sin papeles' terminan malviviendo en chabolas. Los a?os m¨¢s dram¨¢ticos en Huelva en cuanto a los asentamientos chabolistas fueron 2001 y 2002, cuando se instalaron en dos grandes ¨¢reas 3.500 magreb¨ªes y trabajadores del Este de Europa.
El contraste cinco a?os despu¨¦s es notorio. A d¨ªa de hoy, Huelva Acoge ha contabilizado a medio centenar de trabajadores, la mayor¨ªa procedentes de Mali, en los alrededores de Lepe. La cifra aumentar¨¢, pero no se espera igualar las 600 personas sin regularizar de 2006. Los contratos en origen han sido clave, aunque los empresarios buscan otro proceso para lograr 5.600 trabajadores m¨¢s.
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