La unidad de inteligencia militar de Ceuta investig¨® a decenas de civiles
Un equipo de seis guardias civiles espiaba a las ¨®rdenes del teniente coronel destituido por Defensa - La red de investigaci¨®n desmantelada actu¨® al menos desde 2005 y con dos jefes distintos
La unidad de inteligencia militar de Ceuta puso en marcha toda una trama de espionaje a la poblaci¨®n civil. El teniente coronel destituido, Jos¨¦ Mar¨ªa Albarrac¨ªn, ten¨ªa a sus ¨®rdenes, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n, a seis guardias para investigar il¨ªcitamente las actividades de decenas de ciudadanos, no s¨®lo a los l¨ªderes de UGT y CC OO y una asociaci¨®n de vecinos, como se ha informado oficialmente hasta ahora. Los seis agentes han sido apartados del servicio, y a algunos se les ha retirado el arma reglamentaria. En el caso aparece implicado tambi¨¦n el anterior jefe de la unidad. Los espiados consideran que el oficial destituido (y que ha intentado suicidarse) es s¨®lo una cabeza de turco de un operativo m¨¢s amplio.
En el caso aparece implicado otro oficial, el anterior jefe de la unidad de inteligencia
La Secci¨®n Segunda de la Comandancia General de Ceuta, perteneciente al servicio de inteligencia del Ej¨¦rcito, no s¨®lo investig¨® a los dirigentes de los sindicatos UGT y CC OO y a la asociaci¨®n de vecinos del barrio ceut¨ª de El Morro. Los expedientes, informes y bases de datos sobre ciudadanos que vertebran la vida civil de Ceuta realizados en los ¨²ltimos a?os por esta unidad se cuentan por decenas, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n.
Este servicio estaba bajo el mando del teniente coronel Jos¨¦ Mar¨ªa Albarrac¨ªn Mart¨ªn
de la Oliva, de 44 a?os, actualmente hospitalizado en la UCI del centro Puerta del Mar de C¨¢diz como consecuencia del doble intento de suicidio que protagoniz¨® tras su destituci¨®n fulminante, el pasado 24 de enero, al destaparse el caso. Albarrac¨ªn apenas llevaba un a?o destinado en Ceuta. A sus ¨®rdenes trabajaba un equipo de seis guardias civiles (un sargento y cinco agentes), que tambi¨¦n esperan su cese en los pr¨®ximos d¨ªas. Supuestamente, se encargaban de cumplir la ¨®rdenes y hacer el trabajo de campo de recogida de datos sobre los civiles. Esta red militar actu¨® al menos desde 2005 y bajo dos jefes distintos.
Desde que salt¨® el esc¨¢ndalo, estos seis agentes viven apartados del servicio e incluso les han quitado las llaves de los despachos y, a algunos de ellos, el arma reglamentaria. Han prestado declaraci¨®n en varias ocasiones ante el instructor del expediente.
Un portavoz del Ministerio de Defensa consultado por este peri¨®dico se limit¨® a afirmar que se ha abierto una investigaci¨®n para determinar lo ocurrido por orden del jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, Carlos Villar, y que no se ofrecer¨¢n datos oficiales hasta que concluya la investigaci¨®n. Hasta ahora, Defensa s¨®lo ha reconocido que esta unidad inici¨® el 11 de abril de 2005 la recogida de informaci¨®n sobre composici¨®n y filiaci¨®n pol¨ªtica de las direcciones de UGT y CC OO en Ceuta; y que el 27 de enero de 2006 inici¨® otra sobre la composici¨®n de la junta directiva de una asociaci¨®n de vecinos. Se trata de la asociaci¨®n de El Morro, un barrio de clase media y poblaci¨®n musulmana y cristiana, donde se encuentra la Universidad.
La investigaci¨®n a los sindicalistas dur¨® un mes, seg¨²n Defensa, y la que afectaba a la asociaci¨®n de vecinos concluy¨® a los dos meses de haberse iniciado.
En el caso aparece implicado otro oficial, adem¨¢s de Albarrac¨ªn. Se trata del anterior jefe de la unidad de inteligencia, el teniente coronel Francisco Berenguer, destinado actualmente en el cuartel general del Cuerpo de Reacci¨®n R¨¢pida de la OTAN en Rheindahlen (Alemania). Este oficial ha regresado a Ceuta esta semana para prestar declaraci¨®n, ya que algunos informes se realizaron mientras ¨¦l estuvo al mando del servicio de inteligencia. En el mismo est¨¢n destinados otros 17 militares que, de momento, no se han visto salpicados por lo ocurrido.
El 29 de enero, el teniente coronel Albarrac¨ªn, que hab¨ªa sido destituido pero no arrestado, se cort¨® las venas de los antebrazos con un c¨²ter en un cuarto de ba?o del edificio de la comandancia y salt¨® al vac¨ªo por una ventana de la tercera planta, a unos cuatro metros de altura, en un patio interior. Antes de su intento de suicidio se encontraba en tratamiento con antidepresivos.
Juan Luis Ar¨®stegui, secretario general de Comisiones Obreras y uno de los espiados, no cree que Albarrac¨ªn fuera el ¨²ltimo responsable sino que, en su opini¨®n, actuaba "dentro de una cadena de mando". Este dirigente sindical cree que el teniente coronel ha sido "el cabeza de turco que ha utilizado el Ej¨¦rcito para lavar su imagen".
Ar¨®stegui quiere que el ministerio le entregue una copia del informe que la unidad de inteligencia hizo sobre su persona y sus actividades profesionales, familiares y pol¨ªticas; as¨ª como que 1e diga qui¨¦n lo orden¨® y qu¨¦ objetivo y utilidad cumpl¨ªa.
Una vez que tenga esta documentaci¨®n en su poder, se plantea llevar el asunto a la Audiencia Nacional y no descarta querellarse contra el comandante general de Ceuta, Luis G¨®mez Hortig¨¹ela; el jefe de la Fuerza Terrestre del Ej¨¦rcito, Pedro Pitarch, y el ministro de Defensa, Jos¨¦ Antonio Alonso, "porque aqu¨ª se ha desplegado todo un operativo de investigaci¨®n de la sociedad civil, una actuaci¨®n ilegal en la que han terminado pagando el pato seis guardias civiles y un teniente coronel".
El l¨ªder de CC OO defiende a Albarrac¨ªn. "S¨¦ que es un buen profesional y un excelente militar que injustamente ha cumplido unas ¨®rdenes que nunca tendr¨ªan que haberse emitido", afirma.
Otro de los dirigentes sindicales espiados, Antonio Gil, m¨¢ximo responsable de la UGT ceut¨ª, tambi¨¦n pide que se esclarezca "al m¨¢ximo" hasta d¨®nde se llegaba en los informes, muchos de los cuales podr¨ªan no limitarse a la filiaci¨®n pol¨ªtica de los investigados, y ahondar en el terreno personal. "Soy transparente. Todos en Ceuta saben qui¨¦n soy y a lo que me dedico", explica. Gil, que es militante activo del PSOE y miembro del Consejo Econ¨®mico y Social de Ceuta, se ha sentido "como en una diana", aunque lo que peor lleva es que la investigaci¨®n haya tenido un objetivo pol¨ªtico.
"Ha habido un exceso de celo por tener dominada toda la ciudad en un momento dado, no sabemos por qu¨¦", subraya Ar¨®stegui, "y es necesario aclarar si esto que se ha destapado en Ceuta estaba ocurriendo tambi¨¦n en otras ciudades".
Los m¨¢s incr¨¦dulos han sido los miembros de la asociaci¨®n de vecinos de El Morro, donde se espiaba a uno de sus dirigentes. Nunca sospecharon nada, dice el presidente de la Federaci¨®n Vecinal de Ceuta, Jos¨¦ Ramos, que sigue sorprendido porque el movimiento que dirige, y en el que se integran 64 asociaciones, tambi¨¦n estuviera en el punto de mira de la inteligencia militar.
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