El a?o de Rick Rubin
Este a?o, los organizadores de los Grammy han hecho encaje de bolillos para contentar a todo el mundo. Siempre lo intentan pero se les debe reconocer su arte en el reparto de candidatos entre las 108 categor¨ªas. Por ejemplo, el hecho de que Dylan y Springsteen no compitieran entre s¨ª; adem¨¢s, sus discos estaban situados en la zona reservada al folk, para que no restaran brillo a los t¨ªtulos que venden alrededor de dos millones de copias en EE UU. Los 11.000 votantes de la NARAS se sienten obligados a celebrar a los artistas que generan excitaci¨®n (l¨¦ase "tr¨¢fico de clientes hacia las tiendas") en una industria que vive tiempos aciagos. Al mismo tiempo, procuran apuntarse tantos f¨¢ciles: cuando el sentimiento de los estadounidenses se vuelve contra el presidente Bush, queda bonito jalear a sus enemigas tejanas, las Dixie Chicks.
La cascada de trofeos para las Dixie Chicks y Red Hot Chili Peppers tambi¨¦n consagra a su productor, Rick Rubin: a pesar de su aspecto freak, Rubin define el actual mainstream. Los miembros de la NARAS saben que tiene el coraz¨®n bien puesto: su impulso del Johnny Cash crepuscular es ahora libro de texto en la industria, aunque la magia no se repitiera con Neil Diamond, el siguiente veterano que acudi¨® a Rubin. En un mundo ideal, Rick deber¨ªa intentarlo con Ike Turner, condenado al ostracismo por su turbulento estilo de vida y, sobre todo, por las denuncias de su ex, Tina Turner; el decisivo m¨²sico de Misisipi parece haber sido perdonado, como demuestra su Grammy por el mejor ¨¢lbum de blues tradicional, Risin' with the blues.
Lo de Ike Turner no es la ¨²nica sorpresa: se aplaude la feroz grandeza de Wolfmother (su Woman es la mejor interpretaci¨®n de rock duro); resucita Peter Framp-ton como creador del mejor ¨¢lbum de pop instrumental con Fingerprints. Esos premios menores sirven para quedar bien con artistas creativos que todav¨ªa no han llegado al gran p¨²blico: con The wizard turns on..., los Flaming Lips se llevan el Grammy a la mejor interpretaci¨®n de rock ?instrumental! Una anomal¨ªa m¨¢s, aunque no tan irritante como el hecho de que la Academia considere digna de estatuilla la banda sonora de Walk the line, con el actor Joaquin Phoenix imitando (mal) al finado Johnny Cash.
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