Me amo con la fuerza de los mares, yo...
Siempre me he sentido atra¨ªda por el amor y lo hortera, y si las dos cosas van juntas, soy una mujer feliz. Por eso, a pesar de mi bajo presupuesto, hoy no puedo dejar de celebrar el empalagoso d¨ªa de San Valent¨ªn. El a?o pasado por estas fechas estaba en Nueva York (gracias a los buenos oficios del siempre venerado y nunca lo bastante peloteado Instituto Ramon Llull, que pasea a los escritores por el mundo) y a¨²n recuerdo que muchos de mis compa?eros de profesi¨®n se quejaban de lo cursis que son los americanos, parece mentira, mira que son infantiles con lo del San Valent¨ªn. Y yo les dec¨ªa: "Ay, s¨ª, cuanta raz¨®n. Nosotros nunca caeremos en estas bajezas". Y eso a pesar de que San Valent¨ªn es un santo que en Catalu?a siempre se ha celebrado y, por lo tanto, tendr¨ªamos excusa.
Lo primero que hago es ir al bar gallego de debajo de mi casa. Quiero empezar el d¨ªa con un desayuno rom¨¢ntico. Aunque en el bar, de momento, no hay vestigios de amor. Las gambas ni siquiera han sido colocadas en forma de coraz¨®n. Pero, para compensar, en la tele tienen puesto el programa de Josep Cun¨ª, que, para m¨ª, es un s¨ªmbolo de amor universal. En la pantalla sale una florista que explica los distintos tipos de flores que se pueden regalar hoy. Eso me interesa. Y tambi¨¦n le interesa al due?o del bar, un hombre aparentemente rudo, pero en el fondo sensible. As¨ª que, mientras me como una rom¨¢ntica tapa de lac¨®n, o¨ªmos que la se?ora explica que para el amor rom¨¢ntico no hay nada como las orqu¨ªdeas, que, para el amor pasional, lo mejor son las flores rojas y para el amor dulce, unas rosas comestibles que ha tra¨ªdo. De hecho, cuenta que los p¨¦talos de rosa nos pueden servir de recipiente para el caviar o el foie de la cena rom¨¢ntica de esta noche. Pues vaya. Espero que mi amado tome nota y descarte lo de llevarme al Her¨®n City otra vez. (Pero, por m¨ª, se puede ahorrar el p¨¦talo).
Otra muestra de mi gran coherencia es que, para celebrar esta fecha, hoy estoy procurando hablar todo el rato en diminutivos (y ustedes deber¨ªan hacer lo mismo). No digan cena con velas", sino "cenita con velitas". Y no hablen de comprar "un detalle" sino de comprar "un detallito". Y a eso voy. A por el detallito. O sea que aparco la moto en la Rambla de Catalunya esquina Consell de Cent. All¨ª hay una tienda de admin¨ªculos picaroncetes. Y est¨¢ llena de personas inquietas como yo. Enseguida me intereso por una imprescindible paella que sirve para hacer un huevo frito en forma de pene. La adquiero. Y tambi¨¦n tienen vestidos de enfermera sexy. En cambio, no tienen vestidos de escritora ligerita, con lo bien que me ir¨ªa a m¨ª poder disfrazarme esta noche y decir: "Y ahora... vamos a jugar a que t¨² eres mi editor y tienes que pagarme el anticipo... Mmm... ?O prefieres pag¨¢rselo a mi negro? ?Quieres que hablemos de derechos de autor...?". Y, por favor, espero me perdonen por haber dicho "derechos de autor", en lugar del correcto "derechos de autor/a".
De nuevo en la izquierda del Eixample, me paro en la perfumer¨ªa y droguer¨ªa Sebasti¨¤, de la calle de Mallorca con Borrell. En los cristales han pegado un coraz¨®n rojo en el que se lee: "?Por qu¨¦ dices que no si en el fondo te encanta?". Y, desde luego, han dispuesto las colonias de forma art¨ªstica. Un envase de Amor, amor aqu¨ª, otro de Pura esencia, de David Bisbal, all¨¢, uno de Antonio Banderas acull¨¢... Pero no puedo entretenerme. Es hora de ir al s¨²per. Y, desde luego, entro en el Suma (enfrente) porque es un establecimiento que suele celebrar las fiestas como Dios manda. Por supuesto, este San Valent¨ªn tampoco me defraudan. Junto a la puerta, ya me encuentro con una mesa cubierta con tela roja que contiene: la popular caja roja de bombones Nestl¨¦, una cajita de pl¨¢stico transparente con un coraz¨®n rojo de papel que lleva, seg¨²n reza la etiqueta, "aguacates de San Valent¨ªn", botellas de cava Anna de Codorn¨ªu, unas orqu¨ªdeas en un tiesto de cer¨¢mica blanca, la no menos popular caja de bombones Ferrero Roch¨¦ y la colonia Ye Ki P¨¦ de Joaquin Cortes. Un poco m¨¢s adelante, otro expositor decorado con la misma tela muestra toda clase de cajas de bombones aunque tambi¨¦n (no pregunten la raz¨®n) envases de Nocilla antigoteo. Pero lo que me emociona de verdad es ver que las simp¨¢ticas vendedoras de la carne han sacado un producto que para m¨ª es como de la familia, porque ya lo sacaron por navidad. Se trata de una caja de cart¨®n que contiene pato a la naranja precocinado, especial para las parejas rom¨¢nticas con poco presupuesto. En una esquina del cart¨®n se puede leer "chin, chin" junto al dibujo de dos copas de cava, y tambi¨¦n se lee la frase: "Felices fiestas". Juro que por Sant Jordi me lo compro.
Y ahora me voy a la licorer¨ªa Torres, de la calle del Nou de la Rambla, a ver si en el aparador han puesto botellas de Baileys y de Tol¨®n, el licor de leche merengada que tanto gusta a algunas f¨¦minas. Y, luego, tengo que enviar un mensaje al 343 para "sorprender a mi pareja" con una postal virtual rom¨¢ntica.
Pero, de camino, paso por delante del club de alterne Kiss Me, en Mallorca con Viladomat. En la puerta de este local no han colgado ning¨²n coraz¨®n, pero es normal. Ellos van a su ritmo. De hecho, todav¨ªa no han quitado el cartel luminoso de "Felices fiestas" que pusieron por Navidad. ?Abrir¨¢n hoy?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.