China opta por el desarrollo sostenible

Ya no vale el desarrollo a cualquier precio. Despu¨¦s de casi tres d¨¦cadas de avance vertiginoso, el Gobierno chino quiere poner freno a la degradaci¨®n medioambiental y bascular hacia un modelo sostenible que asegure el futuro de la econom¨ªa del gigante asi¨¢tico a largo plazo. As¨ª lo asegur¨® ayer el primer ministro, Wen Jiabao, en la apertura de la sesi¨®n anual de la Asamblea Popular Nacional (APN), que durar¨¢ 12 d¨ªas. Wen dijo que Pek¨ªn har¨¢ m¨¢s esfuerzos para ahorrar energ¨ªa, reducir la contaminaci¨®n y mejorar la eficiencia y la calidad del crecimiento. El Gobierno de Pek¨ªn se comprometi¨® tambi¨¦n a dar m¨¢s apoyo a la educaci¨®n, mejorar el precario sistema sanitario y reducir las desigualdades, especialmente las que soporta el mundo rural.

El 90% de la poblaci¨®n rural no tiene ning¨²n tipo de seguro ni puede pagar a un m¨¦dico

"Nuestro modelo de crecimiento econ¨®mico es ineficiente. Esto se puede ver en el excesivo consumo de energ¨ªa y la grave contaminaci¨®n ambiental", dijo el primer ministro chino. "Debemos evitar buscar s¨®lo un crecimiento m¨¢s r¨¢pido".

China no logr¨® alcanzar en 2006 las metas de control medioambiental que se hab¨ªa marcado. El Gobierno ha culpado a algunos funcionarios locales -obsesionados por el desarrollo de sus provincias- de saltarse los objetivos, por lo que Wen asegur¨® que habr¨¢ que aplicar medidas estrictas. "Implantaremos un sistema de supervisi¨®n m¨¢s efectivo y castigaremos con decisi¨®n cualquier acci¨®n que viole las leyes y las regulaciones", se?al¨®.

Pero no ser¨¢ f¨¢cil. El pa¨ªs crece desde hace a?os a ritmos que rondan el 10% anual sin prestar gran atenci¨®n al coste ecol¨®gico, y, aunque el primer ministro dijo que espera un aumento del PIB (producto interior bruto) del 8% para este a?o, reconoci¨® que se trata s¨®lo de una cifra con finalidad presupuestaria, que puede variar "una cierta cantidad sobre lo establecido". Pek¨ªn da desde hace a?os unas estimaciones que se ven tradicionalmente superadas con creces.

La intervenci¨®n de Wen, que fue interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de los casi 3.000 diputados de todo el pa¨ªs reunidos en el anfiteatro del Gran Palacio del Pueblo, dej¨® traslucir, no obstante, cierta satisfacci¨®n por la evoluci¨®n de la econom¨ªa, una vez que parecen dominados los riesgos de sobrecalentamiento que flotaban sobre el pa¨ªs el a?o pasado. El plan, ahora, seg¨²n dijo, es reequilibrar el modelo, e impulsar el consumo interno al tiempo que se mantienen las exportaciones, que, seg¨²n advirti¨®, deber¨¢n seguir siendo uno de los motores de la actividad y del empleo.

La presentaci¨®n del informe sobre el trabajo del Gobierno en 2006 y los objetivos para 2007 consisti¨® en un recopilatorio de iniciativas ya anunciadas anteriormente, en el que hubo poco espacio para la pol¨ªtica interior y la internacional. El desarrollo de una "sociedad armoniosa" -t¨¦rmino que emple¨® tambi¨¦n para referirse a la visi¨®n que tiene China del mundo, que, seg¨²n afirm¨®, atraviesa una situaci¨®n "incierta y complicada"-, y la reducci¨®n de las desigualdades sociales -que no dejan de crecer a pesar de que Pek¨ªn asegura que disminuirlas es una de sus prioridades- ocuparon tambi¨¦n buena parte de la intervenci¨®n, que dur¨® dos horas y cuarto.

Wen dijo que el Gobierno se esforzar¨¢ por mejorar los ingresos en el campo, donde viven dos tercios de la poblaci¨®n; crear una red de seguridad social, y establecer un sistema sanitario en las zonas rurales, en las que el 90% de la poblaci¨®n no tiene ning¨²n tipo de seguro y no puede acceder al m¨¦dico, debido al coste. La inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos chinos carece de cobertura sanitaria, en un pa¨ªs donde la medicina es de pago, ya sea p¨²blica o privada.

Pek¨ªn continuar¨¢ el plan de extender la gratuidad de los nueve a?os de educaci¨®n obligatoria en las zonas rurales, lo que permitir¨¢ aliviar la presi¨®n financiera a un total de 150 millones de familias, seg¨²n se?al¨® Wen. El Gobierno tambi¨¦n prometi¨® incrementar el gasto en pensiones, y otras formas de seguridad social.

Como ocurre cada a?o por estas fechas, las autoridades han reforzado las medidas de seguridad para evitar posibles protestas de los cientos de ciudadanos que suelen acudir a Pek¨ªn procedentes de todo el pa¨ªs para intentar trasladar sus quejas a los parlamentarios. Alrededor de 500.000 personas, muchas de ellas jubilados y desempleados, han sido movilizadas para controlar a la poblaci¨®n.

Las calles aleda?as a la plaza Tiananmen han sido cortadas. Centenares de polic¨ªas de uniforme y de paisano escudri?aban ayer a quienes se acercaban a la entrada de la Ciudad Prohibida, y hurgaban en los bolsos de quienes parec¨ªan campesinos y pod¨ªan esconder octavillas que pretendieran arrojar sobre la plaza. En la capital, disidentes y activistas est¨¢n sometidos a vigilancia.