Arrecia la batalla por el Poder Judicial
El PP quiere que Hernando impida la creaci¨®n de un nuevo partido 'abertzale'
Como los jueces no se meten en pol¨ªtica, debe ser casualidad que desde el Tribunal Constitucional hasta el ¨²ltimo juzgado de provincias el Gobierno se enfrente a toda suerte de conflictos, en todas las instancias y jurisdicciones. O puede que el Partido Popular, que mantiene bloqueada desde noviembre la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y que ha abocado al Constitucional a la mayor crisis de toda su historia al conseguir recusar a un magistrado, tenga cierto inter¨¦s en que la ofensiva se prolongue.
El nombramiento de Fern¨¢ndez Bermejo ha concitado las iras del Partido Popular
El nombramiento del nuevo titular de Justicia, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, ha concitado las iras del primer partido de la oposici¨®n, pero el panorama al que se enfrenta el ministro resulta desolador: batallas en todas los frentes y menos de un a?o para concluir una legislatura que el PP quiere borrar hasta del BOE. Estos son los principales escenarios de cada batalla y de cada emboscada.
- Renovaci¨®n del CGPJ. A reserva de lo que el ministro de Justicia, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, anuncie el mi¨¦rcoles en el Congreso sobre pol¨ªtica de su departamento, diversas fuentes consultadas apuntan que el PSOE tendr¨ªa intenci¨®n de abrir el proceso de renovaci¨®n convocando al resto de los grupos para renovar el Consejo. Impulsar medidas en la l¨ªnea de unificar agendas, fechas de reuniones y promover acuerdos a fin de que, si el PP no entra al juego, dejar en evidencia que es el ¨²nico que se opone.
En realidad, la renovaci¨®n podr¨ªa cerrarse en cuesti¨®n de horas, puesto que PP y PSOE ya tienen perfilados los nombres de sus candidatos. A falta cerrar si el PP tendr¨¢ ocho o nueve consejeros, -exige un m¨ªnimo de nueve para tener minor¨ªa de bloqueo en los nombramientos-, la posible composici¨®n final podr¨ªa ser de nueve consejeros para el PSOE, nueve para el PP, uno para CiU y otro para el PNV.
El PP quiere repetir el mismo modelo del Consejo actual: un bloque monol¨ªtico de nueve incondicionales que voten como un solo hombre y en sinton¨ªa con las directrices de la calle G¨¦nova. Algunos de los nombres que se han barajado proceden del sector m¨¢s talib¨¢n de la conservadora y mayoritaria Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM): el magistrado del Tribunal Supremo Jos¨¦ Souto, que actuar¨ªa de delegado de la APM en el Consejo; la juez de Madrid Gemma Gallego, empe?ada en sentar en el banquillo a la c¨²pula de la Polic¨ªa Cient¨ªfica por negarse a relacionar el 11-M con ETA; y Concepci¨®n Espejel, presidenta de la Audiencia de Guadalajara. El PP tambi¨¦n asumir¨ªa en su bloque a la juez Beatriz Grande Pesquera, amiga de Eduardo Zaplana y ganadora de unas elecciones de no asociados tras haber sido militante de la APM.
El PSOE quiere mantener la paridad entre sus nueve candidatos, nombrar al presidente -te¨®ricamente lo nombran los 20 nuevos consejeros- y armar una formaci¨®n capaz de mantener a raya a los conservadores. Barajan nombres como la magistrada del Tribunal Supremo Margarita Robles, de la asociaci¨®n Jueces para Democracia, o Miguel Carmona, presidente de la Audiencia de Sevilla y de la misma asociaci¨®n. El PSOE asumir¨ªa a un representante de la asociaci¨®n centrista Francisco de Vitoria -ausente del actual Consejo-, cargo para el que se proyecta el magistrado Manuel Torres Vela. Por el PNV, que tampoco ha tenido representante en los ¨²ltimos cinco a?os, parece segura la candidatura de la diputada Margarita Ur¨ªa.
Para presidente del Poder Judicial se baraj¨® el nombre del presidente de la Audiencia Nacional, Carlos D¨ªvar, que parece descartado fundamentalmente por no ser magistrado del Supremo, tribunal que tambi¨¦n tendr¨ªa que presidir. La presidencia se resolver¨¢ en el ¨²ltimo momento.
Por el momento no se contempla una dimisi¨®n colectiva de los vocales de la izquierda para forzar la inoperancia del Consejo, al estilo de las dimisiones que acabaron con el Consejo del Poder Judicial presidido por Pascual Sala en 1996. El Pleno del CGPJ precisa de al menos 13 vocales para funcionar, lo que har¨ªa preciso la dimisi¨®n de al menos seis consejeros, de los que dos tendr¨ªan que ser judiciales y por ello podr¨ªan tener problemas disciplinarios.
- Tribunal Supremo. A corto plazo, el principal incendio puede propagarse en la Sala Especial encargada de aplicar la Ley de Partidos Pol¨ªticos, tambi¨¦n llamada Sala del art¨ªculo 61. No para ilegalizar "de oficio" el Partido Comunista de las Tierras Vascas, como se ha venido insinuando. Seg¨²n fuentes del Supremo, la Sala Especial no puede actuar de oficio, y aun si lo intentase, sin el impulso del Gobierno o del Ministerio Fiscal ser¨ªa virtualmente imposible sacar la ilegalizaci¨®n adelante.
En cambio, en medios judiciales pr¨®ximos al Gobierno preocupa m¨¢s que la Sala Especial act¨²e contra un nuevo partido que surgiese de la izquierda abertzale, si ¨¦sta acaba pasando por ventanilla con la intenci¨®n de presentarse a las elecciones municipales. Con unos estatutos aceptables en los que de alguna forma se desprendiese la renuncia a la violencia mediante la aceptaci¨®n del juego democr¨¢tico, el ¨²nico requisito para la legalizaci¨®n ser¨ªa pasar por el Registro de Partidos Pol¨ªticos y que el Ministerio del Interior no los enviase al Ministerio Fiscal para que ¨¦ste los impugnase. As¨ª, el nuevo partido abertzale podr¨ªa quedar inscrito.
Sin embargo, la Sala Especial del Supremo puede entrar a considerar que el nuevo partido se ha constituido en fraude de ley o que es continuador o sucesor de la ilegalizada Batasuna, en los t¨¦rminos establecidos en el art¨ªculo 12.1.b) de la Ley de Partidos Pol¨ªticos y aplicar el art¨ªculo 12.2, seg¨²n el cual corresponde a la Sala Especial asegurar, en tr¨¢mite de ejecuci¨®n de sentencia, que se ejecuten y respeten todos los efectos previstos para el supuesto de disoluci¨®n.
De ah¨ª que, seg¨²n las citadas fuentes, el PP est¨¦ resuelto a mantener de momento el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial, puesto que el presidente de este organismo, Francisco Hernando, preside tambi¨¦n el Tribunal Supremo, y como presidente del Supremo preside tambi¨¦n de la Sala Especial. Dada la trayectoria de Hernando, el inter¨¦s del PP en mantenerle al frente de las tres instancias y de no renovar el Consejo se deduce por s¨ª solo.
Pero antes hay que resolver de qu¨¦ lado cae la ¨²ltima formaci¨®n de la Sala Especial, lo que depender¨¢ finalmente de cu¨¢l de los dos ¨²ltimos magistrados nombrados el mismo d¨ªa para el Supremo, Luciano Varela, progresista de Jueces para la Democracia, o Antonio Marchena, un destacado fiscal de derechas, accede en ¨²ltimo lugar al alto tribunal. El ¨²ltimo en acceder es considerado el magistrado m¨¢s moderno, y pasa autom¨¢ticamente a formar parte de la Sala Especial. Y de ese nombramiento en una Sala de 16 jueces puede depender la orientaci¨®n que tenga la Sala Especial, dado que una eventual incorporaci¨®n de Varela llevar¨ªa a un virtual empate entre ambas tendencias.
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