El vestuario del Madrid reivindica el toque
"Hemos demostrado que as¨ª podemos ganarle a cualquiera", dice Guti
Puede que el cl¨¢sico del Camp Nou no decida la Liga. Pero el vestuario del Madrid ya no volver¨¢ a ser el mismo. La doctrina de Capello ha sufrido un duro varapalo. Las viejas costumbres recuperan terreno en la misma medida en que Cannavaro y Emerson lo pierden. En esa clave hay que escuchar a Guti, capit¨¢n e ide¨®logo de la reacci¨®n. "El Madrid juega al toque", dijo ayer, en un acto de sutil subversi¨®n. "Como siempre".
Las palabras de Guti fueron mucho m¨¢s que una declaraci¨®n de intenciones. Tuvieron el aplomo natural de las confesiones. Ah¨ª estaba la verdadera identidad del equipo, al fin y al cabo. "Al toque es como mejor jugamos y hemos demostrado que de esta manera podemos ganar a cualquiera", apostill¨®.
Capello dec¨ªa en octubre que "tocar" se hace en muy pocos sitios y que es un f¨²tbol del pasado
Las cosas han cambiado mucho desde que Capello expuso su verdadero yo en aquella entrevista concedida a Canal+, el pasado octubre. "Tengo por costumbre ver muchos partidos de Brasil y Argentina", dijo; "y eso de tocar es muy antiguo y se hace en muy pocos sitios. El toque-toque-toque-y-toque ya es ex f¨²tbol".
Ahora Capello sabe que no puede entrar al vestuario con ese discurso. Despu¨¦s del fracaso de M¨²nich, y, sobre todo, despu¨¦s del empate en Barcelona (3-3), su papel ha quedado empeque?ecido. Hace cuatro meses, Capello era el hombre fuerte del Madrid. Ahora, su posici¨®n es vol¨¢til. En la misma medida en que el entrenador pierde poder, los jugadores lo recuperan. No se trata de Emerson ni de Cannavaro, incapaces de adaptarse. Se trata de Guti, de Helguera, de Sergio Ramos, de Ra¨²l y de Salgado, que han tomado la iniciativa con la ayuda de Van Nistelrooy, de Torres, de Gago y de Higua¨ªn. Como dijo Salgado: "Del Camp Nou el grupo sali¨® fortalecido".
Hasta hace unos d¨ªas, el vestuario del Madrid no alimentaba los humos de otros a?os. Desde hace varias temporadas los jugadores entraban y sal¨ªan con escepticismo. Cada uno por su lado. Empezaban a perder la fe en sus compa?eros y en su oficio. No les quedaba ni la vanidad. Maltratados por sus presidentes, desde Florentino P¨¦rez a Ram¨®n Calder¨®n, que los hab¨ªan acusado p¨²blicamente de maleducados, unas veces fueron utilizados con fines pol¨ªticos. Otras, castigados por Capello, s¨²bitamente recrecido en su papel de polic¨ªa moral.
En plena decadencia an¨ªmica del grupo, Capello dec¨ªa que el toque-toque hab¨ªa muerto. Todav¨ªa esperaba sacar algo bueno de Emerson, su brazo derecho en el campo. Hoy, el t¨¦cnico sabe que se ha quedado solo. Los futbolistas en quienes puso sus esperanzas no le devolvieron el apoyo. Si el f¨²tbol es un permanente juego de apuestas, Capello perdi¨® la suya en M¨²nich. Al dejar a Guti en el banquillo y elegir a Emerson descubri¨® que hab¨ªa fracasado. Por un lado, el plan se le deshizo con un gol de Makaay a los 10 segundos. Por otro, comprob¨® que el vestuario ya no tolerar¨ªa sus tratos de favor hacia Emerson, considerado como un traidor por no jugar en el Bernab¨¦u. Esto le hizo recolocar a Guti. Y trasladar el poder a los jugadores. Ayer, Cicinho se incorpor¨® al entrenamiento con el equipo por primera vez despu¨¦s de sufrir una rotura de los ligamentos cruzados en la rodilla derecha. Adem¨¢s, las pruebas m¨¦dicas confirmaron que Gago tiene una contusi¨®n en el peron¨¦ derecho.
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