La polic¨ªa sigui¨® espor¨¢dicamente a cuatro de los procesados "m¨¢s all¨¢ del 11-M"
Firme, templado, sin eludir una pregunta, el veterano inspector Francisco Javier Santaella relat¨® c¨®mo investig¨® "hasta m¨¢s all¨¢ del 11-M" al grupo de supuestos radicales que se reun¨ªan en casa de la calle Virgen del Coro. El reducido grupo de agentes de asuntos isl¨¢micos de la Brigada Provincial de Informaci¨®n de Madrid s¨®lo pudo hacer "seguimientos espor¨¢dicos" de los supuestos captadores de yihadistas que celebraban reuniones de adoctrinamiento en dicha vivienda. Entre esos, se encontraban cuatro de los procesados por el 11-M y el suicida de Legan¨¦s Serhane el Tunecino. La unidad de Santaella nunca fue reforzada. Ni siquiera cuando Bin Laden amenaz¨® a Espa?a en 2003.
Santaella detall¨® la investigaci¨®n sobre la casa en la que se reun¨ªan los hermanos Moutaz y Mohannad Almallah Dabas, Basel Ghalyoun, Fouad el Morabit o Abdelillah El Fadual (todos procesados) y El Tunecino. Empezaron a saber de ellos en marzo de 2003. Les llam¨® la atenci¨®n las medidas de seguridad de la vivienda y el alto nivel de vida de sus moradores.
El trabajo no fue f¨¢cil. Eran pocos agentes y menos medios. Grabaron con una c¨¢mara de v¨ªdeo prestada y no pod¨ªan vigilar a diario: "Les hicimos seguimientos espor¨¢dicos a los de Virgen del Coro, no de tal hora a tal hora de lunes a viernes... Semanalmente siempre. Pero m¨¢s espor¨¢dicamente, nunca se suspendieron y se siguieron hasta que se detuvo a Basel y Fouad, m¨¢s all¨¢ del 11-M". Santaella dio el motivo de ese tipo de seguimiento: "Nuestro grupo era muy reducido, ¨ªbamos casi siempre al l¨ªmite".
Santaella subray¨® que nunca tuvieron datos para detener, ni los vio el titular del Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 4, Fernando Andreu. "Una alarma de atentado, o de este atentado, por supuesto que no tuvimos". Lo ¨²nico que sab¨ªan es que Almallah hab¨ªa hablado de volar las Torres Kio. Para ¨¦l fue "una fanfarronada".
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