El ladrillo afloja el ritmo
El auge inmobiliario es uno de los pilares del crecimiento, aunque hay indicios de moderaci¨®n tras las subidas de los tipos de inter¨¦s
El ladrillo ha cubierto el paisaje espa?ol en muy pocos a?os. S¨®lo en la d¨¦cada de los noventa se urbaniz¨® una cuarta parte de todo lo edificado en el pa¨ªs desde la ¨¦poca de los romanos. As¨ª lo cuenta a sus alumnos Gerardo Roger, arquitecto y profesor de Urbanismo en varias universidades, entre ellas la Carlos III de Madrid. El dato procede del Observatorio de la Sostenibilidad en Espa?a y es tan espectacular como casi todos los que definen el sector de la construcci¨®n (de la vivienda en particular).
El auge de la construcci¨®n explica en buena medida la bonanza econ¨®mica de los ¨²ltimos a?os. El sector aporta un 18% al producto interior bruto (PIB), con un creciente peso de la vivienda. De suponer un 40% de las actividades constructoras en 1997 ha pasado al 53% en 2006, explica el economista Julio Rodr¨ªguez. La repercusi¨®n es similar en el mercado de trabajo. La construcci¨®n emplea a m¨¢s de 2,6 millones de personas, el 13% de los ocupados. "Todos los datos indican la potencia econ¨®mica del sector", subraya Roger.
La construcci¨®n emplea a m¨¢s de 2,6 millones de personas, el 13% de los ocupados
Ya se registra un leve descenso en los nuevos cr¨¦ditos a las familias para comprar un piso
Aunque el esplendor de la construcci¨®n est¨¢ lejos de agotarse, algunas brumas comienzan a asomarse a este reluciente escenario. La oferta ha crecido mucho m¨¢s que la demanda en los ¨²ltimos a?os y en alg¨²n momento ese desfase se traducir¨¢ en cifras. Por ahora se registra ya un leve descenso en los nuevos cr¨¦ditos concedidos a las familias para adquirir una vivienda. En los dos ¨²ltimos meses de 2006 se produjo una ca¨ªda del 5,5% respecto al mismo periodo de 2005, seg¨²n datos del Banco de Espa?a. "Esto no hab¨ªa ocurrido nunca en el periodo de auge inmobiliario", asegura Julio Rodr¨ªguez.
Este experto sostiene que los notarios ya est¨¢n registrando ca¨ªda en la compraventa de casas, pese a que el ritmo de construcci¨®n a¨²n no se ha visto afectado. En menos de 10 a?os, el volumen de viviendas iniciadas pr¨¢cticamente se ha triplicado, hasta alcanzar 863.000 viviendas visadas por los arquitectos en 2006. Los expertos consideran que este ritmo no puede continuar y que en 2007 no sumar¨¢n 700.000. Gerardo Roger ofrece un argumento de peso: "Las viviendas iniciadas suponen dos veces y media la demanda de pisos para primera residencia". Las que no son primera vivienda se conservan como segundas residencias (de espa?oles y de extranjeros) o como inversi¨®n. "El hecho de que los tipos de inter¨¦s est¨¦n subiendo y a la vez que la Bolsa est¨¦ dando buenos frutos har¨¢ que una parte del dinero en pisos vaya a la renta variable", vaticina este arquitecto.
El elemento que m¨¢s se resiste a la inflexi¨®n es el precio. Tras casi 10 a?os de crecimiento exponencial, que han convertido las casas en objetos de lujo, el mayor logro consiste en que el ritmo de encarecimiento de los inmuebles haya abandonado los dos d¨ªgitos. La vivienda se revaloriz¨® un 9,1% el a?o pasado, la menor subida desde el a?o 2000, seg¨²n las cifras del Ministerio de Vivienda. Con todo, triplica la inflaci¨®n y el avance de los salarios en 2006.
El ¨²nico dato esperanzador en ese mar de precios prohibitivos es la ca¨ªda que se registra ya en algunos territorios. Aunque no son los m¨¢s significativos (Melilla, Galicia y Arag¨®n), los analistas consideran que algunos n¨²cleos urbanos ya comienzan a resentirse.
El segmento m¨¢s desprotegido en toda esa revalorizaci¨®n del ladrillo son los hogares. La vivienda los ha convertido a la vez en ricos y pobres. Ricos porque los pisos que poseen valen m¨¢s y, en caso de venderlos, ingresan cantidades muy superiores a las que pagaron por ellos. Y pobres porque quienes pagan una hipoteca est¨¢n cada vez m¨¢s con el agua al cuello. El nivel de endeudamiento familiar alcanza ya el 125% de la renta disponible y la tasa de ahorro apenas supera el 7%. Hacer frente al pr¨¦stamo contra¨ªdo para comprar un piso detrae de media un 40,1% del salario.
Pese a todo, casi todos los expertos avistan un aterrizaje suave de las magnitudes ligadas a la vivienda. El propio Banco de Espa?a ha suavizado su discurso respecto al riesgo del sobreendeudamiento y su director general, Jos¨¦ Luis Malo de Molina, descartaba esta semana una crisis hipotecaria como la estadounidense. "Esperemos que no haya riesgos a corto ni a medio plazo. Otra cosa son las familias, a las que a lo mejor hay que echar una mano", expone Roger. Rodr¨ªguez a?ade: "Las familias van a soportar las subidas de tipos, pero con problemas".
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