Los bolos de Orson

En 1948, un Orson Welles en horas bajas profesionales y personales comenz¨® su periplo de interpretaciones basura por los m¨¢s amplios rincones del mundo. Unos trabajos que, gracias a su racial instinto, le llevaban a convertir la bajada de pantalones creativa en una aut¨¦ntica experiencia vital. Partiendo de esta premisa, el escritor y cineasta Davide Ferrario (conocido por su homenaje a Buster Keaton en Doppo Mezzanotte) escribi¨® la novela de intriga Fundido a negro, trasladada ahora al cine por el brit¨¢nico Oliver Parker (Un marido ideal).

Welles, reci¨¦n abandonado por Rita Hayworth y en busca del dinero y la libertad creativa que ya le empiezan a negar en Hollywood, encuentra en el rodaje de la vulgar Cagliostro lo que m¨¢s le gusta: mujeres guapas y un pa¨ªs efervescente tras la ca¨ªda de Mussolini. Ferrario y Parker captan muy bien el narcisismo y el egocentrismo de Welles, aunque la intriga criminal, en tono de cine negro, huela un tanto a?eja en la forma. Sin embargo, y a pesar de los abundantes ingredientes para los cin¨¦filos, la trama que termina imponiendo su inter¨¦s es la pol¨ªtica, con la alianza entre la mafia, la democracia-cristiana y la CIA en busca de la derrota de los comunistas en las primeras elecciones democr¨¢ticas tras la guerra.