Una gran b¨®veda de cristal
El desalojo de la Biblioteca Nacional de su antigua ubicaci¨®n, en el coraz¨®n del British Museum, permiti¨® la espectacular transformaci¨®n de la pionera instituci¨®n estatal en un museo del siglo XXI. Se recuperaron los viejos almacenes de libros y, m¨¢s importante, se habilit¨®, por primera vez desde 1857, el patio interior que rodea la hist¨®rica Reading Room (Sala de Lectura), ganando un 40% de espacio destinado al p¨²blico.
Con la remodelaci¨®n, firmada por el estudio de Norman Foster, se cre¨® el Great Court, una luminosa superficie de 8.000 metros cuadrados cubierta por una b¨®veda de cristal sostenida entre una estructura de metal. Fue uno de los grandes proyectos muse¨ªsticos brit¨¢nicos del nuevo milenio, con un presupuesto de 100 millones de libras (unos 147 millones de euros), que inaugur¨® Isabel II en diciembre de 2000.
El Great Court -Gran Patio y acceso principal al museo- resolvi¨® el agobiante problema de congesti¨®n humana que arrastraba esta instituci¨®n fundada en 1753. La nueva entrada creada por Foster conduce directamente a las distintas alas norte, sur y este del museo, dispersando la circulaci¨®n de sus cerca de cinco millones de visitantes anuales. Est¨¢ presidida por la antigua Sala de Lectura -reconvertida en centro de informaci¨®n y biblioteca especializados en la colecci¨®n del British- a la que rodean dos escalinatas y la tienda de recuerdos.
En la primera planta hay un restaurante con vistas panor¨¢micas y un puente de acceso a las galer¨ªas superiores del museo. En el siguiente nivel, se cre¨® un espacio dedicado a las exposiciones temporales y en el subsuelo del patio se abrieron salas y auditorios para funciones educativas, audiovisuales, charlas y conferencias.
En retrospectiva, la sala de exposiciones temporales ha resultado un fracaso. Es peque?a, adem¨¢s de agobiante, para albergar el ambicioso programa de su actual director, Neil MacGregor. La soluci¨®n la aporta el propio museo. Los soldados de terracota de la ciudad de Xian, que el Gobierno chino enviar¨¢ en pr¨¦stamo el pr¨®ximo septiembre al barrio londinense de Bloomsbury, se exhibir¨¢n en la Sala de Lectura. Exposiciones anteriores, entre ellas la dedicada a la antigua Persia o la superpopular muestra de dibujos de Miguel ?ngel, han tenido que instalarse en otras galer¨ªas de la instituci¨®n, con los consiguientes problemas log¨ªsticos.
La reconversi¨®n cumpli¨® su objetivo de dispersi¨®n del p¨²blico, multiplicando las opciones de circulaci¨®n. Y para un museo de entrada gratuita, siempre corto de ayudas estatales, ha generado nuevas fuentes de ingresos a trav¨¦s de las tiendas, caf¨¦s y restaurantes del Great Court. La gran b¨®veda de cristal es hoy punto de encuentro y descanso de brit¨¢nicos y extranjeros y uno de los espacios londinenses m¨¢s solicitados por las corporaciones y asociaciones art¨ªsticas para entretener a sus socios y clientes.
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