Dos millones de enfermos renales ocultos
La patolog¨ªa renal no diagnosticada aumenta el riesgo cardiovascular y lleva a una insuficiencia severa
Si se confirman los resultados preliminares del estudio Epirce (Epidemiolog¨ªa de la Insuficiencia Renal Cr¨®nica en Espa?a), es posible que haya m¨¢s de dos millones de espa?oles que desconocen que tienen un problema con sus ri?ones. "El 6% de la poblaci¨®n general padece insuficiencia renal cr¨®nica, pero m¨¢s del 95% lo ignora. Es un importante problema de salud p¨²blica porque la salud renal es, en el fondo, el centinela de la salud cardiovascular", advierte ?ngel L. de Francisco, presidente de la Sociedad Espa?ola de Nefrolog¨ªa (SEN), sociedad que, junto a las de Atenci¨®n Primaria y la de Bioqu¨ªmica Cl¨ªnica y Patolog¨ªa Molecular (SEQC), ha impulsado una acci¨®n estrat¨¦gica cuyo principal objetivo es la identificaci¨®n temprana de la enfermedad renal en la poblaci¨®n general, especialmente en los mayores de 60 a?os, donde es m¨¢s prevalente.
El estudio Epirce indica que el 11% de la poblaci¨®n adulta sufre alg¨²n grado de enfermedad renal cr¨®nica
La disminuci¨®n renal se acompa?a de factores de riesgo cardiovascular como hipertensi¨®n, obesidad o diabetes
La enfermedad renal cr¨®nica (ERC) se define por la eliminaci¨®n de alb¨²mina a trav¨¦s del ri?¨®n, la presencia de alteraciones renales o por tener una funci¨®n de los ri?ones inferior al 50%. De acuerdo con el Registro de Enfermos Renales de la SEN, Espa?a se encuentra entre los pa¨ªses europeos con una mayor prevalencia de enfermedad terminal. Y el problema, estrechamente relacionado con el envejecimiento de la poblaci¨®n y la alta prevalencia de diabetes e hipertensi¨®n arterial, podr¨ªa aumentar en los pr¨®ximos a?os. El coste de la enfermedad renal en Espa?a es de 800 millones de euros al a?o.
El estudio Epirce indica que el 11% de la poblaci¨®n adulta sufre alg¨²n grado de enfermedad renal cr¨®nica. Esto explicar¨ªa la elevada mortalidad entre los pacientes sometidos a tratamiento renal sustitutivo, como di¨¢lisis, y sugiere que el diagn¨®stico se hace con retraso en muchas ocasiones. "La mayor¨ªa de los enfermos diagnosticados de insuficiencia renal cr¨®nica (funci¨®n renal inferior al 50%) reciben el tratamiento cuando la patolog¨ªa est¨¢ muy avanzada", asegura el presidente de la SEN. "Y ello ocurre porque el m¨¦todo actual para analizar la funci¨®n renal (valoraci¨®n de los niveles de creatinina s¨¦rica) es ineficaz. Es un par¨¢metro que no refleja el mismo grado de funci¨®n renal en todos los casos y afecta especialmente a los de edad avanzada, en los que suele producirse una sobreestimaci¨®n de la funci¨®n renal. Sirve para valorar la progresi¨®n de la enfermedad, no para diagnosticar", explica Alfonso Otero, del Complexo Hospitalario de Ourense.
Otero, coordinador del Epirce, advierte de que el n¨²mero de espa?oles con enfermedad renal cr¨®nica es muy elevado. "Si extrapolamos los datos del censo de poblaci¨®n mayor de 18 a?os, habr¨ªa m¨¢s de cuatro millones de adultos con ERC y cerca de dos millones con insuficiencia renal. Y, teniendo en cuenta que el nivel de desconocimiento es superior al 90%, se podr¨ªa estar hablando de m¨¢s de dos millones de espa?oles con insuficiencia renal cr¨®nica oculta", indica De Francisco. Aqu¨ª s¨ª estamos al mismo nivel de Europa, donde el grado de conocimiento de la enfermedad es inferior al 2%.
Tener una funci¨®n renal deteriorada es de por s¨ª un riesgo para la salud; pero resulta m¨¢s grave porque est¨¢ ¨ªntimamente relacionada con las enfermedades cardiovasculares. "Los pacientes en di¨¢lisis son s¨®lo la punta del iceberg", advierte Otero. Los que llegan a di¨¢lisis, seg¨²n De Francisco, son los afortunados que han sobrevivido. "La mayor¨ªa fallece por causas cardiovasculares durante el curso de la patolog¨ªa". Los datos del Epirce, que analiza a 8.000 personas en toda Espa?a, muestran que la disminuci¨®n renal se acompa?a de factores de riesgo cardiovasculares como la hipertensi¨®n, obesidad, diabetes o colesterol alto.
La cifra de enfermos renales es mayor cuando se analiza la poblaci¨®n que acude a las consultas de atenci¨®n primaria. Un estudio realizado en 7.000 pacientes de m¨¢s de 100 centros de primaria de Espa?a, el Erocap, muestra un aumento en el n¨²mero de personas con enfermedad renal en atenci¨®n primaria. De una prevalencia del 6% se pasa a m¨¢s del 21%. "Es decir, una de cada cinco personas, y la cifra es especialmente elevada en mujeres mayores de 70 a?os", se?ala De Francisco. Adem¨¢s, indica Mar¨ªa Isabel Egocheaga, del Centro de Salud Isla de Oza (Madrid), la mayor¨ªa de los pacientes presenta un mayor riesgo cardiovascular, por lo que se hacen necesarias medidas de detecci¨®n precoz.
El problema de la identificaci¨®n del da?o en la funci¨®n renal en las fases iniciales radica en que no existen "par¨¢metros fidedignos para calcularla, como ocurre, por ejemplo, con el colesterol", apunta el presidente de la SEN. "La medida del filtrado glomerular es el mejor ¨ªndice para evaluar la funci¨®n renal, pero la complejidad y dificultades t¨¦cnicas en su realizaci¨®n hacen que en la pr¨¢ctica sea sustituida por la valoraci¨®n de la concentraci¨®n plasm¨¢tica de creatinina.
Sin embargo, la relaci¨®n entre ¨¦sta y el filtrado glomerular no es perfecta y se ve afectada por m¨²ltiples factores como edad, sexo, masa muscular o etnia. Ello significa que en determinados grupos de poblaci¨®n, como ancianos y mujeres, los valores de creatinina pueden situarse dentro de la normalidad, y sin embargo existir importantes descensos del filtrado glomerular (incluso pr¨®ximos al 50%), o lo que es lo mismo, que exista un deterioro de la funci¨®n renal", explica la bioqu¨ªmica Silvia Gracia, de la Fundaci¨®n Puigvert (Barcelona).
Por ello, la SEN y la SEQC han elaborado un documento de consenso con el objetivo de introducir de forma autom¨¢tica en los informes de todos los laboratorios el valor de la funci¨®n renal plasm¨¢tica (f¨®rmula MDRD). "Mejora la relaci¨®n entre la concentraci¨®n de creatinina y el filtrado glomerular. Para calcularla son necesarios, adem¨¢s del valor de la creatinina plasm¨¢tica, el sexo, la edad y la raza. La estimaci¨®n del filtrado glomerular mediante esta f¨®rmula es el mejor ¨ªndice para valorar la funci¨®n renal", aclara Gracia. Adem¨¢s, su incorporaci¨®n a los laboratorios de an¨¢lisis cl¨ªnicos no plantea ning¨²n problema. Otro aspecto no menos importante, recuerda Gracia, es que "no representa ning¨²n coste adicional a la medida de creatinina plasm¨¢tica".
Al mejorar la detecci¨®n de la enfermedad gracias a este sencillo marcador se podr¨¢ reducir la cifra de personas con insuficiencia renal oculta. "No hablamos de un programa de cribado a toda la poblaci¨®n general, sino en aquellos que tienen mayor riesgo: mayores de 60 a?os, diab¨¦ticos, hipertensos, etc¨¦tera", afirma el presidente de la SEN. Otero cree que, gracias a este diagn¨®stico precoz, se establecer¨ªan pautas de prevenci¨®n para reducir la mortalidad de los pacientes en di¨¢lisis al llegar en mejor estado.
El conocimiento precoz de la enfermedad renal puede condicionar un mejor manejo del riesgo cardiovascular, evitar la prescripci¨®n de f¨¢rmacos que afecten la funci¨®n renal y facilitar la labor de los especialistas para mejorar la atenci¨®n a largo plazo. Tanto la SEN como las sociedades m¨¦dicas de primaria (SEMG, Semergen y Semfyc) destacan la necesidad de identificar a los pacientes con insuficiencia renal para que se les determine su funci¨®n renal correctamente. Egocheaga se?ala que se ha elaborado un documento de consenso para los m¨¦dicos de primaria que sienta las bases para el diagn¨®stico y la actuaci¨®n id¨®nea en cada caso.
Estrategia de sensibilizaci¨®n
M¨¢s de 500 millones de personas en el mundo tienen enfermedad renal cr¨®nica. La mayor¨ªa no llega a di¨¢lisis y fallecen por causas cardiovasculares. Adem¨¢s, las perspectivas no son muy halag¨¹e?as. Por ello, La National Kidney Foundation y la International Society of Nephrology, de la que Espa?a forma parte a trav¨¦s de la Sociedad Espa?ola de Nefrolog¨ªa (SEN), celebraron el D¨ªa Mundial del Ri?¨®n, una acci¨®n que pretende alertar a las autoridades sanitarias y a la poblaci¨®n de que, a diferencia de lo que ocurre con otras enfermedades cr¨®nicas como la hipertensi¨®n arterial y la diabetes, no hay una sensibilizaci¨®n sobre la gravedad de esta nueva epidemia.
La SEN, en colaboraci¨®n con la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes, la Sociedad Espa?ola de Enfermer¨ªa Nefrol¨®gica y la Federaci¨®n Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Ri?¨®n, ha dise?ado una estrategia que pretende abordar de forma global la enfermedad renal cr¨®nica. Para ello quiere definir con claridad la realidad epidemiol¨®gica actual de la insuficiencia renal en Espa?a; detectar los pacientes en riesgo para desarrollar insuficiencia renal o con insuficiencia renal, tanto en fases iniciales como avanzadas; optimizar su tratamiento y disminuir la morbimortalidad cardiovascular asociada a ella. "Se trata de evitar la detecci¨®n tard¨ªa de los pacientes con insuficiencia renal que presumiblemente necesitar¨¢n a medio o largo plazo tratamiento renal sustitutivo", asegura el nefr¨®logo ?ngel Luis de Francisco, del hospital Marqu¨¦s de Valdecilla (Santander). O, como dice Alfonso Otero, del Complexo Hospitalario de Ourense, "acabar con el infradiagn¨®stico de la enfermedad renal cr¨®nica".
Entre las acciones emprendidas destaca el proyecto Avanza, un estudio sobre la enfermedad renal cr¨®nica en familiares de pacientes con insuficiencia renal. "Los datos preliminares apuntan que el an¨¢lisis y la detecci¨®n temprana de la enfermedad en personas predispuestas puede reducir significativamente la progresi¨®n y complicaciones", se?ala el nefr¨®logo del hospital c¨¢ntabro. Otro estudio, que ha controlado a 1.000 pacientes con insuficiencia renal seguidos durante m¨¢s de dos a?os, demuestra que existe una alta morbimortalidad y subraya la necesidad de una detecci¨®n precoz y una acci¨®n preventiva de las numerosas complicaciones cardiovasculares. De Francisco considera que "las administraciones sanitarias deben adoptar una pol¨ªtica de salud renal precisa, que se puede integrar dentro de las estrategias sobre salud cardiovascular".
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