Casta y punto
Rara vez se tiene la oportunidad que EL PA?S nos brind¨® hace un par de semanas al revelar la cesta de la compra de Zaplana en toda su crudeza. ?Qu¨¦ ha pasado con el asunto, por cierto? Desde la laca cargada al erario p¨²blico por otro prohombre del PP no se hab¨ªa visto cosa igual, y, sin embargo, la tormenta parece haber amainado o, quiz¨¢, los jets de alquiler hayan tapado el bosque del pan y las lentejas. Ser¨ªa en mi opini¨®n un gran error insistir en lo segundo a costa de lo primero; que un pol¨ªtico viaje gratis en un avi¨®n, p¨²blico o privado, entra (hasta cierto punto) en la cabeza del contribuyente, pero pagar de tu bolsillo un pack de yogures, sin ni siquiera saber si son desnatados, escama al m¨¢s pintado.
La historia de las facturas pasadas al cobro oficial me ha cautivado tanto que la he seguido al detalle, y siendo como soy un amo de mi casa que tambi¨¦n hace la compra y sigue al d¨ªa la oscilaci¨®n del precio de las cosas, he encontrado, voy a decirlo as¨ª, ciertas peculiaridades ajenas al presunto car¨¢cter delictivo de aquella facturaci¨®n. Los hechos sucedieron cuando Zaplana era ministro de Trabajo (ces¨® tras las elecciones del 2004), y el ministerio est¨¢ en el paseo de la Castellana, no demasiado lejos -hemos sabido- del piso que el hoy portavoz del PP se compr¨® en el mismo paseo; mareados como nos sentimos todos ante las cantidades multimillonarias que se barajan en la compra del piset mallorqu¨ªn de otro ex ministro del PP, Jaume Matas, no se ha puesto ¨¦nfasis en lo que pudo costar aquel piso madrile?o de Zaplana. No hagamos c¨¢balas. Limit¨¦monos a la cesta o bolsa.
Aunque los supermercados del eje Castellana-Orense deben de ser m¨¢s caros que los del barrio de San Cayetano donde yo suelo comprar, he de decir, en honor de Zaplana, que las cantidades cargadas a la Hacienda p¨²blica no est¨¢n sobrepreciadas. Otra cosa es que denoten un buen paladar. Veamos. Hay en la lista que public¨® este peri¨®dico alg¨²n producto del que no puedo dar testimonio consumidor, no gust¨¢ndome el dulce: el membrillo a 1 euro 24 c¨¦ntimos, las galletas a 1,43. Ahora bien, el pan de seis cereales, tan frecuentado por el actual portavoz, s¨ª que val¨ªa a principios del 2004 1,32 euros; hoy est¨¢ a 1,40 euros, y delicioso por cierto, tanto acompa?ando un plato como para el bocata, que es, seg¨²n las conclusiones sacadas, el cometido al que lo destinaba el se?or ministro o su entorno dom¨¦stico. Incluso me atrevo a decir que ese pan es lo ¨²nico saludable de un men¨² en el que destacan los helados H?agen-Dasz, el chicle Trident y el ketchup. Siempre esa tendencia americanizante del PP, incluso comiendo.
Pero estamos en tiempo de vigilia cuaresmal, y no es mi intenci¨®n alimentar el "marr¨®n" de Zaplana. Hablando de dietas; nadie ha sugerido de momento que el ex ministro exagerase las suyas, m¨¢s all¨¢ del uso para desplazamientos no oficiales de aviones privados pagado con dinero p¨²blico. Son estos de la Semana Santa d¨ªas de guardar, y yo quiero sumarme a la misericordia divina: al lado de los numerosos gemelos de oro, del c¨¢liz de plata regalado al Papa (con los que ya hay en el Vaticano, y alguno de verdad), de los echarpes de seda, la corbata de Herm¨¨s a 1.000 euros, el reloj F¨®ssil, todo acero, de se?ora (sic), y los 20 enigm¨¢ticos bolsos de piel de becerro encontrados, entre otras minucias, en los gastos protocolarios de Zaplana, el listado comestible es de una modestia que tira de espaldas, sobre todo al saber -seg¨²n las fuentes pr¨®ximas al dirigente- que esos productos eran en su mayor¨ªa para cenas de trabajo. Me los imagino; 12 colaboradores ministeriales, presididos en el centro de la mesa por el ministro, organizando el mundo laboral de nuestro pa¨ªs y cortando barritas de chicle para repartir equitativamente. ?No se guardar¨ªa uno de los 12 los tiques de compra, pensando ya en la traici¨®n?
Por lo visto, al ministro le gustaba mucho un producto l¨¢cteo llamado Danissimo. Tambi¨¦n eso lo he investigado. El superlativo responde a la marca de f¨¢brica que todos ustedes suponen, pero ignorante de lo que era realmente, he acudido a Google, y les cuento mi sorpresa: hay 27.000 entradas sobre Danissimo, y hasta un foro especial en el que sus participantes se intercambian todo tipo de extra?as informaciones que parecen, algunas, cifradas.
La que dice que hay un danissimo que lleva dentro pepitas y laminillas muy finas me ha olido a chamusquina. Con menos indicios, Zaplana y sus colegas vieron una mano negra (y del norte) en otras bolsas halladas en Madrid un triste d¨ªa de marzo.
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