Ir¨¢n proclama su entrada en el club nuclear
El presidente iran¨ª anuncia que su pa¨ªs ya puede producir combustible at¨®mico a escala industrial
"Me siento orgulloso de anunciar que a partir de hoy nuestro querido pa¨ªs ha entrado en el club de naciones que pueden producir combustible nuclear a escala industrial", proclam¨® ayer el presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad. La "buena noticia nuclear", esperada desde hace semanas, constituye un nuevo desaf¨ªo a los requerimientos de la comunidad internacional para que Ir¨¢n suspenda su programa de enriquecimiento de uranio, algo que la ONU exige que ocurra a finales de mayo. El anuncio se hizo adem¨¢s en la planta de Natanz, 300 kil¨®metros al sur de Teher¨¢n, en cuyas instalaciones subterr¨¢neas se habr¨ªan instalado y puesto en marcha las 3.000 centrifugadoras necesarias para superar el umbral de la producci¨®n industrial.
Ahmadineyad present¨® el avance como un logro de los "j¨®venes cient¨ªficos" nacionales
Ahmadineyad no hizo referencia a ese dato concreto, y a decir de algunos expertos aleatorio, de las 3.000 centrifugadoras. Pero a la salida del acto, el m¨¢ximo negociador nuclear, Ali Lariyan¨ª, respondi¨® con un "s¨ª" a los periodistas cuando se le pregunt¨® si Ir¨¢n ha empezado a inyectar gas de uranio (HF 6) en las 18 cascadas interconectadas de 164 centrifugadoras cada una que ven¨ªan anunciando desde hace meses. Esas m¨¢quinas, con aspecto de cubetas de acero seg¨²n el documental que se proyect¨® ayer en Natanz, consiguen que el mineral de uranio se haga m¨¢s puro, se enriquezca. Al 3,5% se convierte en combustible nuclear. Por encima del 90%, es el material fisible que se usa en las armas at¨®micas.
A mediados del pasado febrero, Ir¨¢n anunci¨® al Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) que hab¨ªa instalado las dos primeras de esas 18 cascadas y que estaba a punto de concluir la instalaci¨®n de otras dos. Sin embargo, hasta ayer el OIEA s¨®lo hab¨ªa confirmado que estuvieran operando los dos ensamblajes de la planta piloto. Ese lugar se halla en una nave cercana a donde el presidente hizo el anuncio. La planta industrial que es el verdadero objetivo del sitio, y el motivo de preocupaci¨®n de la comunidad internacional, se ha construido al parecer bajo tierra, protegida de eventuales ataques a¨¦reos por una espesa capa de hormig¨®n.
Ni los periodistas ni el resto de los invitados, entre ellos numerosos diplom¨¢ticos de pa¨ªses isl¨¢micos y no alineados, pudieron ver ninguna de las instalaciones. La pancarta de bienvenida que saludaba a los visitantes en el D¨ªa de la Tecnolog¨ªa Nuclear s¨®lo daba acceso a una nave forrada con enormes cortinas de terciopelo azul para la ocasi¨®n. Y unos guardias amables, pero firmes, se encargaban de que ninguno de los asistentes se despistara por un recinto de aspecto destartalado, rodeado de torretas de vigilancia y nidos de ametralladoras antia¨¦reas.
El presidente de la Agencia de la Energ¨ªa At¨®mica iran¨ª, Gholamreza Aghazadeh, tambi¨¦n anunci¨® que han comenzado "la fabricaci¨®n en masa de centrifugadoras". En realidad, fue Aghazadeh quien primero dijo que hab¨ªan "pasado a la fase industrial" durante su presentaci¨®n del programa nuclear iran¨ª. Pero no fue hasta que intervino el presidente Ahmadineyad cuando se oficializ¨® la noticia y el auditorio estall¨® en una ovaci¨®n.
De acuerdo con los expertos, Ir¨¢n necesitar¨¢ tener entre 50.000 y 60.000 centrifugadoras funcionando de forma continuada para producir suficiente combustible para un reactor, o fabricar una cabeza nuclear. Ahmadineyad volvi¨® a negar que tal fuera el objetivo e insisti¨® en que su pa¨ªs ha cooperado con los inspectores del OIEA y que ¨¦stos no han podido probar que haya desviado uranio con fines militares. "No hagan nada que pueda llevar a esta gran naci¨®n a reconsiderar sus pol¨ªticas", advirti¨® el presidente en una poco velada referencia a la ¨²ltima resoluci¨®n de la ONU, que amenaza a Ir¨¢n con nuevas sanciones si no suspende el enriquecimiento de uranio para finales de mayo.
En un tono m¨¢s conciliador, pero igual de firme, Lariyan¨ª asegur¨® que su pa¨ªs est¨¢ dispuesto a dar seguridades de las intenciones pac¨ªficas de su programa at¨®mico, siempre que Occidente acepte dicho programa como una realidad. "Estamos dispuestos a alcanzar un entendimiento con los occidentales a trav¨¦s de verdaderas negociaciones y a garantizarles el car¨¢cter pac¨ªfico de nuestras actividades nucleares, pero no renunciamos a nuestros derechos", declar¨®.
La actitud iran¨ª parece anunciar que sus gobernantes van a ignorar por tercera vez al Consejo de Seguridad. La ¨²ltima resoluci¨®n reforzaba las sanciones econ¨®micas acordadas en diciembre e impon¨ªa restricciones de viaje a varias personas vinculadas con el programa nuclear. Significativamente, la televisi¨®n iran¨ª mostr¨® ayer a uno de ellos, un general de los Guardianes de la Revoluci¨®n, comentando que acababa de regresar de una estancia de seis d¨ªas en Mosc¨² y que no hab¨ªa tenido ning¨²n problema, lo que probaba "la falta de efectividad de la resoluci¨®n".
El presidente iran¨ª, que en todo momento present¨® el avance nuclear como un logro tecnol¨®gico de los "j¨®venes cient¨ªficos" nacionales, tambi¨¦n reiter¨® el argumento de que "ciertas potencias no quieren que nuestro pa¨ªs alcance ese desarrollo".
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