Holanda examinar¨¢ de lengua a los ni?os de tres a?os
La medida intenta evitar retrasos en primaria por no dominar el idioma
Todos los menores holandeses de tres a?os ser¨¢n examinados de lengua para comprobar si su dominio del idioma les permitir¨¢ escolarizarse sin problemas a los cinco a?os. La medida, que ser¨¢ obligatoria a partir de 2009, ha provocado un debate nacional sobre los beneficios de abordar de forma tan radical los retrasos ling¨¹¨ªsticos infantiles; en especial de los hijos de inmigrantes.
El Gobierno de centro-izquierda, que ha se?alado ya las cuatro grandes ciudades del pa¨ªs (Amsterdam, La Haya, Rotterdam y Utrecht) y dos regiones, una al norte y otra al sur, como las m¨¢s necesitadas, asegura que pretende mejorar las perspectivas educativas de miles de ni?os. Por el contrario, algunos ayuntamientos, como el de la capital, preferir¨ªan destinar las inversiones oficiales en este terreno a los programas de ayuda ya existentes, pensados tambi¨¦n para padres, en lugar de gastar el dinero "en m¨¢s burocracia y pruebas".
En estos momentos, apenas un 1% de los ni?os de cuatro a?os est¨¢ sin escolarizar en Holanda, donde la primaria empieza oficialmente a los cinco. Seg¨²n el Ministerio, la mayor¨ªa de los inmigrantes llegan a las aulas con el holand¨¦s como segunda lengua y pueden arrastrar dicho desfase todo el periodo escolar.
Problema aut¨®ctono
El otro grupo con problemas suele ser aut¨®ctono, que habla un dialecto regional o maneja mal la estructura idiom¨¢tica y el l¨¦xico. Ello puede deberse a que los ni?os residen en zonas aisladas y a la falta de est¨ªmulos en casa. Para evitar retrasos a todos, el Ministerio de Educaci¨®n "recordar¨¢ a los padres la necesidad de que les apunten en una guarder¨ªa, parvulario o centro educativo especializado en lengua en cuanto se constate el problema". Seg¨²n c¨¢lculos oficiales, unos 35.000 ni?os acuden hoy a estos lugares, pero se necesitar¨ªan al menos 75.000 plazas.
Educaci¨®n subraya que el examen inicial no puede compararse con los de los adultos. "Es una prueba efectuada en los dispensarios que siguen el control sanitario en la primera infancia. El mismo lugar adonde acuden las familias de forma regular, entre otras cosas, para las vacunas". Tanto esa primera prueba como la inscripci¨®n posterior en las clases de lengua ser¨¢n obligatorias. Se animar¨¢ a su vez a los padres a mejorar su conocimiento del holand¨¦s para evitar que la brecha aumente mientras sus hijos avanzan en el dominio del idioma.
Sharon Dijksma, secretaria de Estado de Educaci¨®n, espera que las enfermeras o el m¨¦dico que atienden estos despachos establezcan el grado de habilidad de los peque?os. Para lograrlo, se valdr¨¢n de juegos e im¨¢genes que el ni?o deber¨¢ nombrar. Y se ocupar¨¢n de averiguar si el menor dice cosas como "bum" cuando golpea un objeto, o "miau" al imitar a un gato. Los dispensarios reciben al ni?o al menos una docena de veces antes de su quinto a?o.
Sin embargo, a pesar de estar bien situados para observar al menor, la red de servicios de asistencia a domicilio que los engloba querr¨ªa que el ministerio atendiera tambi¨¦n al entorno del ni?o. As¨ª, aseguran sus portavoces, podr¨ªa saberse si el origen de sus problemas de lengua "est¨¢ en casa por falta de apoyo o estudios de los padres, o hay una raz¨®n m¨¦dica subyacente, del autismo a una pobre audici¨®n por infecciones recurrentes de o¨ªdo".
La Asociaci¨®n de Inspectores Educativos, por su parte, no descarta que a la larga la mejor forma de controlar el retraso ling¨¹¨ªstico consista en rebajar la edad de la escolarizaci¨®n obligatoria. Educaci¨®n, entretanto, se enfrenta al reto de contar con suficientes plazas preescolares para acoger dentro de dos a?os al contingente de alumnos que se avecina.
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