La voz rota de Par¨ªs
Marion Cotillard se aleja del mito de Edith Piaf para encontrar a la mujer en 'La vida en rosa'
La transformaci¨®n es vertiginosa. Marion Cotillard s¨®lo tiene en com¨²n con Edith Piaf unos expresivos ojos. La actriz francesa ha dado un vuelco a su carrera -"s¨¦ que ¨¦ste ser¨¢ siempre uno de los papeles de mi vida, es un personaje ¨²nico en la carrera de cualquier actriz"- con la interpretaci¨®n de toda una leyenda de la canci¨®n y de la vida. Edith Piaf fue muchas cosas. No s¨®lo la voz rota de Par¨ªs, tambi¨¦n su alma. Su infancia en un prost¨ªbulo, quiz¨¢s lo m¨¢s feliz de su vida, su falta de cari?o, sus inicios en las calles de Par¨ªs, la p¨¦rdida de su ¨²nica hija, la muerte de su gran amor, su adicci¨®n a las drogas, su car¨¢cter enfermizo, caprichoso y tirano. La vida en rosa, que se estrena hoy en las salas de cine, hace un retrato de Edith Piaf, fallecida en 1963 con s¨®lo 48 a?os.
Marion Cotillard tiene 31 a?os y de Edith Piaf s¨®lo conoc¨ªa su nombre, alguna canci¨®n y su obsesi¨®n por los trajes negros. Con La vida en rosa ha descubierto todo. "Era alguien extremo, que atra¨ªa hacia ella acontecimientos y personajes extremos. Era inteligente y sensible, muy testaruda, con una mezcla de desesperanza y tiran¨ªa, pero todo lo hac¨ªa por su amor a la canci¨®n, por su deseo de compartir las emociones con el p¨²blico", explica la actriz, que confiesa que no sinti¨® miedo para aceptar la interpretaci¨®n de este gran icono en Francia. "Ni yo ni el director [Olivier Dahan] tuvimos dudas. Yo sab¨ªa que, a base de trabajo, pod¨ªamos llegar a conseguirlo. Es verdad que el personaje puede ejercer algo de presi¨®n, pero la primera cosa que hice fue despegarme del icono para encontrar a la mujer. Hac¨ªa falta recorrer la distancia que hay entre el mito y la persona. ?se era mi trabajo".
Tragedia y placer
Tampoco le echaron atr¨¢s sus tragedias. "Nunca me permito que me afecten las tragedias de los personajes que interpreto. Todos tenemos ya bastantes cosas dif¨ªciles en la vida que soportar como para cargar con las emociones de otras, sobre todo en una vida como la de Edith Piaf. Sin masoquismo, he procurado sacar placer de esta manera de abordar la tragedia".
No era f¨¢cil ponerse en la piel de Piaf. Adem¨¢s de adelgazar bastantes kilos y someter su cuerpo a ese gesto enjuto y doloroso de los ¨²ltimos a?os de la vida de la cantante, la actriz intent¨® comprender a la mujer. "Es alguien que est¨¢ muy lejos de m¨ª y por ello tambi¨¦n quise evitar a toda costa la imitaci¨®n. Mi objetivo fue crear dentro de m¨ª un espacio suficiente para que ella se sintiera c¨®moda sin que yo desapareciera del todo", explica Cotillard.
La vida en rosa, que en Francia ha llegado ya a alcanzar los cinco millones de espectadores, no trata de ser un retrato absolutamente fiel y total de la vida de Piaf -"ser¨ªa muy presuntuoso hacerlo"-, sino un recorrido emocional por ese "torbellino de emociones" que fue la int¨¦rprete de Les vagabonds, Les amants o Non, je ne regrette rien. "Necesitaba el amor para vivir y eso lo llevaba a sus canciones".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.