A 300 por hora al lado de Alonso
Viaje por el circuito de Goodwood como copiloto del campe¨®n de F-1 en un biplaza
Goodwood es un circuito m¨ªtico. Situado al suroeste de Londres, alberga anualmente el Festival de la Velocidad, que brinda a los aficionados la ocasi¨®n de ver en acci¨®n a legendarios campeones mundiales de diversas especialidades, entre ellas la F-1. M¨¢s de 150.000 aficionados acuden a esta cita que consideran ineludible. Aunque el circuito ni siquiera alcanza los 60 a?os de historia, ha organizado carreras de las m¨¢s diversas modalidades y lleg¨® incluso a albergar algunos grandes premios hasta 1966.
Fue all¨ª donde Fernando Alonso, que a partir de ma?ana disputa el Gran Premio de Espa?a en Montmel¨®, acudi¨® hace unas semanas para convertirse en el gran protagonista de las Hotlaps (vueltas calientes), organizadas este a?o por el principal patrocinador de McLaren Mercedes, Vodafone. El objetivo era que algunos periodistas y varios invitados pudieran vivir la experiencia de viajar como paquete al lado del doble campe¨®n mundial. La prueba se realiz¨® con el impresionante biplaza Mercedes-Benz SLR McLaren, el coche que la escuder¨ªa ha puesto a disposici¨®n del asturiano para su uso particular, con la ¨²nica salvedad de que su motor concede 725 CV. El SLR est¨¢ equipado con un motor de 5,5 litros con ocho cilindros en V, que ofrece 650 caballos de potencia y puede superar los 300 kil¨®metros por hora. Una aut¨¦ntica bomba, cuyos motores se fabrican en Alemania y cuyo chasis y ensamblaje se realiza en el Centro Tecnol¨®gico de Woking. S¨®lo 600 unidades anuales se ponen a la venta, a un m¨®dico precio que ronda los 450.000 euros. Eso s¨ª, se permite a los propietarios que puedan personalizarlo.
Con la espalda clavada en el asiento, uno pisa fuerte y busca inconsciente un freno
"Debes agarrarte al volante y hacer toda la fuerza que puedas con el cuello", dice Alonso
A este veh¨ªculo se subi¨® Alonso y le sac¨® algo m¨¢s del rendimiento que pod¨ªa dar. "Venga, s¨²bete", dice esbozando una amplia sonrisa; "t¨² dir¨¢s cuando empezamos". En la arrancada las ruedas chirr¨ªan antes de que el asturiano decida que ha llegado el momento de iniciar la aventura. Cuando suelta el freno, el coche se ha convertido ya en un b¨®lido que te clava la espalda al asiento y sale disparado como una flecha hasta alcanzar una primera curva de casi 90? de izquierda que Alonso afronta a una velocidad de v¨¦rtigo. Se le ve concentrado en la conducci¨®n, aunque absolutamente relajado. "?Ves aquel coche, all¨ª delante? Vamos a alcanzarle". Es competitivo, no hay duda. Y de golpe se concentra todav¨ªa un poco m¨¢s, aprieta el acelerador a fondo, se lanza a 250 kil¨®metros por hora en la recta, afronta una curva abierta a m¨¢s de 200 y le est¨¢ ya tocando la popa. Quien lo conduce no es un don nadie. Es Chris Goodwin, uno de los pilotos de pruebas de McLaren, que circula con otro Mercedes, el CLK 63 AMG, cuyo motor ofrece s¨®lo 512 CV, 140 menos que el coche de Alonso. Hay diferencia.
"Ya le tenemos", dice. Y casi sin darle tiempo a que se aparte y ponga el intermitente le pasa como una exhalaci¨®n en una curva abierta de izquierda y entra casi sin tocar el freno, a 150 km/h, en la curva m¨¢s cerrada de derecha. Las ruedas chirr¨ªan, se nota que el coche est¨¢ superado, circula por encima de sus posibilidades de agarre, y para muchos otros pilotos la situaci¨®n podr¨ªa ser de emergencia y acabar con un trompo. Alonso ni se inmuta. Lo est¨¢ controlando con sus prodigiosas manos, con ligeros movimientos de volante, y con los pedales. "El coche da prestaciones y funciona muy bien. Es uno de los mejores que hay en el mercado", explica. "Pero para nosotros conducir estos coches es algo as¨ª como un juego, aunque corren mucho; es como para un futbolista profesional jugar un partido de f¨²tbol sala con amigos del colegio".
Tal vez, pero para el acompa?ante aquello es mucho. Jam¨¢s existe sensaci¨®n de peligro, ni mucho menos. La seguridad que concede el doble campe¨®n mundial es absoluta. Pero en m¨¢s de una ocasi¨®n, con la espalda clavada en el asiento, uno se encuentra de forma inconsciente pisando fuerte, buscando alg¨²n pedal de freno que le permita pensar que est¨¢ haciendo algo. "Un buen conductor podr¨ªa pasar por las curvas de este circuito con el gas a fondo, tal como lo hago yo", reflexiona el asturiano. "Pero no se atreve a hacerlo, levanta el pie antes de entrar en ellas. Es b¨¢sicamente una cuesti¨®n de confianza. Para m¨ª es todo muy natural. Ya s¨¦ c¨®mo va a reaccionar el coche en cada circunstancia. Y si te sorprende, entonces tengo la experiencia suficiente para resolver la situaci¨®n".
"Si el coche se va de atr¨¢s", agrega, "hay que salvarlo con el volante, contravolantear, pero estar listo tambi¨¦n para volver a ponerlo en la posici¨®n normal, porque si no, te da un bandazo hacia el otro lado. Con este coche, que tiene la tracci¨®n trasera como todos los Mercedes, el control lo realizas tanto con el volante como con el acelerador. En un coche con tracci¨®n delantera, basta el volante". Las cosas hubieran sido distintas si al final hubiera aparecido la lluvia que amenaz¨® con caer sobre Goodwood durante toda la jornada. "Con lluvia todo cambia. Hay que ser mucho m¨¢s dulce con todos tus movimientos. No puedes hacer nada brusco ni con el acelerador ni con el freno, ni con el volante: todo a c¨¢mara lenta, porque las reacciones del coche son m¨¢s nerviosas. No hay que tocar el freno en la curva, porque entonces el coche se bloquea y se va de frente. Hay que frenar antes".
Uno tiene la impresi¨®n de que es pr¨¢cticamente imposible ir m¨¢s r¨¢pido por aquel trazado: a tope en la mayor¨ªa de curvas, con un coche tan potente casi como un F-1 y que tiene muchas aplicaciones t¨¦cnicas experimentadas en la m¨¢s alta competici¨®n: el cambio secuencial, en el mismo volante, muy r¨¢pido y con elementos electr¨®nicos de la F-1; el motor, similar al de un b¨®lido de hace algunos a?os; los frenos, mitad carbono y mitad cer¨¢mica. "Y lo m¨¢s importante", agrega Alonso, "este coche lleva un monochasis de fibra de carbono casi indestructible, como los que tenemos en la F-1. Es muy seguro".
Sin embargo, seg¨²n Alonso, en la pista no tiene nada que ver con un F-1. "Mi b¨®lido agarra 200 veces m¨¢s. Con un f¨®rmula 1 todas las curvas de este circuito se hacen a fondo y el problema es que debes soportar unas fuerzas G preocupantes. Debes agarrarte bien al volante y hacer toda la fuerza que puedas con el cuello, porque el coche agarra m¨¢s de lo que tu cuerpo puede soportar". As¨ª que nada que ver con la F-1. Pero volar al lado de Alonso resulta, de cualquier forma, una experiencia inolvidable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.