Simancas-Esperanza
Me ha llegado al buz¨®n, como probablemente a usted tambi¨¦n, un oportuno folleto con los oportunos nuevos transportes de nuestra Comunidad. Y no hay m¨¢s remedio que ponerse a estudiar lo que en el folleto se llama: "Plano esquem¨¢tico de la red". Primero busco la T-4 de Barajas porque ya me he acostumbrado a ir en metro al aeropuerto, si voy ligera de equipaje. Es la ¨²nica manera de no pillar atascos y no llegar tarde. Ahora bien, ?si tengo un billete de 10 viajes qu¨¦ hago?, ?pago la diferencia o saco uno nuevo?, nos iremos acostumbrando, de todos modos; el que cueste un euro m¨¢s es como si poco a poco tuvi¨¦ramos que ir pagando lo que nos ahorramos en taxis. Da la impresi¨®n de que a uno, porque sea solvente para comprarse un billete de avi¨®n, le tenga que costar m¨¢s caro el metro.
Otra curiosidad de estos d¨ªas, sin abandonar el tema estrella del metro, ha sido la comentada ausencia de la estaci¨®n de Simancas en los nuevos planos. Las formas cambian; antes se hac¨ªa desaparecer al adversario de la foto, ahora del mapa. La verdad es que el que he recibido en el buz¨®n est¨¢ corregido. Y tenemos a Simancas entre Garc¨ªa Noblejas y San Blas. He sentido un gran alivio porque ya tuvimos bastante disgusto hace cuatro a?os con los tr¨¢nsfugas Tamayo y no s¨¦ qu¨¦. Simancas est¨¢ en la l¨ªnea 7. Esperanza, en la l¨ªnea cuatro. Parece cosa de predestinaci¨®n ?verdad?, que los dos candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid ya tengan sus nombres inmortalizados en las arterias de esta gran ciudad, que amenazan con no tener fin y que una vez que todos los posibles trayectos se encuentren cubiertos, de forma que los ciudadanos no tengamos que andar ni cinco minutos para encontrar una boca del suburbano, cuando no debamos esperar en el and¨¦n o en la marquesina del autob¨²s ni tres minutos, entonces, y s¨®lo entonces, se podr¨ªan crear l¨ªneas que no condujesen a ninguna parte, de forma que uno tomase el metro y se dejase llevar y llevar, y al salir se encontrara en medio de un campo ignoto rodeado de cardos y amapolas, lo que podr¨ªa ser una experiencia entre aterradora y bonita. O bien que desemboc¨¢ramos en alguna de las ciudades invisibles que imagin¨® Italo Calvino, y cuyas recreaciones, hechas con gran sensibilidad por el pintor Pedro Cano, han estado expuestas en el Centro Cultural de la Villa. Seguramente cada uno lleva en la cabeza su ciudad invisible particular. Lo que s¨ª conviene que no sean invisibles son los ambulatorios, hospitales bien dotados, residencias de ancianos suficientes (que se puedan pagar) y piscinas y gimnasios adaptados a sus limitaciones, y una educaci¨®n p¨²blica de lujo, que todos los ni?os puedan aprender m¨²sica, por ejemplo. Vamos a ver qu¨¦ nos proponen nuestros candidatos aparte de mejorar la fachada de la ciudad, que no digo que no sea necesario, pero hay otras cuestiones urgentes que est¨¢n sin resolver seguramente por necesidad de dinero. ?Por qu¨¦ la Comunidad no les da a los j¨®venes una ayuda econ¨®mica para alquilar una vivienda? Las medidas actuales a la vista est¨¢ que son insuficientes, puesto que la mayor¨ªa no puede salir de la casa de los padres. La preocupaci¨®n por este aspecto de nuestra sociedad es casi nula. No nos preocupamos de los j¨®venes. Los encontramos inc¨®modos porque habr¨ªa que alojarles, darles trabajo y conocerles. La embestida policial en la plaza del Dos de Mayo fue situar a los j¨®venes en posici¨®n de enemigos. Gran error. Los j¨®venes tienen mucha informaci¨®n y saben muchas cosas, que a lo mejor no coinciden con las que sabemos nosotros. Por eso algunos dicen que no saben nada, que nada les interesa, que no son combativos, que nosotros ¨¦ramos m¨¢s luchadores. Tonter¨ªas. Son excusas para no afrontar el problema.
Pero volviendo al plano del metro, Esperanza est¨¢ situada al lado de Arturo Soria, zona de clases acomodadas y vivienda cara. Mientras que Simancas se encuentra en un tramo de l¨ªnea con menos nivel econ¨®mico. Ni hecho adrede. Rafael Simancas le ha prometido a este barrio de 26.000 habitantes viviendas protegidas, un centro de salud, un polideportivo y otras cosillas por el estilo. ?A¨²n no las tienen? Esperemos a ver qu¨¦ pasa en estas elecciones. Esperemos a ver cu¨¢l ser¨¢ la pr¨®xima estaci¨®n.
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