Candidato de ladrillo y tierra
Xo¨¢n Gato, alcalde de Nar¨®n desde 1985, aspira a consolidar Terra Galega, su nuevo partido, para ser llave en la Xunta
Vayamos primero con el hombre, que naci¨® antes que el pol¨ªtico Xo¨¢n (o Juan seg¨²n el folleto que se lea) Gato, alcalde de Nar¨®n desde 1985. Naci¨® hace 61 a?os en Ferrol, en el lugar de Os Corvos. Su padre, trabajador de Baz¨¢n, muri¨® cuando ¨¦l ten¨ªa 13 a?os y su madre, panadera de la calle Galiano, lo sigui¨® cinco a?os despu¨¦s.
Con 18 a?os, Xo¨¢n, que entonces era Juan porque viv¨ªa Franco, se qued¨® solo en el mundo. "No ten¨ªa familia. Me las tuve que apa?ar", matiza el aludido. Pero los que pasaron a mejor vida no eran sus padres biol¨®gicos: "A m¨ª me adoptaron. Lo supe tiempo despu¨¦s y s¨®lo llegu¨¦ a conocer a un hermano de mi madre. Tengo una historia familiar compleja".
Estudi¨® Graduado Social y se busc¨® la vida en la ferrolana Pen¨ªnsula Maderera, donde descubri¨® su vocaci¨®n pol¨ªtica por el se?uelo del sindicalismo y la represi¨®n. Cuando cand¨® Pen¨ªnsula Maderera se busc¨® los garbanzos en Astano, pero como la reconversi¨®n de 1988 lo trasladaba a Mallorca, acept¨® 6 millones de pesetas de indemnizaci¨®n y se qued¨® en Nar¨®n.
"A m¨ª me adoptaron. Lo supe tiempo despu¨¦s. Tengo una historia familiar compleja"
"Estoy favor de conservar zonas naturales, pero as¨ª no podemos apostar por un turismo de calidad"
A este concello, al que en Ferrol llamaban despectivamente "de portas a f¨®ra", lleg¨® por su mujer. En Xubia se cas¨® y nacieron sus hijos: el var¨®n es inform¨¢tico y las dos hijas trabajan en la florister¨ªa de la madre. "Con la indemnizaci¨®n mont¨¦ invernaderos, cultiv¨¦ 3.000 metros cuadrados de claveles, clavelinas, gladiolos... Con otros compa?eros mont¨¦ una cooperativa de flores que lleg¨® a tener m¨¢s de tres hect¨¢reas de invernadero. As¨ª estuve 12 a?os, hasta que me fui por ser ya mayor", apunta. De esa etapa le queda la florister¨ªa de su mujer.
Cuando Xo¨¢n Gato consigue la alcald¨ªa, Astano y la comarca de Ferrolterra estaban en una crisis desmoralizante: "11.000 hombres a la calle. Todo se hunde". En Ferrol se agarran al "a Dios rogando", pero ¨¦l conf¨ªa m¨¢s en "con el mazo dando". "El mazo es un plan de ordenaci¨®n urbana que prev¨¦ la creaci¨®n de 3 millones de metros cuadrados de suelo industrial, crecimiento urban¨ªstico, v¨ªas de comunicaci¨®n... Cambiamos el rol de este pueblo con 350 empresas y 7.000 puestos de trabajo creados. Lo convertimos en la capital econ¨®mica y comercial de Ferrolterra y en uno de los pocos concellos que crece en poblaci¨®n, con una pir¨¢mide demogr¨¢fica muy ancha por abajo".
Muchos critican sus modos caciquiles, difunden el rumor de que para instalarse en Nar¨®n hay que pagar mordida. "Me da igual lo que digan, s¨®lo quiero que el pueblo crezca", responde antes de entrar en un mitin en Sedes. Lo lleva su mujer en un Suzuki. ?l conduce "un Mercedes de segunda mano. Vivimos bien, en casa entran dos sueldos. En total, 4.000 euros".
Su receta para reflotar un pueblo es sencilla pero no se aplica: "Facilidades para los empresarios, no econ¨®micas, sino de gesti¨®n. Un proyecto en Nar¨®n no pasa de tres meses, somos ¨¢giles y la alfombra se la ponemos al empresario. Otros concellos se la ponen al funcionario y el que crea empleo tiene que esperar a?os". Gato llama a todas las puertas: "Ahora estoy con Ikea. Le he ofrecido 700.000 metros porque dec¨ªan que no hab¨ªa suelo industrial en Galicia".
De la Xunta opina que est¨¢ entorpeciendo el crecimiento de los ayuntamientos con la prohibici¨®n de dos a?os para construir a menos de 500 metros de la costa. "Est¨¢n creando inseguridad jur¨ªdica, aunque a nosotros nos da igual. Tuvieron dos a?os para resolverlo con un anteproyecto y tres meses para presentar alegaciones. Estoy a favor de que se conserven las zonas naturales, pero as¨ª no podemos apostar por un turismo de calidad en vez del de bocadillo. Hablan de las maldades del ladrillo sin un proyecto para el mundo rural. Ni se puede instalar un huerto solar y empresarios de Nar¨®n lo est¨¢n haciendo en C¨¢ceres".
Ahora emprende nueva aventura abanderando las siglas de Terra Galega, que se presenta en 63 ayuntamientos. Ha estado en el PSG de Beiras y en Esquerda Galega de Camilo Nogueira. Vinculado desde siempre al galleguismo, se refugi¨® "en la trinchera, como muchos, para demostrar que se pueden hacer otras cosas".
Terra Galega, con un logotipo "por casualidad" gemelo al del PNV, aspira a colarse en las diputaciones "para que los derechos no sean favores. Es un esc¨¢ndalo los 700.000 euros que cobra un diputado al a?o". En las pr¨®ximas auton¨®micas aspiran a ser "llave de la Xunta con dos o tres parlamentarios porque Galicia necesita a este partido ya que gobierna un matrimonio que no duerme junto y debe de tener uno miedo del otro. Tarde o temprano, tendr¨¢ que sumarse el Partido Galeguista".
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