El divorcio pol¨ªtico de Royal y Hollande
La ex candidata presidencial quiere pactar con el centro de Fran?ois Bayrou, pero el primer secretario socialista rechaza la idea
La batalla personal y pol¨ªtica que enfrenta desde hace m¨¢s de un a?o a la pareja formada por Fran?ois Hollande y S¨¦gol¨¨ne Royal ha empezado a salir del ¨¢mbito de lo privado. Ya la noche del domingo, en la sede parisiense del Partido Socialista (PS), la comparecencia del primer secretario para comentar los resultados de la primera vuelta de las legislativas fue seguida por la de la ex candidata a la presidencia. Pese a todo, no hubo contradicciones en sus mensajes. Ayer s¨ª que las hubo.
A primera hora de la ma?ana, en una entrevista radiof¨®nica, Royal retomaba una oferta que en cierto modo ya hab¨ªa realizado antes de la primera vuelta de las presidenciales, cuando ofreci¨® el puesto de primer ministro al centrista Fran?ois Bayrou a cambio de su apoyo. "Creo que la apertura es necesaria; es imprescindible la reuni¨®n entre los dem¨®cratas de progreso y la izquierda", dijo. Y a la pregunta de si hab¨ªa hablado con Bayrou para pactar con vistas a la segunda vuelta, admiti¨®: "S¨ª, le he dejado un mensaje".
"Estoy harto de que la pol¨ªtica gire en torno a la vida de una pareja", dice un alcalde
Poco m¨¢s tarde, en la conferencia de prensa en la sede del PS, Hollande se ve¨ªa obligado a pronunciarse al respecto. Con cara de circunstancias, el compa?ero y padre de los cuatro hijos de Royal opt¨® por la iron¨ªa. "No he prohibido a nadie llamar por tel¨¦fono", dijo. All¨ª donde sea posible, a?adi¨®, los candidatos socialistas se mantendr¨ªan en la segunda vuelta frente a la derecha. Todo lo m¨¢s, en las circunscripciones donde la izquierda ha quedado fuera de la segunda vuelta, Hollande hizo un llamamiento a votar en el sentido de "favorecer el pluralismo".
El Movimiento Dem¨®crata (MoDem), el partido de Bayrou, ha obtenido s¨®lo el 7,61% de los votos, pero se ha convertido en objeto de deseo de los dos grandes partidos (la Uni¨®n por un Movimiento Popular tambi¨¦n mostr¨® ayer inter¨¦s por el apoyo del centrista).
Pocos en la c¨²pula del PS apuestan por las tesis de Royal de abrirse al centro para, de alg¨²n modo, refundar el partido en clave de centro-izquierda. Desde el ala m¨¢s ortodoxa, las cr¨ªticas le llovieron sin conmiseraci¨®n. El senador Jean Luc Melenchon descalific¨® de forma radical cualquier acercamiento al MoDem y asegur¨® que nadie en el partido estaba al corriente y que una decisi¨®n de este tipo, con las contrapartidas que supone, debe ser analizada y debatida a fondo antes de ser anunciada p¨²blicamente.
Otras voces, que en el pasado m¨¢s reciente se han pronunciado en favor de las tesis de Royal, como el ex primer ministro Michel Rocard, mantuvieron silencio, aunque su peso en el aparato es nulo.
El espect¨¢culo protagonizado por la pareja no tard¨® en provocar reacciones de todo tipo en el seno del partido. "Estoy harto de que la vida pol¨ªtica, y especialmente la de mi partido, gire en torno de la vida de una pareja", dijo ayer sin esconder su irritaci¨®n Manuel Valls, alcalde de Evry, al sur de Par¨ªs, y cuyas posibilidades de revalidar su esca?o son considerables.
Valls, que fuera director de gabinete del primer ministro Lionel Jospin, mostraba as¨ª la frustraci¨®n de la generaci¨®n m¨¢s joven de dirigentes del PS con el aparato del partido y con el pat¨¦tico espect¨¢culo que, desde el mismo momento de la derrota de Royal frente a Nicolas Sarkozy, est¨¢n dando los paquidermos en sus maniobras para hacerse con el poder.
Una irritaci¨®n que raya la angustia, porque, a diferencia de lo sucedido en 2002, cuando Lionel Jospin dimiti¨® tras quedar eliminado en la primera vuelta por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen y abri¨® la ventana a la posibilidad de una renovaci¨®n, ahora es evidente que nadie est¨¢ dispuesto a ceder ni un mil¨ªmetro de poder.
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