27 mujeres y 570 hombres
Las parlamentarias elegidas en 1977 llevaron la igualdad al debate pol¨ªtico
Ah¨ª est¨¢ Dolores Ib¨¢rruri con sus secretarias". As¨ª interpretaban los periodistas de la ¨¦poca las im¨¢genes de la Pasionaria saliendo del Congreso con dos mujeres. Pero no eran secretarias. Eran dos j¨®venes diputadas comunistas, Pilar Brabo y Mar¨ªa Dolors Calvet, raras avis en una Espa?a en la que las mujeres eran ciudadanas de segunda categor¨ªa confinadas, en su mayor¨ªa, al ¨¢mbito dom¨¦stico o a trabajos que no requirieran una gran preparaci¨®n intelectual. Los largos a?os de dictadura franquista hab¨ªan dise?ado e impuesto un modelo de mujer esposa y madre del que no resultaba f¨¢cil escapar.
S¨®lo 27 mujeres llegaron a parlamentarias en las primeras elecciones democr¨¢ticas. Salieron elegidas 21 diputadas en un Congreso con 350 esca?os (el 6%) y seis senadoras en una C¨¢mara Alta con 247 miembros (el 2,4%). En las listas de los partidos figuraban 658 candidatas, pero la mayor parte ocupaban ¨²ltimos puestos destinados al fracaso.
"La inferioridad de derechos era ins¨®lita en la Europa del siglo XX", recuerda una diputada
Lamentan no haber podido imponer la igualdad en el orden sucesorio de la Corona
Las pocas que llegaron, entre las que se encontraban Dolores Ib¨¢rruri y la pedagoga recientemente fallecida Marta Mata, participaron en una legislatura que deb¨ªa recomponer un pa¨ªs despu¨¦s de 40 a?os de dictadura y llevarlo hacia una democracia que, entre otras cosas, ten¨ªa que dar cabida a las mujeres. Una cuesti¨®n que hasta ese momento hab¨ªa sido ajena al debate pol¨ªtico. "Nuestra misi¨®n, por encima de los partidos a los que pertenec¨ªamos, fue devolver la dignidad a las mujeres, que viv¨ªamos en una situaci¨®n de inferioridad de derechos ins¨®lita en la Europa del siglo XX", recuerda Asunci¨®n Crua?es, diputada socialista en esa legislatura. "Ya s¨®lo el hecho de que en Parlamento tuvieran que discutir las cosas con nosotras era una novedad", a?ade Mar¨ªa Dolors Calvet, entonces diputada comunista de 27 a?os. "Porque no hay que olvidar que ven¨ªamos del permiso marital y de unas leyes absolutamente discriminatorias en el ¨¢mbito laboral, penal y civil que tuvimos que cambiar". El C¨®digo Penal no proteg¨ªa a cualquier v¨ªctima de violencia sexual sino s¨®lo a las que ten¨ªan "acreditada honestidad". Y hasta mediados de 1975 la mujer no pod¨ªa aceptar herencias, pagar deudas, comparecer en juicio, nombrar un abogado o abrir una cuenta corriente sin permiso de su marido.
El camino de acercamiento de la mujer al poder legislativo no era f¨¢cil en esos momentos. "La sociedad no nos animaba a la vida pol¨ªtica, desde luego", recuerda Soledad Becerril, diputada de UCD entonces y actual senadora por el Partido Popular. "Adem¨¢s, hab¨ªa un grave problema de educaci¨®n y formaci¨®n. Las mujeres abandonaban pronto los estudios y se dedicaban al hogar y la familia".
Una piedra que no pudieron quitar del camino estas parlamentarias fue la preferencia del var¨®n sobre la mujer en el orden sucesorio a la Corona estipulado en la Constituci¨®n. Crua?es y Calvet -que present¨® una enmienda a este art¨ªculo- lo recuerdan como uno de los momentos m¨¢s decepcionantes. "Est¨¢bamos empezando una nueva ¨¦poca y eso era una discriminaci¨®n intolerable", recuerda Crua?es. Soledad Becerril, sin embargo, acepta los l¨ªmites que impon¨ªa el momento hist¨®rico. "No todo era perfecto, pero era lo posible. Hubo que hacer cesiones para lograr un entendimiento".
"Nosotras tuvimos una influencia algo escasa porque ¨¦ramos escasas", concluye Asunci¨®n Crua?es. "Pero rompimos muchas barreras, participamos en todas las comisiones en las que pudimos estar y fue el momento en el que se empez¨® a ver que las mujeres pod¨ªamos y quer¨ªamos legislar, estar donde se toman las decisiones".
Treinta a?os despu¨¦s de que estas 27 mujeres llegaran al Parlamento, hay un Gobierno paritario, un 31% de representaci¨®n femenina en las Cortes y ha habido presidentas en el Congreso, el Senado y el Tribunal Constitucional. Crua?es, Becerril y Calvet coinciden en que uno de los cambios m¨¢s espectaculares que ha dado Espa?a en estos a?os ha sido, precisamente, "la revoluci¨®n de las mujeres" que, aunque no hayan conseguido todav¨ªa una igualdad efectiva y plena, han pasado de objetos a sujetos del derecho y de la sociedad.
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