El sue?o de enterrar la vieja Espa?a
Monarqu¨ªa, marxismo, Constituci¨®n, temas clave de la campa?a electoral
El mi¨¦rcoles 15 de junio, muchos espa?oles acudieron a votar pensando que con su voto iban a derrotar a los tres grandes enemigos que padec¨ªa Espa?a: el comunismo, la pornograf¨ªa y la inflaci¨®n, en palabras de Fraga Iribarne durante un mitin en Valladolid.
Para quienes ten¨ªan el coraz¨®n a la izquierda, la principal obsesi¨®n era enterrar definitivamente el mito de las dos Espa?as y el fantasma de la Guerra Civil: "No conviene dividir de nuevo al pa¨ªs en dos frentes, uno nacional y otro popular", dec¨ªa Felipe Gonz¨¢lez.
Lo que pretend¨ªan unos y otros era desmontar la dictadura en paz. Con esa esperanza, casi 19 millones de espa?oles depositaron ese d¨ªa su voto. Un 83% del censo electoral.
Esquerra Republicana celebr¨® el mitin m¨¢s multitudinario: 400.000 personas, en Montju?c
Gonz¨¢lez: "El problema no es monarqu¨ªa o rep¨²blica, sino dictadura o democracia"
Docenas de partidos y coaliciones hab¨ªan bombardeado al pa¨ªs con sus mensajes electorales. Tras 40 a?os de sequ¨ªa pol¨ªtica, nuevos partidos brotaron en el p¨¢ramo nacional. M¨¢s de 80 organizaciones estaban registradas en el Ministerio del Interior. S¨®lo una docena consigui¨® superar el 1% de los votos.
Los cuatro grupos m¨¢s importantes que concurr¨ªan a los comicios eran la Uni¨®n del Centro Democr¨¢tico (UCD), de Adolfo Su¨¢rez; el PSOE, de Felipe Gonz¨¢lez; la derechista Alianza Popular (AP), de Manuel Fraga, y el Partido Comunista de Espa?a (PCE), de Santiago Carrillo.
La izquierda protagoniz¨® los m¨ªtines m¨¢s sonados. El r¨¦cord lo registr¨® Esquerra de Catalunya: el domingo 12 de junio acudieron a la monta?a de Montju?c 400.000 personas. Ese d¨ªa, bajo un fuerte aguacero, el PCE concentraba a 300.000 simpatizantes en Torrelodones (Madrid). Gonz¨¢lez convoc¨® a 70.000 en el campo de f¨²tbol del Rayo Vallecano.
Los temas que polarizaron la campa?a, am¨¦n de la nueva Constituci¨®n, eran el marxismo, el terrorismo, las esperanzas auton¨®micas, la Monarqu¨ªa y, en un nivel m¨¢s inmediato y popular, la planificaci¨®n familiar, el divorcio y el aborto.
Fraga, que se hab¨ªa definido siendo embajador en Londres como "un liberal que fusila", estaba especialmente obsesionado con el marxismo: "Hay que plantar cara a los grandes enemigos de Espa?a, que son el marxismo y el separatismo". Carrillo se defend¨ªa con este argumento: "Los comunistas no queremos salir de una dictadura fascista y entrar en otra. No queremos ni siquiera nuestra propia dictadura". Carrillo insist¨ªa en que los comunistas quieren "que los espa?oles puedan pasear por las calles sin temor a ser asesinados".
La forma que habr¨ªa de adoptar el nuevo Estado se despach¨® pronto por parte de los partidos de herencia republicana. Felipe Gonz¨¢lez lo resum¨ªa as¨ª: "El problema no se plantea entre Monarqu¨ªa y Rep¨²blica, sino entre dictadura y democracia. Respetar¨¦ la Monarqu¨ªa si ¨¦sta es aceptada por la mayor¨ªa del pa¨ªs. Pero yo sigo siendo republicano".
En estos primeros comicios, la presencia de la mujer era escasa, aunque exist¨ªa ya un importante movimiento feminista. Se impuso el debate sobre el divorcio y el aborto, con el frontal rechazo de la derecha. Fraga sosten¨ªa que "todav¨ªa hay espa?olas que diferencian una mujer decente de la que no lo es". Y Carrillo le contestaba: "Los que no quieren el aborto son los que mandan a sus mujeres a las mejores cl¨ªnicas suizas o inglesas a practicarlo". En efecto, en 1976, 6.022 espa?olas abortaron en Londres.
Adem¨¢s del aborto, la entonces llamada "planificaci¨®n familiar" tambi¨¦n estaba tipificada como delito en el C¨®digo Penal. El director de EL PA?S, Juan Luis Cebri¨¢n, fue procesado por propaganda de anticonceptivos. Lo que se premiaba en los ¨²ltimos a?os del franquismo era la familia numerosa. Al periodista Jes¨²s Fragoso del Toro el r¨¦gimen le entreg¨® 150.000 pesetas (900 euros) por tener 19 hijos.
El divorcio era admitido por alguna derecha, como AP, eso s¨ª, "fijando un tiempo razonable" antes de que los divorciados pudieran contraer nuevas nupcias. El PSOE basaba el divorcio "en la voluntad de no convivencia". Ser¨ªa un ministro de UCD, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, que luego formar¨ªa parte del Gobierno socialista, quien sacara adelante la ley del divorcio, con el consiguiente rechazo de la jerarqu¨ªa cat¨®lica.
Aquel 15 de junio, los espa?oles descubrieron a dos l¨ªderes que habr¨ªan de marcar el futuro del pa¨ªs en las siguientes d¨¦cadas. Su¨¢rez, de quien Armando de Benito dec¨ªa en un mitin de UCD en Villalba que "ha servido al r¨¦gimen anterior, pero no particip¨® en el fanatismo ideol¨®gico de la posguerra, ni pertenece a la derecha fascista". Y el otro, Gonz¨¢lez, que obligar¨ªa a su partido a abandonar el mar-xismo en un hist¨®rico congreso que casi le cuesta el cargo.
Fascistas y marxistas. Los fantasmas de la vieja Espa?a desaparec¨ªan bajo las urnas del 15-J.
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