"?Diarra, no te duermas!"
Un Madrid agotado por la fiesta ofrece el t¨ªtulo a la afici¨®n y a las autoridades en un paseo desde Sol hasta la Almudena
Por un d¨ªa, hasta las vallas que tapan las obras de la Puerta del Sol desaparecieron detr¨¢s de una marea humana. Una marea blanca enfundada en camisetas, bufandas y gorros -a pesar de los m¨¢s de 30 grados- del Madrid. El himno del conjunto blanco se escuchaba desde los andenes del metro. Fuera, una multitud de madridistas volvi¨® a arropar -cuatro a?os despu¨¦s- al equipo. Primero, en la sede de la Comunidad; luego, en la del Ayuntamiento, y m¨¢s tarde, en la catedral de la Almudena.
A las seis lleg¨® el autocar del equipo precedido, c¨®mo no, del We are the champions. Y es que ayer el ciudadano al que no le gustara Queen no habr¨ªa podido sobrevivir ni con diez tapones. La canci¨®n m¨¢s famosa del grupo brit¨¢nico sali¨® de los altavoces durante m¨¢s de una hora. Quiz¨¢s intent¨® suplir la falta de voz de la plantilla, muy afectada tras una noche de fiesta.
Fabio Capello iba sentado delante, junto a su fiel escudero Italo Galbiati, con quien comparti¨® la primera Liga hace diez a?os. Las ovaciones m¨¢s grandes se las llevaron Pedja Mijatovic, director deportivo; Casillas, Guti, Sergio Ramos y Van Nistelrooy. El holand¨¦s se adapt¨® al ceremonial igual de r¨¢pido que lo hizo con el f¨²tbol espa?ol. Micr¨®fono en mano, sali¨® al balc¨®n gritando "?pichichi, pichichi!" y "?hala Madrid!" entre la locura de los aficionados.
Pero fue el capit¨¢n, Ra¨²l, quien enton¨®, con un hilo de voz, el "?campeones, campeones!" despu¨¦s de ense?ar el trofeo. "Esta Liga es vuestra", grit¨® el 7 blanco. Sergio Ramos y su acento andaluz pusieron la nota de color. "Muy buenas, ?c¨®mo estamos? Que este t¨ªtulo sea s¨®lo el comienzo para ganar muchos m¨¢s", salud¨®. A su lado, Diarra abandon¨® la bandera de Mal¨ª y la sustituy¨® por una c¨¢mara de la que no se separ¨® en toda la tarde por mucho que se quejaran sus compa?eros. Faltaban Cassano, que lleva d¨ªas en su Bari natal; Roberto Carlos, que viaj¨® a Turqu¨ªa a firmar su contrato con el Fenerbah?e; Robinho, que vol¨® a la concentraci¨®n de Brasil para la Copa Am¨¦rica, y Beckham.
Durante la entrega de las medallas conmemorativas a t¨¦cnicos y jugadores, hab¨ªa cierta expectaci¨®n para ver el apret¨®n de manos de Capello y Calder¨®n. Pero el italiano estuvo m¨¢s pendiente de las palabras que le susurr¨® al o¨ªdo la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, que de su presidente. Calder¨®n no modific¨® su discurso y reiter¨® que la Liga la han ganado los jugadores. Agradeci¨® a todos -pe?as, socios, directivos, m¨¦dicos...-, menos al t¨¦cnico: "Es un d¨ªa importante para m¨ª y para la directiva", empez¨®. Y continu¨®: "Hemos conseguido un t¨ªtulo importante. Gracias por sufrir con nosotros en el Bernab¨¦u. Cuando Reyes marc¨® el tercer gol, abrac¨¦ a la presidenta e incluso intent¨¦ levantarla". "Es dif¨ªcil explicar lo que se siente. Los jugadores han merecido esta Liga porque han sabido sufrir y, sobre todo, dar la cara", concluy¨®. Segundos despu¨¦s, recuper¨® el protagonismo: "Hemos sabido devolver la ilusi¨®n... Le pido a Aguirre que no quite lo que tiene aqu¨ª montado porque dentro de dos semanas volveremos con el equipo de baloncesto".
En una salita apartada estaba Capello, visiblemente cansado y arropado por el cuerpo t¨¦cnico. "Es que despu¨¦s de todo lo que hemos aguantado con los periodistas...", dej¨® escapar Galbiati.
El alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, esperaba a la expedici¨®n en la sede del Ayuntamiento. "Nos hab¨¦is hecho felices, pero tambi¨¦n nos lo hab¨¦is hecho pasar muy mal", fue su bienvenida. "Pero hab¨¦is tenido m¨¢s voluntad y m¨¢s elegancia que nadie", les record¨®.
Mientras tanto, el cuerpo t¨¦cnico descansaba en unos sof¨¢s rojos. Un poco m¨¢s lejos, en un pasillo escondido de los focos, tambi¨¦n tomaban un respiro Ra¨²l Bravo y Diarra. Cuando el espa?ol le dijo "t¨ªo, no te duermas, que nos queda la ofrenda floral en La Almudena", al centrocampista de Mal¨ª casi le da algo. "?Nos queda el qu¨¦? ?M¨¢s? ?No, please!".
A los pocos minutos, ya estaba camino de la catedral. All¨ª, Calder¨®n convers¨® con el arzobispo de Madrid, Antonio Rouco Varela, antes de que Ra¨²l y Guti cerraran el paseo con la ofrenda a la Virgen. Los aficionados coreaban el nombre del delantero espanyolista que les dio media Liga: "?San Tamudo, selecci¨®n!".
"Han sido dos meses de infarto", dijo el doctor Hern¨¢ndez en un descanso. "Pero tanto sufrimiento tampoco ha sido malo". Si lo dice el m¨¦dico del Madrid...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.