El 'Hamast¨¢n' de Gaza
La divisi¨®n est¨¢ consumada. Ya hay dos autonom¨ªas palestinas en vez de una, por m¨¢s que en ambos casos el autogobierno sea pura ficci¨®n. En Cisjordania, el presidente Mahmud Abbas gobierna, o lo que m¨¢s se le parezca, a trav¨¦s de un nuevo Ejecutivo, y en Gaza, el movimiento terrorista de Ham¨¢s tiene la oportunidad de convertir -aunque sea s¨®lo sobre ruinas- la franja mediterr¨¢nea en su Hamast¨¢n o rep¨²blica isl¨¢mica particular; y, entretanto, se apostrofan entre s¨ª.
El primer ministro israel¨ª, Ehud Olmert, subrayaba ayer ante el presidente Bush en Washington la necesidad de tratar separadamente las dos partes en las que, tras un breve pero sangriento enfrentamiento civil, se han dividido los territorios ocupados. Y cabe poca duda de que hay coincidencia de criterios, puesto que Estados Unidos, como tambi¨¦n la UE, que no parece tener alma propia, ya hab¨ªa anunciado que reanudar¨ªa la ayuda a la Autoridad Palestina de Abbas, ahora que no hay peligro de que llegue a manos del Gobierno de Ham¨¢s, refrendado en las urnas en enero de 2006.
Es de prever tambi¨¦n que Israel aporte algo de los cientos de millones de euros por cobro de impuestos y tasas en nombre de la AP, que retiene para que no los administre el movimiento integrista y terrorista palestino. El plan es di¨¢fano: reflotar econ¨®mica y pol¨ªticamente a Abbas con la esperanza de que una mejora material en la m¨ªsera situaci¨®n de los casi tres millones de habitantes de Cisjordania y Jerusal¨¦n Este les aleje de Ham¨¢s y recobren su hist¨®rica querencia por Al Fatah, el movimiento fundador del nacionalismo palestino; y, a un tiempo, estrangular econ¨®micamente y si es preciso, gracias al largo brazo del Ej¨¦rcito israel¨ª, de manera menos metaf¨®rica, la franja de Gaza conquistada por Ham¨¢s, con otro 1,5 millones de extenuados y atemorizados habitantes. Se supone que la recompensa del moderado Abbas ser¨ªa entonces una negociaci¨®n de paz con Israel.
Pero no estar¨ªa de m¨¢s que el pueblo palestino empezara a ver cuanto antes esos frutos, como la liberaci¨®n de los 9.000 palestinos presos en Israel; la eliminaci¨®n de trabas de desplazamiento en Cisjordania; el desmantelamiento, por etapas, del muro que se come un 20% de los territorios; el abandono de asentamientos, como preludio a una negociaci¨®n para dar cumplimiento realista a la resoluci¨®n 242 de la ONU, que pide la retirada de Israel de todo lo conquistado en la guerra de junio de 1967; la que dur¨® seis d¨ªas.
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