Los chicos de la banda y su cerebro mercantil

- Mick Jagger. Paradigma de lo que cantaba en 1969: "No siempre puedes lograr lo que quieres". No triunf¨® en solitario ni hizo carrera en el cine. Y volvi¨® al viejo curro: embriagar a las masas, preso de un bucle digno de Peter Pan. Eso s¨ª, maximizando ingresos y manteniendo un alto est¨¢ndar profesional.

- Keith Richards. Cada vez se parece m¨¢s a esos expatriados ingleses que dieron un golpe y se refugiaron en un lugar soleado, desde donde se burlan del sistema sin renunciar a su profunda naturaleza brit¨¢nica. Es el custodio de la esencia secreta del rock -el riff guitarrero- y de la mitolog¨ªa correspondiente.

- Ron Wood. Afable versi¨®n light de Keith Richards. Le sometieron a un indignante meritoriaje de muchos a?os, antes de considerarle uno de los suyos (y concederle un porcentaje de la tarta). La moraleja: si uno se empe?a, puede llegar a ser un rollingstone, aunque Ronnie casi muere en el intento.

- Charlie Watts. La roca que sustenta a los Stones, por el pundonor percusivo y la distancia respecto al circo. Sus compa?eros le creen indestructible: no dudaron que superar¨ªa el c¨¢ncer de 2004. Pero demostr¨® humana fragilidad al caer en la hero¨ªna a los 50 a?os, como si fuera uno de sus ¨ªdolos del be-bop.

- Michael Cohl. Promotor canadiense, responsable de las giras desde 1989 y dise?ador del plan maestro: patrocinadores de alto voltaje, explotaci¨®n de productos paralelos (derechos de TV, CD y DVD en directo) y promotores locales que montan los shows por el honor de trabajar con los Stones (y un porcentaje ¨ªnfimo).