"Estoy en una encrucijada entre el pop y la ¨®pera"
Cuenta Rufus Wainwright que sus diversas facetas art¨ªsticas se encuentran librando un agitado pulso interno. "Rufus cantautor, Rufus estrella pop y Rufus compositor intelectual intentan ahora mismo dominarse el uno al otro", explica el artista estadounidense, que act¨²a esta noche en Madrid con motivo del D¨ªa Europeo de la M¨²sica.
Wainwright, de 33 a?os, presentar¨¢ las canciones de su nuevo disco, Release the stars. Un ¨¢lbum gestado en Berl¨ªn y que tiene esa ciudad como escenario. Por primera vez en su carrera, el propio Rufus se encarg¨® de la producci¨®n. "Despu¨¦s de tantos a?os en la industria, sent¨ª que ya me hab¨ªa diplomado en producci¨®n discogr¨¢fica. Quise explorar mis habilidades como m¨²sico pop. Todav¨ªa estoy muy inseguro respecto a mi posici¨®n en esa escena. No soy un experto en cultura pop ni deseo profundizar en ella, pero opero en ese planeta y quise experimentar".
Se desat¨® entonces la batalla personal. En un extremo, el artista que persigue un superventas o, seg¨²n su propio s¨ªmil, "el personaje tipo Britney Spears que desea ganar millones de d¨®lares y viajar en limusinas". En el otro, el intelectual que aspira a componer ¨®peras. Enamorado de la m¨²sica l¨ªrica desde los 14 a?os, Wainwright ha aceptado una propuesta de la Metropolitan House Opera de Nueva York para componer una obra original. "Estoy en ello, componiendo la m¨²sica y escribiendo el libreto en franc¨¦s con un amigo. Quiero dedicar toda mi energ¨ªa a este proyecto. Aunque fracase y mi primera ¨®pera sea un desastre, valdr¨¢ la pena. Es mi gran fantas¨ªa y el reto m¨¢s colosal de mi vida". No est¨¢ mal, viniendo de alguien que se atrevi¨® este a?o a dar una serie de conciertos reproduciendo el que ofreci¨® Judy Garland, en 1961, en el Carnegie Hall de Nueva York.
Release the stars, asegura, supone un antes y un despu¨¦s: "Es mi ¨²ltimo asidero al mundo pop antes de retirarme para componer trabajos oper¨ªsticos". Capas de piano, viol¨ªn, trompeta, guitarras y sintetizadores envuelven la voz melanc¨®lica y apasionada de Rufus, que entona letras personales de amor y desamor.
En los 12 temas del disco dirige misivas a sus novios e incluso a su pa¨ªs natal, Estados Unidos, al que dedica una punzante carta de despedida en Going to a town. "En estas canciones, el popero Rufus est¨¢ secuestrado y se muere por explotar antes de que el compositor Rufus cierre la puerta, encienda las velas y se centre en las ¨®peras", explica.
Hay muchos artistas invitados en el nuevo disco de Rufus. Entre ellos, su hermana Martha. No est¨¢ en esta ocasi¨®n su madre, Kate McGarrigle. Y tampoco est¨¢, como es habitual en la discograf¨ªa de Rufus, el patriarca del clan, Loudon Wainwright III. Se han intercambiado metralla en el pasado. El padre aire¨® sus celos del peque?o en Rufus is a tit man (literalmente, "Rufus es un hombre de teta") y el hijo le desafi¨®, a?os despu¨¦s, a medirse con los pu?os en Dinner at eight, tema incluido en su disco Want One. "Tengo ahora una buena relaci¨®n con mi padre, b¨¢sicamente porque apenas nos vemos. No hablamos mucho pero, cuando lo hacemos, conectamos bien. Hace poco hasta grabamos un tema juntos, una vieja canci¨®n folk, Old Paint, que sacaremos en alg¨²n momento".
Rufus Wainwright act¨²a esta noche en Madrid (La Riviera), y el 20 de julio en el Festival de Benic¨¤ssim.
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