Clamor empresarial contra la 'iaia'
Medio Ambiente prepara cambios en la ley que m¨¢s inquieta a las patronales
Al frente del centenario hostal Jaumet y sus 17 habitaciones, al pie de la carretera de Barcelona a Andorra, en la entrada de la poblaci¨®n de Tor¨¤, est¨¢ el empresario Jaume Marimon. En el Parlament, le conocen. Marimon ha llevado en una decena de ocasiones a la c¨¢mara de la Ciutadella su cruzada particular contra una ley que se ha convertido en la aut¨¦ntica bestia negra de los empresarios: la Ley de la Intervenci¨®n Integral de la Administraci¨®n Ambiental. Lo peor, la normativa medioambiental, corrobora continuamente Joan Torres, gerente de Modacolor, con sede en Terrassa, y socio de Cecot.
A esta ley -que Fomento del Trabajo, Cecot y Pimec consideran un claro ejemplo sobre los supuestos excesos del celo regulador de la Administraci¨®n- se le llama impopularmente iaia, jugando con el sonido de sus siglas.
La norma, aprobada hace casi una d¨¦cada, bajo el Gobierno de CiU, surge de la adaptaci¨®n de una directiva europea destinada a asegurar que se extremaran los controles sobre las empresas cuya actividad pudiera plantear mayores riesgos para el medio ambiente, como las petroqu¨ªmicas, mineras y nucleares. Catalu?a fue pionera en esta adaptaci¨®n, pero para muchos empresarios pronto qued¨® claro que era imposible estar en la legalidad.
El Ejecutivo aprovech¨® la adaptaci¨®n de la directiva europea para derogar el viejo sistema de permisos que necesitaba una empresa para operar (las licencias de actividad), para concentrar en la pr¨¢ctica en un ¨²nico departamento, el de Medio Ambiente, y a trav¨¦s de una imprescindible autorizaci¨®n o licencia ambiental, el control de las licencias de actividad en un amplio abanico de sectores, clasificados seg¨²n su grado de incidencia ambiental y sometidos a distintos reg¨ªmenes de autorizaciones, licencias y comunicaciones.
La idea era intentar facilitar las cosas, pero la complejidad de la ley y de su cumplimiento es tal que, desde hace ya un a?o y medio, el propio Departamento de Medio Ambiente y Vivienda, cuyo titular es Francesc Baltasar, admite que trabaja "para detectar los mayores problemas de aplicaci¨®n con la idea de modificar la ley". El periodo de exposici¨®n p¨²blica del nuevo proyecto se espera para antes de agosto, explica esta consejer¨ªa. Buena parte de las empresas que ya operaban acabaron obteniendo sucesivas moratorias en la aplicaci¨®n, incapaces de cumplirla.
"Cada pocos a?os, debemos renovar la licencia. Pero formalmente se hace ante el Ayuntamiento. Y hay ayuntamientos que te obligan a renovarla y otros a los que les basta una notificaci¨®n", se queja Marimon, blandiendo un grueso ejemplar del proyecto en la sede de Pimec. "Por ejemplo", sigue el empresario leridano, "por mucho que se cumpla la ley y por muchos controles peri¨®dicos que se superen, si cambia cualquier detalle de cualquier normativa en cinco a?os, el empresario queda en la ilegalidad si no cambia las cosas". De la piscina del hostal a las salidas para incendios.
"Las normativas se actualizan continuamente. No queremos lanzar el mensaje de que no hay que cumplir la ley, obviamente, pero cada cinco a?os no puedo estar cambiando los ascensores o las escaleras. Podr¨¢ hacerlo una gran empresa, pero a los peque?os nos matan", se queja Marimon, quien lamenta tambi¨¦n la sucesi¨®n de empresas que, dice, intervienen en el proceso que garantiza que en un establecimiento no haya legionela o que el mantenimiento de un ascensor sea correcto.
"Paso los controles. Pero luego viene otra empresa homologada y me dice que tengo que tener tel¨¦fono en el ascensor conectado con el exterior porque as¨ª consta en el BOE. Y luego me tengo que enterar de que eso no necesariamente es as¨ª en los establecimientos p¨²blicos en los que hay alguien en la recepci¨®n 24 horas al d¨ªa. ?Ya est¨¢ bien!", exclama.
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