La fiesta m¨¢s orgullosa
Llega el D¨ªa del Orgullo. Madrid se convierte estos d¨ªas en la capital gay de Europa. Y Chueca ser¨¢ el centro de todas las miradas. Un barrio transformado por sus habitantes en un referente mundial de tolerancia y modernidad homosexual. ?stos son algunos de los protagonistas de su gran ¨¦xito.
"Los gays han regenerado Chueca. Lo digo yo, que vivo a pocos metros del barrio" (A. Ruiz-Gallard¨®n)
"Ha habido mucha ilusi¨®n en Chueca, y los gays hemos sido muy cabezones" (Miguel ?ngel L¨®pez)
"El barrio puede convertirse en un parque tem¨¢tico gay para 'heteros' (?ngel Calvo)
"La comisar¨ªa de Centro est¨¢ tras la pista de un presunto polic¨ªa que el domingo efectu¨® dos disparos de pistola en la plaza de Chueca, despu¨¦s de quitar la cartera y un trozo de hach¨ªs a Juan Carlos Pe?a". El periodista Jes¨²s Duva firmaba esta informaci¨®n el martes 16 de mayo de 1989 en EL PA?S y continuaba: "La plaza de Chueca es uno de los principales focos de distribuci¨®n de hach¨ªs y hero¨ªna a peque?a escala en el centro de Madrid, seg¨²n informaron fuentes policiales". A mediados de los a?os ochenta, este tipo de noticias se multiplicaban en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos. Chueca era un barrio muy peligroso y abandonado a su suerte, seg¨²n los cronistas, por parte de la administraci¨®n local. Antonio Mu?oz Molina escrib¨ªa en 1995 en estas mismas p¨¢ginas: "El tr¨¢fico de hero¨ªna invad¨ªa esas mismas calles, y las esquinas iban siendo tomadas por los camellos, igual que las plazas por los drogadictos, que se inyectaban a la luz del d¨ªa y delante de cualquiera, y ni siquiera la polic¨ªa ni las autoridades municipales ni nadie con responsabilidad p¨²blica parec¨ªa enterarse o dar importancia a lo que estaba ocurriendo".
Mili Hern¨¢ndez, editora y propietaria de la librer¨ªa Berkana, abri¨® su establecimiento en la plaza de Chueca en 1993. Los problemas a¨²n segu¨ªan. "Muchas veces dejaba que la polic¨ªa secreta espiara a los traficantes desde dentro de la tienda"; recuerda. "La mayor¨ªa de los locales de la plaza estaban cerrados, abandonados, nadie quer¨ªa instalarse en un barrio tomado por la droga, los camellos y la delincuencia. Pero yo so?aba con que Chueca se convirtiera en el Village [m¨ªtica zona gay neoyorquina], en un barrio comprometido". No se convirti¨® en el Village, pero s¨ª en una especie de Soho a la madrile?a. Tanto que ahora muchos peque?os comercios han tenido que echar el cierre v¨ªctimas de unos alquileres que han subido en progresi¨®n geom¨¦trica y comprar un piso en Chueca es algo que no est¨¢ al alcance de cualquier econom¨ªa. Seg¨²n la inmobiliaria Fotocasa, el metro cuadrado de vivienda en el barrio ha llegado a pagarse a m¨¢s de 7.000 euros y la calle de Fuencarral se ha convertido en una milla de oro en la que las tiendas de ropa se multiplican y el traj¨ªn de gente es incesante.
?C¨®mo se ha realizado esta transformaci¨®n? Alberto Ruiz-Gallard¨®n lo tiene muy claro: "Chueca era un barrio muy degradado, y hubo un momento en que un colectivo determinado [los homosexuales] decide instalarse, sin ning¨²n tipo de ayuda p¨²blica, por su cuenta y riesgo. Ellos han regenerado Chueca. Lo digo yo, que vivo a muy pocos metros del barrio", palabra del alcalde de Madrid. Mili Hern¨¢ndez lo corrobora: "Este barrio lo hemos arreglado sin ninguna ayuda de la Administraci¨®n. Era curioso escuchar a los vecinos cuando ven¨ªan las televisiones a hacer reportajes sobre el fen¨®meno de Chueca y los residentes y due?os de los locales dec¨ªan: mucho mejor los maricones que los drogadictos".
Pero ?cu¨¢les han sido los puntos de inflexi¨®n, los ingredientes fundamentales sin los que la transformaci¨®n no habr¨ªa sido posible? Antonio Poveda, presidente de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGT), propone dos momentos: "Fue muy importante el hecho de que Chueca se abriera al d¨ªa. En eso, la librer¨ªa Berkana ha sido una referencia. Cuando Mili Hern¨¢ndez abre, empieza a haber otra visi¨®n del barrio y la gente comienza a salir a la calle. Tambi¨¦n fue definitiva la publicaci¨®n de la revista Shangay, que ayud¨® mucho a la visibilidad y la normalizaci¨®n. El respeto a la diversidad es un valor important¨ªsimo, y la revista contribuy¨® mucho a ense?ar ese valor. Y tambi¨¦n las manifestaciones a las que ha acudido cada vez m¨¢s gente y que han sido un muro de contenci¨®n contra el PP m¨¢s hom¨®fobo".
La primera manifestaci¨®n a favor de los derechos de gays y lesbianas se organiz¨® en Barcelona en 1977. El 26 de junio de 1981 se publicaba la siguiente noticia: "Cerca de un millar de homosexuales, hombres y mujeres, se manifest¨® ayer en Madrid para conmemorar el D¨ªa Internacional del Orgullo Gay (...). Este a?o no se han producido incidentes y la legalizaci¨®n de la marcha les ha llegado sorprendentemente r¨¢pida". El pr¨®ximo d¨ªa 22 comienza en Madrid la celebraci¨®n del Orgullo Gay Europeo, el llamado Europride, por primera vez en Espa?a, y los organizadores esperan una afluencia de p¨²blico superior a los dos millones y medio de personas. "Las fiestas del Orgullo Gay son, para m¨ª y para mucha gente m¨¢s, las fiestas de Madrid. Ni San Isidro, ni la Paloma, ni nada", asegura Antonio Poveda.
Y lo cierto es que cada a?o va a m¨¢s. Tanto que el Ayuntamiento ya est¨¢ pensando en aumentar, seg¨²n las necesidades, el per¨ªmetro de calles cortadas para evitar aglomeraciones como las de a?os anteriores. As¨ª lo ha explicado el consejero de Econom¨ªa del Ayuntamiento de Madrid, Miguel ?ngel Villanueva, que tambi¨¦n ha querido poner el acento en los 100.000 euros que el consistorio dar¨¢ a los colectivos para subvencionar el evento. Sin embargo, los empresarios no est¨¢n tan contentos. Alfonso Llopart, due?o y fundador de la revista Shangay, asegura: "Tenemos que agradecer al Ayuntamiento su aportaci¨®n, pero nos parece insuficiente para un evento de estas caracter¨ªsticas. Me parece que se desaprovecha una oportunidad muy importante para promocionar Madrid como un destino de referencia y fidelizar el turismo gay". El Orgullo Gay en Madrid ha adquirido tales dimensiones que incluso provoca tensiones entre los colectivos y los empresarios, puesto que son los primeros, como fundaciones sin ¨¢nimo de lucro, los que reciben las subvenciones de las instituciones, pero al mismo tiempo han de negociar con los empresarios para poder llevar a cabo la macrofiesta en la que se convierte el coraz¨®n de la ciudad durante m¨¢s de una semana.
Las cosas no han sido siempre tan grandes. A principios de los ochenta comenzaron a abrir varios bares para homosexuales en Chueca. Pero, como recuerda ?ngel Calvo, due?o de The Paso, uno de los locales de mayor ¨¦xito en la plaza de V¨¢zquez de Mella, todo ha cambiado mucho. "En aquella ¨¦poca estaba todo muy escondido. En la mayor¨ªa de los locales hab¨ªa que tocar un timbre para entrar y se ligaba mucho m¨¢s por la calle", recuerda. Eran sitios oscuros, cerrados, en los que reinaba cierto tufo de sordidez. "Pero entonces lleg¨® la movida, y la movida se fragu¨® en Chueca y comenzaron a cambiar muchas cosas", recuerda Calvo. "La movida madrile?a siempre ha estado ligada al rollo gay. La gente gay mov¨ªa la m¨²sica y se gastaba toda la pasta que ten¨ªa en la noche".
El 11 de julio de 1980, un empresario llamado Jos¨¦ Cobo, que ahora tiene 56 a?os y regenta un local llamado Rick's, abri¨® un bar al que bautiz¨® como Ras. "Fue un referente de la movida. La gente primero ven¨ªa al Ras y luego se iba al Rockola", asegura.
En la ¨¦poca de la movida, la droga hac¨ªa estragos, no s¨®lo entre gente an¨®nima, tambi¨¦n entre varios de los protagonistas de esos d¨ªas de libertad en Madrid. Aquello fue el germen de lo que m¨¢s tarde ser¨ªa Chueca. La movida fue el cimiento sobre el que se levant¨® el barrio hasta hacerlo llegar, 20 a?os despu¨¦s, al glamour de locales como Isol¨¦e, uno de los multiespacios chics premiado en 2006 como el establecimiento m¨¢s innovador de la Comunidad de Madrid; o el restaurante Bazaar o el videoclub-cafeter¨ªa Diurno o la ¨®ptica Toscana, que tambi¨¦n recibi¨® en 2006 el galard¨®n a la mejor rehabilitaci¨®n de un establecimiento.
Miguel ?ngel L¨®pez, director de la revista Zero, tambi¨¦n tiene sentimientos un tanto encontrados sobre el principio de la transformaci¨®n de Chueca: "Era todo como un gran armario, oscuro, y recuerdo que la primera vez que entr¨¦ en un local de ambiente me ech¨¦ a llorar". L¨®pez recuerda que empez¨® a trabajar de camarero en 1989 en el bar D¨²plex. "Llegabas al ambiente y quer¨ªas verlo y vivirlo todo, y as¨ª es como nos hemos conocido la mayor¨ªa. Trabaj¨¦ all¨ª porque viv¨ªa con mi familia en el barrio de Prosperidad y no ten¨ªa un duro". As¨ª fue como los j¨®venes tomaron contacto y decidieron hacer algo para cambiar las cosas. "Ten¨ªamos miles de ideas para darle vida al barrio. Pr¨¢cticamente todos hemos pasado por el COGAM y hubo mucha gente que influy¨®. Mili fue una de ellas. Igual que Pedro Zerolo, un referente capaz de articular un discurso integrador, que daba mucha credibilidad al colectivo y demostraba que tambi¨¦n se pod¨ªa cambiar en lo pol¨ªtico", cuenta Miguel ?ngel L¨®pez.
Mili Hern¨¢ndez tambi¨¦n se muestra cr¨ªtica. Est¨¢ de acuerdo en que se ha logrado mucho, pero ve el futuro de otra forma. "Puede que ahora todo vuelva a cambiar, todo se ha convertido en intereses econ¨®micos. Ahora las rentas est¨¢n por las nubes y nadie parece darse cuenta de que hemos sido nosotros los que hemos arreglado el barrio sin ninguna ayuda de la Administraci¨®n". "Es que siempre ha habido mucha ilusi¨®n en Chueca y me da la impresi¨®n de que los gays siempre hemos sido muy burros y hasta que no hemos conseguido lo que quer¨ªamos no hemos parado", recalca Miguel ?ngel L¨®pez. ?l mismo puede ser un ejemplo de lo que dice. En 1991, L¨®pez viv¨ªa en Nueva Jersey, el Estado fronterizo con Nueva York. All¨ª se empap¨® de las revistas gays que en Espa?a no exist¨ªan, como Advocate y Out. En 1998 sac¨® el primer n¨²mero de la revista Zero. "Se llamaba Zero Quincenal y era famosa porque nunca sal¨ªa a tiempo, siempre nos retras¨¢bamos. Pero es que las ayudas reales que hemos tenido han sido muy pocas; yo iba pidiendo recursos y todo el mundo dec¨ªa que estupendo, pero no daban un duro. ?ramos todos muy novatos". M¨¢s tarde cre¨® una empresa de software que se especializ¨® en astrolog¨ªa y de ese ¨¦xito pudo sacar la inversi¨®n para poner en circulaci¨®n y a la venta en los quioscos una revista en la que han aparecido en portada desde el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, hasta el l¨ªder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, y que sirvi¨® para que varios miembros de estamentos como la Iglesia y el Ej¨¦rcito salieran del armario con un revuelo medi¨¢tico considerable.
"Ahora Europa, la igualdad es posible". ?ste ser¨¢ el lema de la marcha que recorrer¨¢ desde la Puerta de Alcal¨¢ hasta la plaza de Espa?a pasando por la Gran V¨ªa para conmemorar el D¨ªa del Orgullo Gay. Ya durante los ¨²ltimos cinco o seis a?os la manifestaci¨®n ha sido multitudinaria. Es la convocatoria estatal que une a lesbianas, gays y transexuales de todo el pa¨ªs. Pero este a?o adem¨¢s se espera la llegada masiva de gays de toda Europa que ya tienen una referencia de lo que significa Madrid en el mapa homosexual del mundo. Un lugar divertido, abierto y comprometido. "Para m¨ª, las palabras de Zapatero cuando se aprob¨® la ley del matrimonio y la adopci¨®n gay quedar¨¢n escritas en letras de oro en la historia de Espa?a. ?l dijo: 'Hoy somos un pa¨ªs m¨¢s decente y respetuoso'. La garant¨ªa de una democracia sana es que se avance en leyes sociales. Esta legislatura ha sido hist¨®rica", asegura Antonio Poveda.
Tras la manifestaci¨®n, las calles del barrio tendr¨¢n que acoger a cientos de miles de personas. El ¨¦xito de Chueca ha sido, seg¨²n sus protagonistas, haberse abierto al d¨ªa, haber dejado de ser un gueto para convertirse en una zona integradora y amable. La noche tambi¨¦n se ha transformado. Eso lo saben bien personas como Manolo Greppi, que, junto a su socio Niki, posee el grupo HOT. Se trata de tres establecimientos dedicados en principio al colectivo oso (gays que cultivan la masculinidad en su aspecto exterior). "En nuestros locales tiene cabida todo el mundo. Cualquiera puede entrar, y creo que se han hecho grandes amistades en la noche de Chueca, dentro de esos bares que son ya algo m¨¢s que un punto de encuentro para el colectivo", asegura Greppi.
Algo que tambi¨¦n corrobora Javier Vergara, presidente de la asociaci¨®n Madbear y codue?o, con dos socios m¨¢s, del Bears Bar: "Con el club queremos dar una oportunidad a la gente para unirse y realizar actividades conjuntamente, pero no s¨®lo fiestas. Es cierto que hacemos la quedada internacional en diciembre, en la que llegamos a juntar a m¨¢s de 2.000 personas, pero tambi¨¦n nuestro club responde a esa actitud afable y participativa del colectivo osuno".
Los locales se han multiplicado y todo ha crecido en Chueca; el mercado de Fuencarral fue otro punto de inflexi¨®n para aumentar la imagen de modernidad del barrio. Pero tambi¨¦n hay voces cr¨ªticas y hechos que pueden llevar a una crisis de identidad. Un ejemplo es lo que va a ocurrir con el mercado de San Ant¨®n, en la calle de Augusto Figueroa. Era un mercado municipal al uso, con sus puestos de frutas, verduras, carnicer¨ªas, con 60 a?os de vida. Si se cumplen las previsiones de los constructores, el mercado reabrir¨¢ sus puertas este verano. Ser¨¢ m¨¢s peque?o, pero m¨¢s moderno. De los 45 puestos que ten¨ªa s¨®lo quedar¨¢n 25 y estar¨¢n en la planta superior del nuevo inmueble. Los casi 1.000 metros cuadrados de la planta a nivel de calle ser¨¢n ocupados por una de las marcas de supermercados de El Corte Ingl¨¦s. Hay divisi¨®n: unos apoyan el peque?o comercio tradicional; otros vecinos se alegran de tener tan a mano un gran establecimiento con un horario amplio.
San Ant¨®n es una met¨¢fora de lo que puede pasar con Chueca. "El barrio ha tomado ya tales dimensiones de fama y de modernidad y diversi¨®n que corremos el peligro de que se convierta en una especie de parque tem¨¢tico de gays al que acude el resto de la ciudad", previene ?ngel Calvo. Por ejemplo, hace ya alg¨²n tiempo que proliferan en el barrio las celebraciones de despedidas de solteras que toman al asalto determinados locales gays. Dicen que esto ocurre porque los gays saben divertirse de otra forma, porque no le hacen ascos a la m¨²sica m¨¢s petarda para el consumo r¨¢pido y fugaz y porque no hay un lugar en la ciudad m¨¢s abierto, en el que m¨¢s se practique la tolerancia, la m¨¢xima de vive y deja vivir.
La celebraci¨®n de Europride ser¨¢ un examen de selectividad para Chueca. Para revalidar ese tir¨®n del que tanto se habla fuera de Espa?a. "Podemos terminar desbordados. Se pueden ampliar plazas y calles para que la gente quepa en el barrio, pero si no se le ofrece una alternativa, unas barras en las que poder consumir, m¨²sica que escuchar, habr¨¢ zonas que puedan convertirse en un enorme botell¨®n donde los vendedores ambulantes har¨¢n su agosto", advierte Alfonso Llopart. Habr¨¢ que esperar. Est¨¢ claro que este barrio enamora, que tiene algo por lo que han luchado muchas personas, unas que ya no est¨¢n y otras que siguen en la trinchera. "Yo presumo mucho de que quiero dejarlo todo e irme al campo. Pero si lo dejara me aburrir¨ªa. Me morir¨ªa", asegura Jos¨¦ Barbarroja, due?o del Black & White, uno de los decanos de Chueca. "Este bar y este barrio son mi vida".
Los editores: el poder de la letra impresa
Mili Hern¨¢ndez, de 47 a?os; Miguel ?ngel L¨®pez, de 38, y Alfonso Llopart, de 42, son tres de los activistas que probablemente m¨¢s han hecho por Chueca y la causa gay. Mili abri¨® en 1993 la librer¨ªa Berkana, especializada en tem¨¢tica homosexual, primero en la plaza de Chueca y ahora en la calle de Hortaleza. "Una cosa important¨ªsima es que logr¨¦ que el mundo gay no s¨®lo se viviera por la noche, sino tambi¨¦n a la luz del d¨ªa", asegura. Berkana fue, probablemente, el primer establecimiento dedicado a los gays que no fuera un caf¨¦ o bar de copas. Miguel ?ngel L¨®pez dirige desde 1997 la revista Zero. Tres a?os antes, Alfonso Llopart se lanz¨® tambi¨¦n al mundo editorial con la revista gratuita Shangay Express. "Tuvimos muy claro que nos gustaba El Pa¨ªs de las Tentaciones y lo que quisimos fue hacer el Tentaciones gay y creo que lo hemos conseguido".
Las tribus: la visibilidad
Barbas, pelos, kilos, pantalones vaqueros, culto a la masculinidad y voluntad de ser afables: son los 'osos'. Estas se?as de identidad lograron que este colectivo diera una vuelta de tuerca a la imagen estereotipada que se ten¨ªa del gay. En la foto, de izquierda a derecha, Javier Vergara, presidente de Madbear; F¨¦lix Mart¨ªnez, organizador de una sesi¨®n 'osuna' llamada Bunker; Felipe Le¨®n, 'mister bear' Espa?a 2006; Niki (con su hijo Mateo en brazos), socio de Manolo Greppi (segundo por la derecha), del grupo HOT, pionero en el mundo 'osuno' y que poseen los bares Hot, Enfrente y la discoteca The Angel. Junto a ¨¦l, Juan Pizarro, tambi¨¦n miembro de Madbear. Por ¨²ltimo, Eduardo Carranza, uno de los primeros trabajadores del grupo HOT. En Chueca conviven todo tipo de opciones sin ninguna tensi¨®n. Una de las se?as de identidad del barrio es la visibilidad.
Los ciudadanos: la normalizaci¨®n
En Chueca cohabitan, a cualquier hora del d¨ªa, gays, heterosexuales, lesbianas, transexuales, bisexuales... El ¨¦xito de Chueca tambi¨¦n es suyo. Han sido personas de mente abierta y sin prejuicios que buscaron en la diferencia su h¨¢bitat de normalidad. Es el caso de estos dos asiduos de la sesi¨®n Royal en el Cool, continuaci¨®n del ambiente festivo de Chueca. Ver¨®nica, de 24 a?os, y de Sidney Sales, de 23: "No podr¨ªa haber mejor ciudad para organizar el orgullo europeo. Va a ser muy grande, yo participar¨¦".
Los continuadores: el ejemplo del ¨¦xito
Simbolizan a la perfecci¨®n el fen¨®meno Chueca. Estos dos empresarios abrieron en septiembre de 2005 uno de los espacios m¨¢s 'chics' de la ciudad. Bautizaron el local como Isol¨¦e y le encargaron la decoraci¨®n a Teresa Sapey. En sus 400 metros cuadrados se puede tener acceso a firmas exclusivas de moda en un c¨®rner dirigido por Aitor Az¨²a, un supermercado de 'delicatessen', una zona de bar y restaurante, discos, revistas de tendencias internacionales, 'gadgets' escogidos... Jos¨¦ Luis Robles, en primer plano, y su socio, Rodrigo Men¨¦ndez, tuvieron claro que para poner en marcha la tienda de sus sue?os en Madrid, Chueca era el mejor barrio. "Es el m¨¢s joven y din¨¢mico y el m¨¢s abierto a lo que proponemos: un escaparate moderno".
Los pioneros: los cimientos de la transformaci¨®n
Cuando el barrio de Chueca todav¨ªa estaba totalmente abandonado y cercado por la droga, hubo una serie de empresarios que apostaron por la zona. Es el caso de Jos¨¦ Barbarroja (primero por la derecha), que transform¨® un almac¨¦n de recambios de autom¨®viles en un local llamado Black and White, probablemente uno de los que primero abrieron en Chueca. ?ngel Calvo (segundo por la derecha) lleva 25 a?os trabajando en el barrio, ahora tiene el bar The Paso. Jos¨¦ Mac¨ªas (en el centro) regenta la primera tienda de art¨ªculos fetichistas que abri¨® en Chueca, el SR. Edgar Cabral es due?o de varios de los locales m¨¢s frecuentados: Why Not, Polana y el restaurante Dirdam.
Los colectivos: la lucha por la igualdad
Su actividad siempre ha estado marcada por la reivindicaci¨®n. Son hombres y mujeres que han ofrecido su tiempo y esfuerzo para que la opci¨®n minoritaria pueda acceder a todos los derechos que disfruta la mayor¨ªa. De izquierda a derecha, Antonio Poveda, presidente de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGT); M¨®nica Mart¨ªn, fundadora del colectivo Transexualia y miembro de la junta directiva del Colectivo de Gays y Lesbianas de Madrid (COGAM), y Pedro Zerolo, miembro de la ejecutiva del PSOE y concejal del Ayuntamiento de Madrid. Zerolo ha sido una de las cabezas m¨¢s visibles en el movimiento por la igualdad de los homosexuales.
Las mujeres: empresarias y trabajadoras
Mayka Contreras (a la izquierda en la foto) fue una de las empresarias pioneras en abrir un local de copas en la plaza de Chueca. Es miembro de la asociaci¨®n de comerciantes de Chueca y participa en la Asociaci¨®n de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid y su Comunidad (AEGAL). Su primer negocio, que a¨²n sigue en activo, es el bar Trucco, pero tambi¨¦n posee Escape y Sunrise, otros dos nombres m¨ªticos del barrio. Se queja de la "persecuci¨®n" policial a la que se ven sometidos muchos locales por parte del Ayuntamiento. Maite Miguel (a la derecha) trabaja para Contreras como encargada del bar Escape; tambi¨¦n se queja de la presi¨®n policial.
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