Purga masiva en la polic¨ªa de M¨¦xico
El Gobierno de Calder¨®n destituye a 284 mandos por desconfianza, corrupci¨®n e ineficacia
El Gobierno mexicano ha iniciado una depuraci¨®n sin precedentes de los cuerpos de seguridad del Estado, al destituir a toda la c¨²pula de la Polic¨ªa Federal Preventiva (PFP) por connivencia con el narcotr¨¢fico. Genaro Garc¨ªa Luna, secretario (ministro) de Seguridad P¨²blica, anunci¨® ayer que 284 altos mandos de la PFP y de la Polic¨ªa Fiscal (AFI) han sido depuestos en todo el pa¨ªs. La purga incluye a los 34 comandantes de la Polic¨ªa Federal en los 32 Estados de M¨¦xico (la capital y Veracruz tienen dos coordinadores cada uno). El ministro resumi¨® la voluntad del Gobierno de Felipe Calder¨®n para garantizar la seguridad de los ciudadanos: "Necesitamos una polic¨ªa honesta, limpia y confiable". Y reconoci¨® que se trata de una medida frontal para combatir el crimen.
El presidente Calder¨®n ha dado un nuevo paso en la ofensiva contra el narcotr¨¢fico, iniciada en diciembre, a los pocos d¨ªas de su toma de posesi¨®n. Hasta ahora, hab¨ªa movilizado a miles de soldados y polic¨ªas en operativos donde prim¨® la espectacularidad por encima de la eficacia. La nueva estrategia parece encaminada a combatir la corrupci¨®n, "eje de la lucha contra el crimen", en palabras del ministro de Seguridad.
Garc¨ªa Luna rehus¨® detallar hasta d¨®nde llegaba la complicidad de los oficiales destituidos con los delincuentes. Admiti¨® que las autoridades tomaron una decisi¨®n tan radical por un conjunto de razones, entre las que incluy¨® desconfianza, ineficiencia y corrupci¨®n.
Aludi¨® a "problemas serios en la parte operativa", de relaciones con la ciudadan¨ªa y en la escasa capacidad de investigaci¨®n. Pero exculp¨® a los afectados -"no era su culpa", dijo-, porque durante a?os el Gobierno no invirti¨® en la polic¨ªa. "Sin complicidad con la autoridad la delincuencia est¨¢ condenada al fracaso", asegur¨®.
El proceso de depuraci¨®n de los cuerpos federales de seguridad comenz¨® hace meses, dijo el ministro, con la convocatoria de un curso especial de capacitaci¨®n para 306 elementos de la PFP y de la Polic¨ªa de la Fiscal¨ªa, que incluy¨® ex¨¢menes m¨¦dicos, control antidopaje, revisi¨®n de la situaci¨®n patrimonial y detector de mentiras. Seis de los convocados rechazaron ser evaluados en los ex¨¢menes antidopaje. Otros 16 no fueron considerados aptos. Los que aprobaron los ex¨¢menes ocupan desde ayer los nuevos cargos y los 34 que obtuvieron las mejores notas mandan la Polic¨ªa Federal en los Estados.
Los oficiales relevados de sus puestos ser¨¢n investigados y podr¨¢n asistir a un curso de readaptaci¨®n, en el que tendr¨¢n que pasar todo tipo de pruebas para acreditar que son confiables, que no tienen adicci¨®n a las drogas y que no han incrementado su patrimonio. Quienes se nieguen a los ex¨¢menes "quedar¨¢n autom¨¢ticamente fuera de la polic¨ªa", se?al¨® el ministro Garc¨ªa Luna. Los que permanezcan en la instituci¨®n deber¨¢n realizar un curso de varios meses y ser¨¢n examinados peri¨®dicamente. Ninguno de ellos podr¨¢ ocupar un cargo de responsabilidad.
La depuraci¨®n de la PFP, cuerpo integrado parcialmente por militares, forma parte de los planes del Gobierno de crear una nueva polic¨ªa. En una reuni¨®n reciente con la prensa extranjera, Garc¨ªa Luna anunci¨® la voluntad de su Departamento de constituir un nuevo cuerpo de unos 8.500 elementos, con formaci¨®n universitaria. "Queremos que el polic¨ªa sea lo mejor de la sociedad, como ocurre en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados", dijo el ministro.
El caso Tijuana
Antes de la purga de la PFP, el Gobierno hab¨ªa tomado medidas contra las polic¨ªas locales de varios Estados. En Nuevo Le¨®n, el Ej¨¦rcito realiz¨® un operativo de varios d¨ªas en diversos municipios donde fueron detenidos m¨¢s de 150 efectivos de distintos cuerpos policiales del Estado. Fueron trasladados a la Academia de Polic¨ªa por su posible colaboraci¨®n con la delincuencia organizada. Los nombres de los detenidos figuraban en varias listas halladas en unas camionetas abandonadas por pistoleros en un centro comercial.
La ciudad de Tijuana, en el Estado de Baja California, vivi¨® en enero una situaci¨®n sin precedentes cuando se puso en marcha el operativo conjunto contra el narcotr¨¢fico. Los 2.300 polic¨ªas municipales fueron desarmados y acuartelados por el Ej¨¦rcito, cuyos expertos en bal¨ªstica analizaron cuidadosamente las armas de los agentes para determinar si alguna de ellas fue utilizada en actos delictivos.
Hace dos a?os, la Polic¨ªa Municipal de Nuevo Laredo (Tamaulipas), paso fronterizo con EE UU, fue desarticulada tras un grave incidente. Un grupo de municipales recibi¨® a tiros a un contingente de polic¨ªas judiciales enviados por el Gobierno federal desde la Ciudad de M¨¦xico. Quinientos de los 800 efectivos fueron expulsados por connivencia con el narcotr¨¢fico.
Menos de 300 euros de salario al mes
Mal pagados y peor entrenados, los agentes mexicanos son presa f¨¢cil para el crimen organizado. En 21 Estados del pa¨ªs, un polic¨ªa cobra un salario que oscila entre 2.000 pesos (136 euros) y 4.000 pesos (272 euros) al mes. Los narcotraficantes no necesitan invertir mucho dinero por cada agente para duplicar sus ingresos y crear sus redes de impunidad, seg¨²n la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica.
El ministro Genaro Garc¨ªa Luna reconoce que las ¨²ltimas informaciones obtenidas de capos de la delincuencia organizada, en las que figuran listas de polic¨ªas al servicio del hampa, demuestran que "el costo de n¨®mina por pago de polic¨ªas, en promedio, es de 4.100 pesos (279 euros) por agente, o sea que hasta el mismo precio de corromper es bajo para el crimen organizado".
El programa de televisi¨®n C¨®digo 2007 inform¨® de que los narcotraficantes podr¨ªan incorporar a su n¨®mina a los 414.000 polic¨ªas estatales y municipales de M¨¦xico pagando algo m¨¢s de 1,2 millones de pesos al mes (m¨¢s de 81.700 euros).
Muertos en ajustes de cuentas
Involucrarse en alguno de los carteles de la droga puede dar buenos r¨¦ditos econ¨®micos, pero tambi¨¦n tiene altos riesgos. En lo que va de a?o, los polic¨ªas muertos por la violencia de las bandas de narcotraficantes suponen aproximadamente el 10% del millar de v¨ªctimas. En la inmensa mayor¨ªa de los casos, los agentes fueron el objetivo de los sicarios de algunos de los dos carteles de la droga que se disputan el territorio mexicano.
La espiral de violencia ha continuado en las ¨²ltimas horas. Un comandante de la polic¨ªa estatal fue asesinado en Nayarit, otras cinco personas fueron ejecutadas en el Estado de Guerrero, y en la frontera entre M¨¦xico y Estados Unidos, a la altura de Tijuana, fue descubierto un t¨²nel para introducir drogas o personas. La capital mexicana y las norte?as Ciudad Ju¨¢rez y Nuevo Laredo son tres de las poblaciones m¨¢s violentas de toda Am¨¦rica Latina, donde los asesinatos, las violaciones y los secuestros est¨¢n a la orden del d¨ªa.
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