Padres de urgencia
Las familias que acogen a ni?os temporalmente explican que pretenden ayudarles y evitar que vayan a un centro
Pablo y Clara, con tres hijos, saben bien lo que es no dormir por las noches. El m¨¢s peque?o no par¨® de llorar durante los dos primeros meses. Ahora, con ocho, es un ni?o rollizo, tranquilo y tiene a la familia encandilada. Cada quince d¨ªas Clara conduce 30 kil¨®metros hasta Sevilla y deja al reto?o durante una hora con su madre biol¨®gica. Clara es, temporalmente, su madre. Ella y Pablo son una de las familias de acogida de urgencia que hay en Sevilla y C¨¢diz. Un programa que la Consejer¨ªa de Igualdad y Bienestar Social quiere ampliar al resto de provincias andaluzas.
El acogimiento de urgencia evita que los menores de siete a?os tengan que pasar por un centro de acogida. En muchos casos, se trata de beb¨¦s abandonados, ni?os en situaci¨®n de desamparo o cuyos padres no pueden hacerse cargo de ellos. Las familias les reciben en su casa el tiempo que sea necesario, hasta que el ni?o vuelve con su familia biol¨®gica, se queda con una familia "permanente" o es dado en adopci¨®n.
"Lo m¨¢s duro siempre llega cuando el ni?o tiene que irse porque es como tu hijo"
"La gente dice que somos raros por la gran atenci¨®n que requiere un reci¨¦n nacido"
"La gente dice que somos raros", asegura Clara. "Y lo somos, porque la atenci¨®n que requiere un reci¨¦n nacido es enorme, pero compensa emocionalmente". El matrimonio no encuentra grandes respuestas a la pregunta de por qu¨¦ acogen a un ni?o como un hijo cuando saben lo duro que ser¨¢ separarse de ¨¦l. "Quer¨ªamos ayudar y sab¨ªamos que hay muchos ni?os que lo necesitan".
Raros o no, es su segundo acogimiento y aseguran que "engancha". Pablo, de 40 a?os, tiene una empresa de recambios de coches. Clara, de 38, ha hecho "de todo", desde auxiliar de cl¨ªnica a escaparatista, "pero ahora me quedo con los ni?os". Para la manutenci¨®n del beb¨¦ reciben de la Junta 700 euros mensuales, ya que su sueldo ronda los 1.500, "pero nadie se mete por dinero", asegura esta pareja que se define como "hogare?os". ?Un lujo? No piensan la respuesta: "estar con la familia".
Aventuran que quiz¨¢ estaban m¨¢s motivados para entrar en el programa por la experiencia con su hijo mayor "¨¦l sabe por qu¨¦ est¨¢ aqu¨ª y que hay que echar una mano", cuentan. Su historia es la de muchas parejas, tras un embarazo complicado les dijeron que no podr¨ªan tener hijos, as¨ª que se decidieron por la adopci¨®n. Ocho a?os m¨¢s tarde, llegaba Fernando. Ten¨ªa tres a?os y una enfermedad de la que se recuper¨®. Poco despu¨¦s, la sorpresa: Clara estaba embarazada. Lo m¨¢s duro siempre llega cuando el menor tiene que irse. "Intentas ponerte l¨ªmites, pero al final es como tu hijo", explica Pablo. Clara recuerda cuando se fue la primera ni?a y muestra su foto con cari?o. "Me dol¨ªa el coraz¨®n, pens¨¦ que no podr¨ªa volver a hacerlo, pero enseguida llamaron diciendo que otro ni?o necesitaba una familia".
"?Y qu¨¦ vas a hacer, decir que se vaya a un centro?", dice otra madre de acogida. Rosa y Manuel, ambos de 50 a?os, son los primeros que formaron parte del programa en Sevilla, en 1996. Desde entonces han pasado por su casa 11 beb¨¦s. "Recuerdo sus nombres, sus cumplea?os, cu¨¢ndo llegaron, ?todo!, es que son hijos", dice Rosa. Manuel es pensionista, antes se dedicaba al comercio, y Rosa, profesora de EGB. Ambos tienen 50 a?os y aseguran que los ni?os les dan "vida". Tienen un hijo biol¨®gico, ahora de 23 a?os, y saben que para ¨¦l la experiencia tambi¨¦n es positiva: "Ha aprendido a compartir". "Como padres est¨¢bamos realizados, pero quer¨ªamos hacer algo por otros ni?os. Hacen falta muchas familias, pero muchas son reacias", cuenta Rosa. "A veces nos dicen: 'yo no podr¨ªa, me encari?ar¨ªa'. Y entonces nosotros qu¨¦ somos, ?de piedra? Precisamente porque les queremos servimos para esto".
Clara sue?a a veces que se encuentra con la ni?a que acogi¨® y Rosa tambi¨¦n tiene un sue?o: "Me har¨ªa mucha ilusi¨®n que un d¨ªa, dentro de unos a?os, alguien llame a la puerta y al abrir nos digan, 'Hola, soy".
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