Bicefalia

Tiene raz¨®n el popular Antonio Sanz cuando afirma que la dimisi¨®n de Jos¨¦ Antonio Viera como concejal del Ayuntamiento de Sevilla es "una falta de respeto a los votantes". El tambi¨¦n l¨ªder del PSOE en Sevilla iba el n¨²mero dos en la candidatura al consistorio y ha durado 13 d¨ªas en el cargo. Justific¨® su marcha aduciendo que pretend¨ªa evitar cualquier duda sobre una supuesta bicefalia con el alcalde de Sevilla, Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn; y resulta que realmente se fue tras incurrir en un flagrante caso de incompatibilidad, ya que pretend¨ªa simultanear ser concejal y presidente de Cartuja 93, una empresa participada en un 51% la Junta. En definitiva, la ¨²nica bicefalia que se planteaba a Viera era con sus propias cabezas. Y las ¨²nicas dudas que con su decisi¨®n quer¨ªa despejar no parece que se refirieran tanto a un conflicto con el alcalde como con su cuenta corriente: 52.000 euros de concejal u 85.000 como presidente de Cartuja. No tard¨® mucho resolver la inc¨®gnita. De un plumazo liquid¨® sus problemas de convivencia con el alcalde y el interrogante de su n¨®mina.

Hace bien Sanz en reprobar lo ocurrido, aunque demuestra escasa memoria. Lo que ha pasado en Sevilla es exactamente lo mismo que pas¨® hace cuatro a?os en el ayuntamiento de M¨¢laga. All¨ª, el alcalde Francisco de la Torre tambi¨¦n tuvo un problema de bicefalia con el presidente del PP en M¨¢laga, Joaqu¨ªn Ram¨ªrez, que iba de n¨²mero dos. Ram¨ªrez abandon¨® el consistorio y se fue de portavoz de la oposici¨®n a la Diputaci¨®n Provincial, organismo que luego abandon¨® tras su nombramiento como senador, donde ganaba m¨¢s que en los dos puestos anteriores. Tambi¨¦n la bicefalia de M¨¢laga fue derivando poco a poco hacia la cuenta corriente. Supongo que a Sanz le debi¨® de parecer la decisi¨®n de Ram¨ªrez una falta de respeto a los votantes, pero no recuerdo que lo advirtiera.

Antonio Machado dec¨ªa que "de cada tres cabezas, dos embisten y una piensa". El problema de la bicefalia se produce cuando las dos cabezas se embisten y no existe una tercera que piensa. Eso est¨¢ ocurriendo en el grupo de Izquierda Unida en el ayuntamiento de M¨¢laga, cuyos dos ¨²nicos concejales est¨¢n dando un espect¨¢culo lamentable y la direcci¨®n no tiene tiempo de pensar, inmersa actualmente en colocar cargos de confianza en la Diputaci¨®n. All¨ª, merced al pacto con el PSOE, est¨¢n colocando en el organigrama de la instituci¨®n a todos los alcaldes que se han quedado sin sill¨®n y a media ejecutiva que no lo ten¨ªa. Por cierto, lo mismo que ha hecho el PSOE y el PP, pero ¨¦stos, en vez de con los cargos de confianza, directamente con los diputados.

La candidatura de IU en M¨¢laga estaba divida entre pares y nones. Los nones, encabezados por Pedro Moreno Brenes, eran los afines a la direcci¨®n. En los puestos pares figuraban los allegados al grupo municipal, que fue liquidado en pleno. Durante la campa?a electoral, los pares denunciaron que los nones les ocultaban las horas, los lugares y las fechas de los actos. Mientras los nones reprochaban a los pares "su escaso apoyo a las directrices del partido". Al final, en el consistorio malague?o s¨®lo ha obtenido representaci¨®n un par y un non. Un ¨²nico grupo, pero con dos cabezas que se embisten. En el primer pleno, la una ya ha anunciado que impugnar¨¢ una decisi¨®n de la otra. Qu¨¦ pasar¨¢ cuando alcancemos la mitad de la legislatura...

Y qu¨¦ me dicen de la bicefalia en el Parlamento andaluz, con tres partidos pol¨ªticos que tienen una cabeza hablante en la tribuna de oradores y otra pensante en el banco de los invitados. Llega cada a?o el debate sobre el estado de la comunidad y los portavoces de la oposici¨®n parecen mu?ecos de gui?ol: hablan por boca de sus l¨ªderes, que son extraparlamentarios. No es de extra?ar que Chaves, que empez¨® la legislatura crey¨¦ndose un p¨¢jaro y subido en una nube, terminara tocando el cielo en este ¨²ltimo debate. Empez¨® a desgranar tantos ¨¦xitos conseguidos y por conseguir "en esta legislatura y m¨¢s all¨¢", que parec¨ªa ya hab¨ªamos alcanzado la cuarta modernizaci¨®n sin ni siquiera haber pasado por la tercera.