Muchas f¨¢bricas, poca salud
Los vecinos de Torrelavega enferman m¨¢s que el resto de c¨¢ntabros por la alta poluci¨®n de sus empresas qu¨ªmicas
Torrelavega (56.000 habitantes), la segunda ciudad de Cantabria, conserva en sus afueras parcelas donde pastan vacas. Pero un tufo a huevo podrido delata a las chimeneas que, a un centenar de metros de los animales, vomitan humo blanquecino: son emisiones t¨®xicas que contienen part¨ªculas, di¨®xido de azufre, sulfuro de hidr¨®geno y sulfuro de carbono. Son molestos, y da?inos para la salud.
"Residir en Torrelavega constituye un riesgo para la salud muy evidente en el caso espec¨ªfico de la patolog¨ªa respiratoria". Lo advierte el ¨²nico estudio de la Consejer¨ªa de Sanidad de Cantabria sobre la salud de la zona. Aunque reconoce que "no se puede establecer una asignaci¨®n de causa directa", las cifras hablan por s¨ª solas. En Torrelavega ingresa mucha m¨¢s gente en los hospitales que en el resto de Cantabria: un 90% m¨¢s por causas respiratorias, un 28% por problemas cardiovasculares y un 32% por tumores.
"Mi marido muri¨® hace un mes. Ten¨ªa bronquitis y cuando hac¨ªa viento lo pasaba fatal, porque ol¨ªa peor y ¨¦l sufr¨ªa dolores. Parte de culpa la tiene la f¨¢brica. Trabaj¨® muchos a?os all¨ª". Mariuca Taus¨ªa se?ala a las chimeneas, a unos 200 metros de su casa. Son de Sniace, una papelera que tambi¨¦n produce combustible energ¨¦tico. Una de sus factor¨ªas, Viscocel, es la que emite sulfuro de hidr¨®geno, seg¨²n denuncian los ecologistas de la zona, que lo atribuyen a "un sistema de producci¨®n anticuado".
La multinacional belga Solvay es el otro gigante industrial de Torrelavega, donde hay seis centrales t¨¦rmicas. Taus¨ªa prosigue con voz rota: "Tambi¨¦n se me muri¨® un hijo hace un a?o de c¨¢ncer".
Alfonso Ortiz, de la plataforma para la mejora de la salud medioambiental, cifra en "unas 15.000" las muertes anuales por la contaminaci¨®n del aire en Espa?a. El protocolo c¨¢ntabro de alerta a la poblaci¨®n s¨®lo tiene en cuenta tres gases: di¨®xido de azufre, de nitr¨®geno y ozono troposf¨¦rico. El colectivo m¨¦dico denuncia que no basta con cumplir el l¨ªmite legal e insta a "conseguir el mejor nivel".
"En los ¨²ltimos cinco a?os han bajado las emisiones contaminantes, pero en 2006 hubo un repunte y no sabemos si es puntual o indica una vuelta a la din¨¢mica anterior", explica el director del Centro de Investigaci¨®n del Medio Ambiente (CIMA), Juan Carlos Guerra. Los d¨ªas 2, 3 y 5 de marzo pasado se dispar¨® la emisi¨®n de di¨®xido de azufre. "Un fallo t¨¦cnico impidi¨® decretar la alerta a la poblaci¨®n", reconoce.
Ecologistas en Acci¨®n pidi¨® en marzo al ayuntamiento que declare la ciudad Zona de Atm¨®sfera Contaminada. ?ste no lo cree necesario "porque se demuestra que cuando las industrias aplican las medidas correctoras apropiadas y se les da el plazo suficiente, la situaci¨®n mejora gradualmente", explica el concejal de Medio Ambiente, Pedro Aguirre.
A partir de octubre las empresas que no asuman sus propios sistemas de depuraci¨®n de gases no podr¨¢n continuar su actividad. Solvay "ya ten¨ªa todos los sistemas de autorregulaci¨®n exigibles", dice su coordinador de medioambiente. En Viscocel aseguran que desde febrero tres reactores biol¨®gicos impiden las emisiones de sulfuro de hidr¨®geno. Pero los ecologistas lo dudan. Florentino Mu?oz, Tate, hist¨®rico del movimiento vecinal, se siente desprotegido: "La contaminaci¨®n no es legal o ilegal; es saludable o no".
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