No imponer, no impedir
"La ruptura del alto el fuego por parte de ETA y su voluntad inequ¨ªvoca de asesinar, afortunadamente evitada hasta el momento, ha llenado el lenguaje pol¨ªtico vasco de expresiones recurrentes. Una de ellas, 'mantener la iniciativa pol¨ªtica', parte del convencimiento leg¨ªtimo de que ETA no puede marcar nuestra agenda pol¨ªtica. Para ello, los partidos vascos deber¨ªamos tomar iniciativas para mostrar que no estamos quietos, y que vamos a seguir construyendo el futuro de este pa¨ªs pese a ETA.
ETA va a marcar la agenda. Nos guste o no. En estos momentos en los que la organizaci¨®n terrorista ha tomado la decisi¨®n de violentar la democracia en Euskadi, la prioridad es hacerle frente. La primera medida, que hasta el momento est¨¢ siendo adem¨¢s efectiva, no debe ser otra que la eficacia policial. Si ETA mostrase una voluntad inequ¨ªvoca de querer poner fin a la violencia, lo cual desgraciadamente no es el caso, el recurso al final dialogado recuperar¨ªa su sentido. En las circunstancias actuales, s¨®lo la acci¨®n policial y la deslegitimaci¨®n social y pol¨ªtica de su entorno son los caminos que nos permiten trabajar por la paz y la libertad en Euskadi. Ojal¨¢ lleguen otros tiempos. Pero, mientras tanto, reconozcamos que s¨®lo su debilitamiento operativo, social y pol¨ªtico llevar¨¢ a ETA a la reflexi¨®n necesaria para que opte por cerrar definitivamente su persiana. Lo dem¨¢s es voluntarismo.
El debate sobre el refer¨¦ndum es otra mara?a en la cual podemos perdernos
Pese a ello, este pa¨ªs tiene que seguir viviendo, avanzando, forjando su autogobierno y construy¨¦ndose. ETA nos marcar¨¢ la agenda pol¨ªtica, pero tenemos que evitar que imposibilite el camino democr¨¢tico. La cuesti¨®n es c¨®mo avanzamos en el autogobierno, en un autogobierno que responda a la voluntad democr¨¢tica de los vascos y a las necesidades que una sociedad moderna de principios del siglo XXI tiene para desarrollar una identidad abierta, mejorar su creatividad, competitividad y calidad de vida, y mantener una cohesi¨®n social.
EAJ-PNV aprob¨® en octubre de 2005 un documento sobre la pacificaci¨®n y la normalizaci¨®n pol¨ªtica. En ¨¦l, la apuesta por el futuro del autogobierno vasco toma como clave de b¨®veda una formulaci¨®n: no imponer-no impedir. En estas cuatro palabras se resume una filosof¨ªa que engarza con la mejor tradici¨®n pactista de la historia vasca: pacto entre vascos para alcanzar mayor¨ªas en Euskadi superiores a las que obtuvo el Estatuto de Gernika, lo cual nos obliga a acuerdos entre las diferentes sensibilidades y tradiciones pol¨ªticas que hagan posible esa mayor¨ªa (no imponer), y pacto con el Estado a trav¨¦s de un acuerdo para que en la tramitaci¨®n en Cortes Generales los partidos implicados en el mismo lo aceptemos en su integridad (no impedir). L¨®gicamente, a esta tramitaci¨®n sigue el refer¨¦ndum de ratificaci¨®n por la ciudadan¨ªa vasca. Se cumplen as¨ª tres principios: el respeto a la voluntad democr¨¢tica de los vascos, el respeto a la pluralidad pol¨ªtica de la sociedad vasca y el principio de legalidad en base al marco jur¨ªdico vigente. Es una filosof¨ªa evidentemente limitativa de unos y de otros.
No imponer garantiza la aceptaci¨®n, en clave de integraci¨®n pol¨ªtica, de la voluntad de la sociedad vasca, pero a su vez limita a la mayor¨ªa nacionalista. No impedir, supone dar cauce al reconocimiento jur¨ªdico y pol¨ªtico de las decisiones adoptadas, limitando a su vez las mayor¨ªas de los partidos de ¨¢mbito estatal en las Cortes Generales. Se trata, pues, de aceptar, por principio, la f¨®rmula m¨¢s democr¨¢tica y m¨¢s integradora. Este es un camino, un m¨¦todo, en el que podemos y debemos implicarnos para alcanzar acuerdos pol¨ªticos en Euskadi. Para sostener la iniciativa pol¨ªtica e impedir que ETA nos marque la agenda. Como decimos en el Acuerdo de Gobierno que EAJ-PNV, EA y EB suscribimos en junio de 2005, "para alcanzar un consenso integrador en relaci¨®n con las diferentes visiones y sensibilidades pol¨ªticas existentes en la sociedad vasca sobre los aspectos cruciales para la normalizaci¨®n pol¨ªtica". Consenso que evidentemente s¨®lo podr¨¢ ser llevado a cabo entre aquellos que tenemos un firme compromiso en la defensa de la vida humana y rechazamos la violencia como forma de alcanzar fines pol¨ªticos. Por tanto, iniciativa pol¨ªtica s¨ª, en un camino de integraci¨®n y que nos permita alcanzar de forma efectiva una mayor cota de autogobierno.
El debate sobre el refer¨¦ndum es otra mara?a en la cual podemos perdernos. Lo dec¨ªamos en nuestro documento de octubre de 2005: "La consulta es, por lo tanto, el resultado de un proceso en el que no vamos a ahorrarnos ning¨²n esfuerzo. No es, de ning¨²n modo, un arma arrojadiza, ni una excusa de los partidos para delegar en la sociedad la obligaci¨®n que tienen de trabajar y lograr un acuerdo". La consulta tiene un previo: el acuerdo, tal y como el Acuerdo de Gobierno tripartito de junio de 2005 afirma. El refer¨¦ndum ser¨¢ la ratificaci¨®n del mismo. Y en las circunstancias actuales, esta condici¨®n de acuerdo previo e integraci¨®n es el m¨ªnimo democr¨¢tico exigible. Porque no podemos olvidar que, aunque no nos guste, ETA est¨¢ ah¨ª. Mirando lo que hacemos.
Una consulta ciudadana planteada como escenario de acumulaci¨®n de fuerzas para una confrontaci¨®n pol¨ªtica es muy discutible, y desde luego contraria al esp¨ªritu y a la letra de la posici¨®n de EAJ-PNV expresada en el documento de octubre de 2005. Pero en las condiciones actuales es m¨¢s grave. Puede ser el 'plan b' al que se acoja una ETA, que declare un alto el fuego 'permanente' como los anteriores, esperando que la misma se lleve a cabo. ?Qu¨¦ pasar¨ªa el d¨ªa despu¨¦s si no hubiera acuerdo pol¨ªtico con el Estado? Visto lo visto durante tantos a?os, no hace falta ser adivino para imaginar a ETA matando en nombre de la defensa de una presunta voluntad popular no atendida. La consecuencia de todo ello puede ser diab¨®lica. No en nuestro nombre.
Este art¨ªculo fue publicado ayer en Deia, El Correo y El Diario Vasco.
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