Devo o el regreso al futuro
Son cabeza de cartel del Festival de Benic¨¤ssim. Actuar¨¢n ma?ana ante miles de j¨®venes, muchos de los cuales no hab¨ªan nacido cuando empezaban con sus teor¨ªas futuristas. ?Por qu¨¦ es actual un grupo que no graba desde 1990?
A Richard Nixon le gustaba anunciar sus planes por televisi¨®n. El jueves 30 de abril de 1970 comunic¨® que sus tropas hab¨ªan entrado en Camboya. El pa¨ªs se indign¨® y arreciaron las protestas m¨¢s o menos violentas. La Kent State University, en Ohio, no fue una excepci¨®n. El 2 de mayo, el alcalde declar¨® el estado de emergencia. Dos d¨ªas despu¨¦s se convoc¨® una marcha en el campus. Alrededor de dos mil manifestantes y centenares de soldados de la guardia nacional con rifles semiautom¨¢ticos y bayonetas. Uno de ellos abri¨® fuego. En unos segundos aquello era un caos. Hubo cuatro muertos. Dos estudiantes antibelicistas y otros dos que pasaban por ah¨ª. El mayor, de 21 a?os.
"Interesamos porque el mundo se ha vuelto tan feo que saben que tenemos raz¨®n", explica Casale
Gerald V. Casale estaba all¨ª. Ten¨ªa 22 a?os y estudiaba Literatura Inglesa. Dos de los muertos eran sus amigos. "Ese d¨ªa cambi¨® mi vida completamente", recuerda por tel¨¦fono desde su casa de Santa M¨®nica, California. "No creo que Devo existiera si aquello no hubiera ocurrido. Me abri¨® los ojos, vi que el mundo era b¨¢sicamente injusto. Comprend¨ª el poder del Estado sobre el individuo y el de la prensa para convencer a todo el mundo de una mentira. Funciona. En aquel momento la gente pensaba que esos estudiantes merec¨ªan morir. Se dijo que iban armados y la verdad es que los soldados dispararon contra gente que hu¨ªa". Gerald V. Casale es el alma de Devo, que act¨²a ma?ana en Benic¨¤ssim, uno de los tres grupos que tienen el privilegio de figurar con letras grandes en el cartel del FIB Heineken, el festival espa?ol de m¨²sica pop m¨¢s internacional, que empieza esta noche. Los otros dos grupos son Muse y Arctic Monkeys, cuyos miembros podr¨ªan ser hijos de Devo. "Durante 15 a?os nadie nos ofreci¨® tocar en Europa", asegura Casale. "En los ochenta se nos consideraba extra?os, adelantados a nuestro tiempo. Ahora es: '?Oh! ?S¨ª, por supuesto, Devo!".
Por supuesto, Devo. Esos personajes que se re¨ªan del sistema usando los iconos de la cultura de masas. Una s¨¢tira social y pol¨ªtica que vampirizaba los sonidos de la new wave y el punk. Disfraces de limpiadores de residuos nucleares y macetas en la cabeza. Ahora igual no llamar¨ªan la atenci¨®n. Pero eran los setenta.
?Qu¨¦ puede interesar todo esto a un chaval de 20 a?os? Pues lo mismo que los primitivos videojuegos Pacman o Space invaders, los v¨ªdeos de la MTV de los ochenta en YouTube o ponerse leggins. En todo eso hay algo de Devo que, desde Akron, Ohio, casi inventaron el tecno-pop.
Por eso no resulta raro que los festivales juveniles tiren de cincuentones como ellos. Devo son ya cl¨¢sicos porque son reconocibles en las nuevas tendencias de la electr¨®nica. Aunque lleven desde 1990 sin grabar un disco y sus giras tengan que adecuarse al trabajo de la otra mitad creativa del grupo, Mark Mothersbaugh, compositor de bandas sonoras. "Interesamos porque el mundo se ha vuelto tan feo que saben que tenemos raz¨®n", explica Casale. "Pens¨¢bamos que nunca ver¨ªamos nada tan malo como Nixon, y est¨¢bamos equivocados. Al haber desarrollado la teor¨ªa de la de-evolution, deb¨ªamos haber previsto que vendr¨ªa alguien como George Bush y har¨ªa que Nixon pareciera listo".
La de-evolution, o la anti-evoluci¨®n, es el concepto central de Devo: la teor¨ªa, que empez¨® Casale a crear el d¨ªa de la matanza de Kent State, seg¨²n la cual el ser humano involuciona hacia un estado prerracional. De ah¨ª su grito de guerra: "?Somos hombres? ?No, somos Devo!". "Estamos en el camino de la de-evolution. EE UU es un pa¨ªs peligroso guiado por un maligno y autodestructivo idiota que arrastra al resto del mundo".
Todo est¨¢ regado con abundante humor, mucha intenci¨®n y la grandeza del bajo presupuesto. S¨®lo eran cuatro estudiantes en una ciudad del Medio Oeste estadounidense. "Comenzamos como un proyecto art¨ªstico conceptual", recuerda. "En 1974 hicimos un proyecto multimedia llamado Al principio fue el fin: La verdad sobre la de-evolution. Recorri¨® los cines independientes de EE UU y alguien en una discogr¨¢fica en Hollywood lo vio y nos invit¨® a tocar a Los ?ngeles. Le convencimos de que est¨¢bamos tan ocupados que necesit¨¢bamos dos meses. Pasamos ese tiempo aprendiendo a tocar. Cuando fuimos, ¨¦ramos tan buenos despu¨¦s de practicar todos los d¨ªas que la gente flip¨®".
Eran un espect¨¢culo en s¨ª mismo. Cuatro t¨ªos con monos de obreros y tapados con caretas tocando una especie de pop c¨®smico con un primitivo sintetizador y una bater¨ªa electr¨®nica que hab¨ªan creado, una de las primeras conocidas. "Nos apropiamos y reconstruimos la m¨²sica anterior. As¨ª tratamos Satisfaction: cogerla, retorcerla y sacarla de contexto. Criticar el mundo apropi¨¢ndonos de ¨¦l con la iron¨ªa y el absurdo".
Intentaban vencer al mundo usando sus armas, pero a veces no quedaba claro qui¨¦n ganaba. "Mark y yo fuimos a Nueva York a conseguir el permiso de Mick Jagger para incluir Satisfaction en el disco. Fuimos con nuestros trajes baratos y nuestro pelo corto a la parte alta de la ciudad. Y all¨ª estaba Mick Jagger con su larga melena, sus pantalones ajustados y sus botas de cuero, bebiendo vino a media tarde en una elegante habitaci¨®n con chimenea. Era tan raro... Pusimos la canci¨®n en uno de esos equipos de sonido que funcionaban con casetes. Al principio miraba al suelo y pensamos que no le gustaba, pero al minuto o as¨ª se levant¨®, dej¨® la copa en la chimenea y se puso a bailar como... ?como Mick Jagger! Cuando volvimos le dijimos a nuestro manager: '?Le ha encantado!'. Y ¨¦l contest¨®: 'Mirad, chavales, llam¨¦ a su representante cuando estabais de camino y le ped¨ª que le dijera a Mick que es mejor que le guste, porque estos t¨ªos le van a hacer ganar montones de dinero'. ?se es el verdadero funcionamiento de las cosas".
Quince grupos, cinco tendencias
Entre hoy y el pr¨®ximo domingo, decenas de artistas pasar¨¢n por los cuatro escenarios del FIB Heineken en Benic¨¤ssim. He aqu¨ª lo m¨¢s destacado:
- Veteranos: Iggy & The Stooges, B-52's y Dinosaur Jr.
El directo de la iguana de Detroit era divertido pero empezaba a repetirse. As¨ª que hace dos a?os ech¨® mano de sus colegas de juventud y rescat¨® el repertorio de cuando inventaron el punk sin querer. Sus ense?anzas las aprovecharon grupos de la new wave como B-52's, que debutaron en 1979 con una contagiosa mezcla de pop y esp¨ªritu de serie B. Al principio de los noventa eran uno de los grupos pop m¨¢s populares del mundo. Lenta subida y r¨¢pido desplome. Un par de a?os despu¨¦s a nadie le interesaban. Era el momento del noise-rock del que Dinosaur Jr. eran ejemplo. Lo divertido es que antes no pod¨ªan gustarte los tres y hoy comparten fans.
- Nuevo folk: Wilco, Calexico y Bright Eyes. Wilco est¨¢n un metro por encima de los grupos de su generaci¨®n. Nadie como los de Chicago han conseguido que la m¨²sica de ra¨ªz suene tan contempor¨¢nea, conmovedora y precisa. Calexico ha llegado al mismo sitio, encoger el coraz¨®n, pero por otro camino. Lo suyo es tener un pie en Arizona y otro en Tijuana, las guitarras de juguete y el desali?o. Ambas v¨ªas tienen el futuro asegurado gracias a gente como Bright Eyes, seud¨®nimo de Connor Oberst, en teor¨ªa el nuevo Dylan, un chaval de 27 a?os con seis discos destacables.
- Fiesteros: !!!, Simian Mobile Disco y Klaxons. Los de los s¨ªmbolos de exclamaci¨®n surgieron del maravilloso barullo creativo en que se convirti¨® Nueva York despu¨¦s del 11-S. Diversi¨®n pura con un combo enloquecido que s¨®lo piensa en hacerte bailar. De la necesidad naci¨® Simian Mobile Disco, dos miembros del grupo brit¨¢nico Simian, que hartos de que s¨®lo hubiera 10 personas en sus conciertos, se iban a clubes abarrotados a pinchar. Y result¨® que la electr¨®nica bailable se les daba mejor que el pop. Y Klaxons, es un tr¨ªo de pipiolos ingleses del ¨²ltimo movimiento de moda, el new rave, una reivindicaci¨®n del esp¨ªritu de las raves y el acid house. Algunos consideran su debut la clave del futuro. Otros, que la prensa necesita carne fresca.
- L¨ªderes: Arctic Monkeys,Muse y Amy Winehouse. A Matt Bellamy, l¨ªder de Muse y adicto a lo desmedido y lo barroco, todo se le debe quedar peque?o despu¨¦s de haber tocado en el nuevo estadio de Wembley, en Londres. Arctic Monkeys debutaron como un misil y han frenado, pero es que s¨®lo tienen 20 a?os y corr¨ªan el riesgo de que les pasase lo que a Amy Winehouse, londinense de alma soul: desaprovechar las excelentes cr¨ªticas y mejores ventas de su segundo ¨¢lbum por la afici¨®n a la mala vida.
- Espa?oles: Los Planetas, Fangoria y Kiko Veneno. Se ha perdido la cuenta de las veces que los granadinos han actuado en el FIB Heineken, un momento que es casi tradici¨®n. Si hay disco nuevo de Los Planetas hay concierto de Los Planetas. Para Fangoria, que suelen acudir toquen o no, es s¨®lo la segunda vez. Pero la gran sorpresa es Kiko Veneno. Hace a?os la presencia del maestro del pop aflamencado hubiera resultado una propuesta de ciencia-ficci¨®n, lo que demuestra que el FIB se libra de perniciosos prejuicios.
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