Un relevo imprevisible

Estaba cantado: la Mesa de las Cortes anunci¨® la destituci¨®n de Gl¨°ria Marcos como s¨ªndica del grupo del Comprom¨ªs pel Pa¨ªs Valenci¨¤ y, de acuerdo con la mayor¨ªa del mismo, design¨® a M¨°nica Oltra, de la corriente Esquerra i Pa¨ªs, para ocupar tal cargo. La resoluci¨®n no se ha notificado a¨²n ni al grupo ni a la afectada. La supuesta operaci¨®n de derribo de la coordinadora de EUPV tiene las trazas de un dise?o laborioso e interesado. Pero este cronista conf¨ªa y desea que s¨®lo prevalezcan las trazas y se disipen suposiciones nada prometedoras, para todos y cada uno de los partidos coaligados, y menos para un sector de la sociedad valenciana, que respald¨® una opci¨®n pol¨ªtica e institucional, para contemplar ahora un escenario nada edificante. Bien es cierto que las urnas le fueron cicateras al Comprom¨ªs, y los resultados de los comicios no respondieron a unas expectativas que se dispararon, en la ardiente matem¨¢tica de la coalici¨®n. Y hasta es muy posible que el ensombrecido paisaje postelectoral descoloque a unos y otros, modifique presupuestos o demande una revisi¨®n de protocolos. Si es as¨ª, p¨®ngase todo ello a la luz del di¨¢logo, de la solvencia pol¨ªtica y ¨¦tica, del debate racional y di¨¢fano -si eso a¨²n tiene valor-, pero no se eche mano de procedimientos m¨¢s propios de una derecha casposa, que sigue ah¨ª. Pues, por d¨®nde, el cronista entiende impertinente la destituci¨®n de Glori¨¤ Marcos. Primero, porque el t¨¦rmino destituci¨®n no se contempla en el Reglamento de las Cortes, y s¨ª el de sustituci¨®n. Segundo, porque la sustituci¨®n, siempre dentro del concepto de temporalidad, se contempla en casos de enfermedad, incapacidad o ausencia. Tercero, porque si la constituci¨®n de un grupo parlamentario ha de producirse por escrito dirigido a la Mesa, con expresi¨®n del nombre del titular o la titular de la portavoc¨ªa, en este caso, y firmado por todos sus componentes y no por mayor¨ªa simple, parece razonable y m¨¢s ajustado a derecho que su destituci¨®n lleve la firma de todos los miembros del grupo, excepto l¨®gicamente el del interesado o interesada, en este caso, y no solo la de la mitad m¨¢s uno. Que los juristas se pongan al tajo. Y por otro d¨®nde, el cronista tambi¨¦n entiende que si el expediente sancionador que se les abri¨® a las dos diputadas de EiP, por incumplir con la Carta Financiera de EU y cuya resoluci¨®n ha de producirse antes del 15 de septiembre, terminara con la expulsi¨®n de las mismas, nadie podr¨ªan calificarlas de tr¨¢nsfugas, ni ahora ni entonces, porque la definici¨®n acad¨¦mica dice: "Persona que pasa de una parte a otra", y figuradamente "Persona que pasa de un partido a otro", lo que no es el caso. Ciertamente, o se arranca de cuajo este curioso toma y daca, o todos van a terminar en el desastre. Algunos analistas, comentaristas, oportunistas, han aprovechado el bailongo para descalificar al Partido Comunista. No es m¨¢s que el s¨ªndrome de Pita da Veiga: a ciertos falsos dem¨®cratas se les lee la dimisi¨®n, entre l¨ªneas. Hala, al agua.