Sarkozy tropieza en la piedra de Gaddafi
El presidente franc¨¦s acepta que una comisi¨®n parlamentaria investigue las conexiones con Libia
El arranque de la presidencia de Nicolas Sarkozy estaba siendo avasallador: se aprobaban las leyes que hab¨ªa prometido, varias figuras de la izquierda se dejaban atraer a la ¨®rbita sarkozysta bajo distintas formas de complicidad y todos los grandes problemas -minitratado europeo, explosi¨®n del d¨¦ficit p¨²blico y liberaci¨®n de las enfermeras b¨²lgaras y el m¨¦dico palestino- encontraban su soluci¨®n. Pero la cacofon¨ªa ha saltado all¨ª donde se esperaba: Libia. Sarkozy ha aceptado una comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria sobre sus contactos con el r¨¦gimen de Gaddafi. La comisi¨®n revisar¨¢ la liberaci¨®n de los sanitarios detenidos durante ocho a?os y las posibles contrapartidas pagadas por Francia, incluida la venta de armas.
La puesta en libertad de las sanitarias b¨²lgaras y del m¨¦dico palestino hab¨ªa sido protagonizada por una suerte de sorprendente diplomacia paralela encarnada por C¨¦cilia Sarkozy. Ella, dicen, habr¨ªa ablandado el coraz¨®n del coronel Muammar el Gaddafi porque s¨®lo ella supo interesarse por la suerte de los ni?os libios contaminados por el virus del sida en un hospital de Bengasi.
La versi¨®n de los hechos que llega de Tr¨ªpoli es distinta e incluye un contrato militar con EADS para que esta sociedad, a trav¨¦s de su filial MBDA, suministre al Ej¨¦rcito libio misiles anti-tanque por valor de 168 millones de euros mientras se espera la firma de otro acuerdo por 138 millones relativo a un sistema de transmisiones inviolable. EADS confirma y dice: "El contrato se ha firmado hoy [por ayer, 3 de agosto], tras un periodo de discusiones y negociaciones de m¨¢s de 18 meses".
El ministro franc¨¦s de Defensa, Herv¨¦ Morin, tras afirmar primero que "no se ha firmado ning¨²n contrato", aseguraba dos horas despu¨¦s: "Yo no tengo por qu¨¦ saber cuando se firman los contratos". Seg¨²n Morin, el visto bueno para acelerar las negociaciones de venta de armas "lo dio la comisi¨®n interministerial correspondiente, presidida por los se?ores Chirac y Villepin, en febrero de 2007". Por un lado, inter¨¦s en desmentir la coincidencia entre la operaci¨®n humanitaria de las enfermeras y el contrato militar; por otro, voluntad de disminuir la importancia del segundo. "Italia y Rusia tambi¨¦n han vendido armas a Libia, Tony Blair viaj¨® a Libia para discutir un acuerdo de cooperaci¨®n industrial; Francia hace lo mismo que los otros pa¨ªses europeos" dice Morin.
Contradicciones de Kouchner
La primera v¨ªctima de todas esas declaraciones contradictorias, de esa diplomacia que mezcla im¨¢genes piadosas y realidades m¨¢s prosaicas, publicidad de la pareja presidencial y defensa de los intereses econ¨®micos del pa¨ªs, es el ministro de Exteriores, Bernard Kouchner.
El pol¨ªtico ex socialista ha entrado en contradicci¨®n con las sucesivas explicaciones suministradas por el El¨ªseo o el entorno de Gaddafi. Y el ministro siempre ha parecido no saber lo que pasaba, intentando recomponer la figura despu¨¦s de cada trompazo. Primero, dijo que no hubo ning¨²n contrato de venta de armas. Luego insisti¨® en que nadie hab¨ªa pagado nada para que las enfermeras quedasen en libertad. Por ¨²ltimo, ha tenido que admitir que hubo dinero por medio -pagado por Qatar a trav¨¦s de la fundaci¨®n humanitaria que preside un hijo del dictador libio- y que, bueno, que s¨ª se firmaron contratos de venta de armas, pero ¨¦l los deslig¨® del resto de la maniobra humanitaria.
Los socialistas reclaman una comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria que el presidente de la Asamblea Nacional, el conservador Bernard Accoyer, ve con buenos ojos y a la que todo el mundo, incluido Sarkozy, parece querer sumarse. De todos modos la mayor¨ªa y el Ejecutivo s¨®lo pueden celebrar que las vacaciones lleguen tan oportunamente. Dentro de tres semanas otras realidades debieran relativizar la magnitud del problema. Y quiz¨¢s la cara de Kouchner ya no sea una m¨¢scara de sonrisa crispada.
El sentimiento de que los Sarkozy y Gaddafi intercambiaron misiles por foto con enfermeras libres se ha ido instalando en la opini¨®n p¨²blica. La negociaci¨®n del contrato sin duda es anterior a la llegada de Sarkozy al poder pero su materializaci¨®n coincide con este hecho. ?Simple coincidencia? Quiz¨¢s habr¨ªa quien se lo creyese de no mediar tantas contradicciones entre las distintas declaraciones de los ministros franceses. Es m¨¢s, sin las malintencionadas palabras de Saif al Islam Gaddafi al diario Le Monde -el hijo del l¨ªder libio revel¨® el contrato militar y habl¨® de las enfermeras como de chivos expiatorios- las vacaciones hubieran llegado a tiempo para acallar las dudas. David Martinon, portavoz del El¨ªseo, ha dado por fin con la soluci¨®n: "La liberaci¨®n de las enfermeras era la condici¨®n previa indispensable" a la firma del "acuerdo de cooperaci¨®n en materia de Defensa".
Para el socialista Fran?ois Hollande, que hab¨ªa recibido mensajes de Sarkozy para pedirle que participase en una comisi¨®n destinada a estudiar como mejorar la "transparencia y credibilidad" de la Rep¨²blica, todo esto es contradictorio. Hollande se pregunta ret¨®ricamente: "?C¨®mo aceptar que se diga que se desea una democracia transparente cuando, al mismo tiempo, es el hijo de Gaddafi quien anuncia que se ha firmado un contrato de venta de armas, cuando Exteriores no sabe nada y el ministro de Defensa dice que s¨®lo hay meras negociaciones?".
Si los socialistas no dudan en atacar a su antiguo camarada de partido, Kouchner tampoco encuentra defensores fervorosos entre los diputados de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP). La propuesta socialista de una comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria ha recibido un respaldo mayoritario de parte de casi toda la UMP. "Kouchner dec¨ªa que hab¨ªa que enterrar la realpolitik para poner por fin en el centro los derechos humanos. En este caso Kouchner ni siquiera defiende la realpolitik, sino un cinismo absoluto", resumi¨® un diputado del PS.
UN CONTRATO DE 300 MILLONES
Libia puede comprar armas desde 2004, cuando se levant¨® el embargo impuesto en 1986
El acuerdo entre Par¨ªs y Tr¨ªpoli asciende a m¨¢s de 300 millones de euros
El contrato se firm¨® tras 18 meses de negociaci¨®n
El r¨¦gimen de Gaddafi recibir¨¢ misiles antitanque por valor de 168 millones y un sistema de transmisiones, por 138
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