Visita al hospital sin cita previa
Las urgencias andaluzas se refuerzan en verano para evitar el colapso y saturaci¨®n del servicio
Francisco entra cojeando en la sala de urgencias de traumatolog¨ªa del hospital Virgen del Roc¨ªo de Sevilla y mira esc¨¦ptico a su alrededor. "Nunca hab¨ªa visto esto as¨ª", dice. La sala de espera est¨¢ vac¨ªa excepto por otro hombre que, como el reci¨¦n llegado, cojea ligeramente del pie contrario. A Francisco, empresario de 48 a?os, le duele un dedo del pie desde hace tres d¨ªas.
Las urgencias andaluzas reciben picos de visitas durante agosto y septiembre. Las oleadas de calor y el periodo postvacacional acercan a muchos a la consulta de guardia, que puede llegar a recibir un 25% m¨¢s de afluencia durante estos meses. Los m¨¢s afectados son los centros de las zonas costeras. Por eso, la Consejer¨ªa de Salud refuerza los efectivos en las puertas de urgencia y los centros de atenci¨®n primaria. Este peri¨®dico sigui¨® el s¨¢bado 4 las incidencias en Urgencias de tres centros sanitarios de Sevilla, M¨¢laga y Almer¨ªa.
Este a?o se han destinado 133,3 millones de euros a la sustituci¨®n de personal en los centros sanitarios para reemplazar a los trabajadores que se van de vacaciones. Durante los meses de verano hay 235 profesionales de refuerzo para los 52 centros de atenci¨®n primaria de las zonas costeras de Almer¨ªa, C¨¢diz, Granada, Huelva y M¨¢laga.
"Antes de venir he pasado por dos ambulatorios, que estaban cerrados; antes, las casas de socorro funcionaban muy bien para las urgencias peque?as", cuenta Francisco. Y es que ¨¦l no quer¨ªa ir al hospital: "Por cosas peque?as como ¨¦sta, colapsamos las urgencias, pero mientras el sistema primario est¨¦ como est¨¢, las seguiremos colapsando", asegura.
La megafon¨ªa interrumpe el relato de Francisco para indicarle que pase a la sala 2 de rayos X. A su vuelta muestra dos de los dedos del pie unidos por esparadrapo. "Estaba roto", dice mientras se despide. Problema resuelto. Han pasado 20 minutos desde su llegada y su visita se ajusta al perfil que facilita el Servicio Andaluz de Salud: de cada 10 pacientes que entran en urgencias, 9 se van a casa y s¨®lo uno se queda ingresado.
Una planta m¨¢s abajo, en la urgencia del hospital general, el revuelo es mayor y la gente se api?a en la sala de espera. Pilar (nombre ficticio), est¨¢ postrada en una cama de la sala de observaci¨®n. Ya han pasado 24 horas desde que lleg¨® aquejada de una hernia. "Me han dicho que dentro de unas horas me suben al quir¨®fano, cuando quede libre", cuenta.
Su marido derrama lagrimones y la mira con los ojos enrojecidos. Son los nervios. Y Pilar suspira: "Me duele y ya estoy cansada de estar aqu¨ª, adem¨¢s, tengo que pegar voces para hablar con los m¨¦dicos porque no se enteran". A su alrededor, las enfermeras atienden a los que entran y a sus familiares. Les explican las horas de visita, d¨®nde pueden esperar y que les avisar¨¢n por megafon¨ªa en cuanto puedan darles m¨¢s informaci¨®n.
Pilar va a tener que esperar unas horas m¨¢s de las previstas en observaci¨®n. El quir¨®fano lo reclama otro paciente. Ha entrado una emergencia y el protocolo no establece preferencia por orden de llegada, sino por riesgo y gravedad.
Las camillas y los familiares pasan junto a pegatinas de color llamativo donde se lee Por unas urgencias dignas. Seg¨²n el doctor Miguel ?ngel Montilla, delegado sindical de los servicios de urgencia, a pesar de los refuerzos urgencias tiene "m¨²ltiples deficiencias asistenciales". "Hay un d¨¦ficit de camas en observaci¨®n, la plantilla de facultativos no es suficiente para cubrir las necesidades y las urgencias est¨¢n atendidas fundamentalmente por residentes de primer a?o, lo que supone un d¨¦ficit de calidad y m¨¢s lentitud en el servicio; todo esto crea conflictividad con los pacientes y sus familiares", explica.
Montilla espera que muchos de estos problemas se solucionen cuando el gobierno apruebe la especialidad de medicina de urgencia. "Tenemos que independizarnos de la UCI para poder contar con medios propios; ahora somos la cenicienta del sistema sanitario", asegura el m¨¦dico.
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