'Supermotard' vers¨¢til

LA KTM SUPERMOTO no es precisamente barata, 8.690 euros, pero justifica su precio, porque es un modelo elitista, artesanal y espectacular que propone un concepto distinto y m¨¢s vers¨¢til de las supermotard, motos mixtas de campo, con suspensi¨®n y ruedas de asfalto.

La 690 Supermoto sigue las l¨ªneas de dise?o de KTM, pero con un toque m¨¢s atrevido y acentuado por su peculiar pico de cig¨¹e?a, que se prolonga desde el soporte del faro y hace de guardabarros delantero. Su est¨¦tica no enga?a, porque es una agresiva supermotard, y las prestaciones no decepcionan. Pero esta moto supone tambi¨¦n un gran paso adelante de KTM, tanto en confort como en calidad de funcionamiento, porque est¨¢ muy bien hecha, bien concebida y bien acabada, y destaca por la calidad de todos sus componentes.

Anteriores supermotard de KTM y otras marcas presentaban vibraciones y otros fallos perdonables por ser motos especiales, muy deportivas y pensadas casi siempre para competici¨®n. Pero no es el caso de la 690, que muestra una finura exquisita y desconocida en estos modelos, lo que permite utilizarla a diario sin problemas.

M?S CARO, PERO MEJOR EQUIPADO

El acabado Enjoy del Antara es algo m¨¢s caro que los equivalentes de sus rivales, pero incluye de serie ESP con control de descenso y programa antivuelco, radio-CD con MP3 y otros. El 4¡Á4 de Opel cuesta 5.260 euros m¨¢s que el Jeep Compass, un 4¡Á4 algo m¨¢s peque?o y deportivo de precios muy ajustados que viene de serie con cuatro airbags, dos menos, y sin otros detalles del Opel, como sensor de faros. Sus carencias no justifican esa diferencia. El Antara cuesta tambi¨¦n 500 euros m¨¢s que la versi¨®n cinco plazas de su gemelo el Captiva, aunque el Chevrolet no incluye tampoco sensor de faros ni programa antivuelco. El Santa Fe en cambio, es 1.500 euros m¨¢s caro con un equipo de serie similar, aunque tambi¨¦n sin sensor de faros. Y la diferencia con el C-Crosser sube a 3.250 euros, pero el Citro?n viene con siete plazas, sensor de lluvia y cambio de seis marchas

MARIANO URD?NMUY DIVERTIDA

La nueva KTM es alta y estrecha, pero gracias precisamente a este ¨²ltimo detalle, permite llegar bien al suelo con los dos pies si se mide poco m¨¢s de 1,70 metros. La postura obliga a ir algo adelantado, con las piernas poco flexionadas y los brazos en una posici¨®n bastante natural. Pero es suficientemente c¨®moda, aunque el asiento deja notar su dureza con los kil¨®metros.La 690 Supermoto impresiona por su suavidad en cuanto se arranca y parece que se est¨¢ encima de una bicil¨ªndrica. Pero al mismo tiempo se siente que el motor es potente y dosificable. Para sacar lo mejor de esta moto, lo ideal es ir a un circuito virado o a una carretera con muchas curvas, y cuantas m¨¢s y de diferentes tipos sean, mejor. El bastidor es una maravilla: noble, estable, efectivo y de reacciones muy intuitivas. Y al motor basta con mantenerle entre 3.000 y 7.500 vueltas para que muestre su poder¨ªo. Los frenos y las suspensiones cumplen con muy buena nota, y es dif¨ªcil hacerlos desfallecer por enrevesado que sea el puerto.La 690 Supermoto se disfruta en conducci¨®n deportiva, pero, aparte de mostrar una gran eficacia en todo tipo de curvas, permite hacer muchas m¨¢s cosas, como viajar disfrutando el paisaje, llevar un pasajero con cierta comodidad e incluso circular tranquilamente en ciudad. Y vale para casi todo, salvo viajes largos, porque no lleva carenado