Cuatro t¨ªtulos y cuatro a?os de ventaja

"Al comienzo de mi carrera, los 18 t¨ªtulos del Grand Slam me parec¨ªan un camino muy largo que recorrer. Ahora, cuando ya he ganado 13, me lo siguen pareciendo", coment¨® con seriedad el golfista estadounidense Tiger Woods inmediatamente despu¨¦s de su triunfo en la madrugada espa?ola de ayer en el Campeonato de la PGA norteamericana. A rengl¨®n seguido, ya sonriendo, brome¨® con los periodistas: "Tampoco podr¨¦ llegar a ellos el curso que viene".

Tampoco, en efecto, porque s¨®lo son cuatro las competiciones grandes anuales. Una obviedad que no limita en modo alguno la probabilidad de que Woods no s¨®lo iguale, sino que tambi¨¦n supere el fabuloso r¨¦cord de su compatriota Jack Nicklaus. Las estad¨ªsticas, aun con un valor relativo porque la evoluci¨®n de cualquier deportista y de sus rivales no se puede garantizar, avalan su desaf¨ªo. No en vano lleva cuatro victorias y otros tantos a?os de ventaja al legendario Oso Dorado. A los 31, ¨¦l totaliza 13 por nueve el mito al que persigue, que s¨®lo se hizo con las 13 a los 35.

"Si las circunstancias y la salud me son propicias, creo que mis posibilidades son reales"

Seis trofeos del Masters de Augusta posee Nicklaus por cuatro Woods; cuatro del Open de Estados Unidos por dos, y cinco de la PGA por cuatro. Del Open Brit¨¢nico ya presumen de los mismos: tres. Pero el ritmo de Woods es mucho m¨¢s r¨¢pido pese a que en su ¨¦poca la competencia es m¨¢s alta que en la de su adversario. Lustro a lustro, Woods ya ten¨ªa un t¨ªtulo a los 21 a?os; Nicklaus, ninguno. Y ocho por cuatro a los 26. A los 31 re¨²ne 13 por nueve. Nicklaus contaba con 14 a los 36 y con 17 a los 41 para redondear los 18 a los 46, cuando se convirti¨® en el campe¨®n m¨¢s veterano del Masters.

Considerando que la longevidad de los jugadores sobre los links es ahora mayor gracias a la superior preparaci¨®n f¨ªsica y la bondad de los nuevos materiales que se utilizan para fabricar los palos y las pelotas, ya casi nadie duda de que Woods coleccionar¨¢ 18 grandes o m¨¢s. Quiz¨¢, incluso antes de cumplir los 46 a?os. En los 15 que le faltan hasta entonces dispondr¨¢ nada m¨¢s y nada menos que de 60 oportunidades para salirse con la suya.

Porque ya s¨ª que el n¨²mero uno mundial confiesa que es la suya, que ve la plusmarca de Nicklaus a tiro de su swing, que espera hacerse con ella m¨¢s pronto o m¨¢s tarde. "Tengo tiempo de sobra por delante", coment¨® tras su brillante semana en el club Southern Hills, de Tulsa (Oklahoma), en la que el segundo d¨ªa firm¨® una tarjeta de 63 golpes, equivalente a la mejor de las obtenidas en la historia del torneo. "Si las circunstancias, comenzando por la salud, me son propicias, creo que mis posibilidades son reales", apunt¨®. "En cualquier caso", matiz¨® tal vez para no ser tachado de arrogante, "si alguien me hubiera dicho cuando me hice profesional [en 1996] que llegar¨ªa adonde he llegado, se me habr¨ªa antojado imposible. He cubierto con creces mis expectativas. Me siento satisfecho".

Por supuesto. Y es que 59 triunfos le contemplan en el circuito norteamericano, aparte de nueve en otros tours y 12 en cert¨¢menes especiales. Una andadura impresionante que le ha reportado 73,5 millones de d¨®lares (54,5 millones de euros) en ganancias sobre el green. Una minucia, atenci¨®n, comparada con las que obtiene con sus negocios y su imagen publicitaria. Multipl¨ªquese por diez.