Mientras usted no estaba
Un alcalde que quiere ser presidente, ecos de un terremoto y alba?iles esclavizados en un agosto madrile?o
En agosto en Madrid hubo tres terremotos, pero si usted volvi¨® ayer de vacaciones, deje de preguntarse si el cuadro torcido del sal¨®n se debe a los se¨ªsmos. Casi seguro que no.
El primer terremoto tuvo un epicentro con nombre propio, Pedro G¨®mez, un pueblo de Ciudad Real, que no est¨¢ en Madrid. Todo el mundo cuenta que lo sinti¨®, pero, de verdad, en Madrid, s¨®lo lo sentimos algunos y tampoco fue para tanto. Aun as¨ª, 238 madrile?os llamaron el d¨ªa 12 de agosto al 112 para contar que hab¨ªan notado un temblor, un ruido, un algo que les sac¨® de la cama.
El d¨ªa 12, 238 vecinos llamaron al 112 para contar que hab¨ªan notado un temblor
Tres hombres blancos intentaron comprar una tele presentando el DNI de uno negro
Para dejar a la gente tranquila, los expertos anunciaron d¨ªas despu¨¦s que no prev¨¦n ning¨²n se¨ªsmo grave en la regi¨®n en los pr¨®ximos 500 a?os. A la Torre de Cristal de Mutua Madrile?a en la Ciudad Deportiva le han colocado, por si acaso, un medidor Richter. En casa del herrero cuchillo de hierro, habr¨¢ pensado la aseguradora propietaria.
El segundo terremoto ocurri¨® a unos 9.500 kil¨®metros de Madrid, pero se not¨® mucho m¨¢s. Los 2.000 inmigrantes originarios de Pisco que viven en la Comunidad (con una colonia de 45.000 peruanos) sufrieron d¨ªas de angustia tras la tragedia en su tierra. D¨ªas enganchados a Internet y a la emisora lime?a Radio Programas, pendientes de c¨®mo iban las cosas al otro lado del oc¨¦ano. El Gobierno regional puso un n¨²mero para llamar gratis, pero al otro lado los tel¨¦fonos sonaban muchas veces sin respuesta. Para encontrar alguna, decenas de peruanos se congregaron en una iglesia de La Latina para rezarle a su patrona, la Virgen de la Puerta, que descansa en una esquina rodeada de velas.
El tercer terremoto es figurado y tambi¨¦n tiene nombre propio. Alberto Ruiz-Gallard¨®n quiere ser Supermodelo 2007. El d¨ªa 19, al alcalde se le qued¨® chica la secci¨®n de Madrid y salt¨® a las p¨¢ginas nacionales de los diarios. En una entrevista con Efe se postul¨® para formar parte de las listas electorales del PP al Congreso de los Diputados en las pr¨®ximas elecciones generales previstas para marzo. "Ser¨ªa favorable para Madrid tener voz en el Congreso", dijo y puso de ejemplo a dos alcaldes socialistas: Enrique Tierno Galv¨¢n y Juan Barranco. Porque ¨¦l lo vale.
En G¨¦nova empezaron a volar los pu?ales del sector duro. Desde Cabanas, un pueblo coru?¨¦s, Fraga se desmarc¨® defendiendo a su ahijado con un "hay que ir preparando las sucesiones". Rajoy contest¨® ayer desde las primeras planas (y tambi¨¦n desde Alicante, donde disfrut¨® del amistoso de baloncesto entre la selecci¨®n espa?ola y la francesa). "Veo mi sucesi¨®n muy de lejos", dijo. Pero ¨¦sa es otra historia, y si no ha pasado las vacaciones en Marte, seguro que ya se ha enterado.
Mientras tanto, a ras de suelo, en la ciudad que regenta el eterno aspirante a candidato, el agosto se bat¨ªa en el tajo.
El d¨ªa 28, un jefe de obra rumano mor¨ªa aplastado por un ascensor en Ciudad Lineal. Una muerte en la obra m¨¢s. La n¨²mero 106 en lo que va de a?o en la regi¨®n. Los n¨²meros no dicen mucho. Las historias, s¨ª. La muerte de Marian Cojocea, de 49 a?os, destap¨® la historia de sus empleados. Tres rumanos y un polaco que trabajaban, com¨ªan y dorm¨ªan en los s¨®tanos del edificio que estaban restaurando. Marian, Calin, Ciprian y Adan durmieron 30 d¨ªas sobre colchones en el suelo, sin contrato, ni sueldo m¨¢s all¨¢ de una promesa de 1.800 euros a final de mes y 20 de paga diaria para comida y tabaco. Con 12 horas de curro al d¨ªa, seis d¨ªas a la semana y un casete para distraerse los domingos.
Detr¨¢s de los n¨²meros siempre hay nombres. Seg¨²n UGT, muere un trabajador cada dos d¨ªas.
En agosto, Marianica Legenescu, Julio Alberto Fern¨¢ndez Ortega, Javier Garc¨ªa Mu?oz...
Si un inspector de trabajo hubiese visitado la obra de Ciudad Lineal, donde se trabajaba sin casco ni arn¨¦s, la habr¨ªa cerrado. Pero Madrid est¨¢ a la cola en cuanto a inspectores de trabajo. De media, cada funcionario tiene que controlar 14.068 trabajadores. Es la peor proporci¨®n de toda Espa?a. Los sindicatos piden que se triplique para evitar las muertes. La realidad dice que desde 2004 el n¨²mero de inspectores en Madrid es el mismo. Este verano hubo uno menos.
Llenando las p¨¢ginas de agosto, hay n¨²meros que vienen a decir que vamos, como siempre se va, de mal en peor. La delincuencia juvenil ha aumentado un 5,6%, cada d¨ªa hay 54 hurtos en el metro y la regi¨®n registra de media un homicidio a la semana. Detr¨¢s, una historia que dura unos d¨ªas para el que la lee, y una vida para el que la sufre. Cristian Emmanuel Nespoloni fue encontrado muerto de un golpe en la cabeza en una zanja en Legan¨¦s tras una noche de fiesta. Ten¨ªa 22 a?os, su madre le enterr¨® la semana pasada.
Las fiestas patronales estuvieron manchadas de violencia. En Alcal¨¢ y San Sebasti¨¢n de los Reyes, j¨®venes de est¨¦tica neonazi atacaron casetas de IU y el PCE al anacr¨®nico grito de "?rojos!".
Cont¨¢bamos en estas p¨¢ginas que una fot¨®grafa, Edurne D¨ªaz, est¨¢ recorriendo el mundo en busca de lugares con los que compartimos nombre. Hay un Madrid en Guinea y otro en Iowa.
El nombre importa. Es la causa de la gresca formada en torno al nuevo aeropuerto de Ciudad Real, el primero en Espa?a en manos privadas. Se iba a llamar Don Quijote, pero los due?os lo han registrado como Madrid Sur, que vende m¨¢s. Desde la Comunidad, Lamela ha dicho que Ciudad Real no est¨¢ en Madrid, pero para el PP manchego, que apoya a los empresarios aeron¨¢uticos, los 200 kil¨®metros entre el aer¨®dromo y Atocha no son nada.
A veces no hace falta irse a Iowa ni a Ciudad Real para ver un Madrid desconocido. En el coraz¨®n de Tetu¨¢n o a espaldas de la Castellana retratamos c¨®mo viven unas 200 personas en n¨²cleos de casas de la posguerra. Caries rurales en la sonrisa de la gran urbe, fotos de ropa tendida, sillas en las puertas y hombres cogiendo agua de la fuente muy cerca de donde se seca el vanguardista Jard¨ªn Vertical, junto a La Caixa Forum de Herzog & De Meuron.
En los rascacielos vac¨ªos de la plaza de Espa?a hay inquilinos que pagan 160 euros al mes por 151 metros cuadrados a cambio de vivir en un edificio fantasma, mientras que en Carabanchel los j¨®venes vecinos de las nuevas casas de protecci¨®n oficial (proyectadas por el prestigioso estudio FOA) pagan unos 400 euros por 40 metros cuadrados y una terraza de metro y medio de ancho.
Madrid es, a veces, un tri¨¢ngulo surrealista donde, por ejemplo, tres hombres blancos intentaron el d¨ªa 10 de agosto comprar una tele de 40 pulgadas y 1.300 euros presentando el carn¨¦ de identidad de un hombre negro. Les pillaron, claro. Tambi¨¦n el Ayuntamiento tiene sus cosas. De las 10.000 palomas que captura al a?o, llenas de par¨¢sitos y virus, s¨®lo sacrifica el 1%. El resto, "se transporta a unos palomares de la costa de Levante". Palabra de t¨¦cnico municipal.
La gente sin vacaciones y las malditas palomas en la playa. Al menos dicen que ¨¦ste fue el verano m¨¢s fresco en la ciudad desde 1997. La noticia es como el d¨ªa de la marmota, se repite, parece que cada a?o es el m¨¢s fr¨ªo o el m¨¢s caliente, como si nunca pudiese darse el verano m¨¢s normal.
Los que se han quedado le contar¨¢n que, por supuesto, que sintieron el terremoto y que hubo menos coches. Una maravilla. Y el metro iba m¨¢s vac¨ªo, aunque con temperaturas en los vagones de hasta 34 grados (lo comprobamos) se suda igual que si van llenos. Veremos si los 2.230 millones de euros que costar¨¢ el Metrob¨²s (aprobado el d¨ªa 3) dan para ponerle aire acondicionado. Por cierto, por ser agosto cortaron el t¨²nel de la risa y no tuvo pizca de gracia, pero pudimos ser los primeros en votar al mejor logo ol¨ªmpico. ?Y sab¨ªan que Madrid tiene m¨¢s de 500 kil¨®metros de litoral en sus embalses? Ser¨¢ por consuelo.
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