Brown se inclina por no adelantar las elecciones brit¨¢nicas a octubre

Gordon Brown se march¨® de vacaciones acariciando la idea de convocar elecciones anticipadas en oto?o. Y ha vuelto a la actividad pol¨ªtica sin haber deshojado la margarita. O sin querer descartar p¨²blicamente esa posibilidad, aunque es m¨¢s que probable que en su fuero interno ya la haya descartado, si es que alguna vez la lleg¨® a tomar en serio. Si no hubiera adelanto electoral, corresponder¨ªa celebrar los pr¨®ximos comicios en mayo de 2009.

El nuevo primer ministro tuvo una entrada triunfal en el cargo. O al menos mejor de lo que muchos esperaban. Afront¨® con moderaci¨®n y entereza los intentos de atentado en Londres y Glasgow y las inundaciones vividas en el oeste de Inglaterra. En general transmiti¨® el mensaje de que su llegada a Downing Street le ha transformado, y que est¨¢ dispuesto a sustituir la telegenia y el presidencialismo de Tony Blair por el trabajo de equipo en el Gabinete. El p¨²blico premi¨® los buenos comienzos de Brown d¨¢ndole la vuelta a las encuestas de los dos ¨²ltimos a?os y poniendo a los laboristas por delante en los sondeos, con ventajas de entre seis y nueve puntos. Ah¨ª nacieron las especulaciones sobre la posibilidad de que el nuevo primer ministro se pueda ver tentado a convocar elecciones anticipadas para coger a contrapi¨¦ a la todav¨ªa fr¨¢gil alternativa que representa el conservador David Cameron.

Pero han bastado dos semanas de giro a la derecha de Cameron, con Brown desaparecido por las vacaciones, para poner en evidencia el riesgo que corre el primer ministro si precipita las elecciones. El l¨ªder tory, que se fue de vacaciones en plena crisis, se ha agarrado a dos temas cl¨¢sicos, la seguridad ciudadana y la construcci¨®n europea, para recuperar cr¨¦dito entre sus votantes potenciales. Una encuesta de Populus para The Times publicada ayer reduce a un punto la ventaja de los laboristas, y los sit¨²a por detr¨¢s de los tories en expectativas de voto en el conjunto de las 120 circunscripciones en las que el resultado fue m¨¢s ajustado en las pasadas elecciones, en las que las posibilidades de cambio son m¨¢s claras.

Brown se neg¨® ayer a descartar de manera expresa la convocatoria de elecciones en octubre, pero dio a entender que ya lo ha descartado. En su primera rueda de prensa mensual del curso pol¨ªtico puso ¨¦nfasis en que su atenci¨®n se centra "en la tarea de gobernar", y acus¨® a los tories, sin nombrarles, de las especulaciones electorales: "Creo que gran parte de la especulaci¨®n viene de la misma gente que antes del verano ped¨ªa que hubiera elecciones anticipadas y ahora dice que no tendr¨ªa que haberlas", dijo.

Pese a su recuperaci¨®n en las encuestas, los conservadores ya no pueden ocultar las tensiones internas provocadas por el buen comienzo de Brown y el hecho de que la aparente unidad del partido en torno al renovador David Cameron es bastante artificial: la derecha del partido, claramente mayoritaria entre las bases aunque no necesariamente entre el electorado tory, s¨®lo est¨¢ dispuesta a viajar al centro si el viaje acaba en victoria electoral. Y eso, a estas alturas, no est¨¢ nada claro.

El partido ya vivi¨® tensiones antes del verano a cuenta de las posiciones de Cameron en materia educativa. Pero esas tensiones se agudizaron ayer, cuando uno de los barones del partido, Michael Ancram, acus¨® a Cameron de haber traicionado el legado de Margaret Thatcher y pidi¨® un retorno al coraz¨®n de las pol¨ªticas conservadoras: impuestos bajos, oposici¨®n a Europa y mano dura con el crimen y la inmigraci¨®n.